Ernesto Agazzi afirma que si las FARC cambian los fierros por votos no los van a matar de inmediato como ocurrió con los compañeros de la Unión Patriótica o con los del M24. Además a arrepentido, Agazzi es un atrevido. Dada su escasísima experiencia guerrillera, podría ser algo más modesto y prudente. Sin embargo su virtud es la sinceridad, dice con claridad lo que otros no se atreven a decir, aunque piensen de la misma manera. De paso, ahora entiendo porque nunca lo veo en el cementerio de La Teja ejando una flor en la tumba de Sendic...
Arriba los que luchan!
Jorge Zabalza
Arriba los que luchan!
Jorge Zabalza
Votos por fierros
El senador del MPP Ernesto Agazzi aconsejó a las guerrillas colombianas canalizar sus reivindicaciones en programas políticos “realistas”. Para el ex guerrillero tupamaro, la guerrilla “no tiene ninguna perspectiva” en América Latina, y que es “una locura” mantenerla en el contexto histórico actual.
El senador y ex combatiente del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN-T) Ernesto Agazzi instó a las guerrillas colombianas a canalizar sus reivindicaciones en programas políticos realistas capaces de articular transformaciones sociales más allá de "la toma del poder".
En una entrevista con Efe, Agazzi reconoció en Bogotá que la lucha guerrillera en América Latina ya "no tiene ninguna perspectiva" por lo que, a su juicio, mantenerla en el contexto histórico actual "es una locura".
"Ese es el punto débil" de la insurgencia, apuntó sobre la necesidad de ser realistas, y consideró que "los que hicieron política con las armas sobrevaloraron la importancia del instante en la toma del poder y después, cuando se accede al Gobierno en regímenes democráticos, vienen las tribulaciones".
Agazzi se expresó así con motivo de su participación en el foro organizado por la ONU y la Universidad Nacional a petición del Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sobre la eventual llegada a la política del grupo rebelde.
De este foro, al que asisten los partidos políticos y los movimientos sociales colombianos, saldrán propuestas que se enviarán a la mesa de negociación de La Habana.
El senador por el Movimiento de Participación Popular y antiguo ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (2008-2009), que explicó la experiencia de la guerrilla urbana tupamara, indicó: "si las FARC han dedicado su vida a construir una sociedad mejor creo que hay herramientas para seguir haciendo lo mismo con el mismo objetivo pero de otra manera, eso es posible en la América Latina de hoy".
Y recordó que el reto es "salir a la luz pública y participar en ámbitos donde hay que tomar decisiones".
Agazzi reconoció la particularidad colombiana en el contexto sudamericano, el único país de la región donde persiste un conflicto armado interno, "con unas FARC muy fuertes desde la época de las guerrillas rurales" y con territorios en los que "el Estado no existe".
"Lo que ha sucedido en Colombia es que muchos sectores desplazados, excluidos de la sociedad, se han incorporado en los contingentes guerrilleros, no sé si con una claridad estratégica de lograr una revolución de clases, pero sí como una manera de defenderse de las injusticias", sentenció.
Agazzi resaltó asimismo que aunque en Uruguay "no hubo una amnistía entre dos bandos, sino el fracaso de una dictadura", en los procesos de transición de grupos armados a fuerzas políticas es necesario atender programas de inclusión social en los que ambos bandos rechacen la violencia y apuesten por el respeto mutuo.
"Cuando termina el conflicto bélico hay que generar garantías de que uno no va a agarrar las armas de nuevo. El Gobierno tiene que ser muy honesto en el momento de dar opciones políticas para la participación y preservar que eso se haga en igualdad de condiciones", explicó.
En este sentido, recomendó a las FARC que antes de dejar las armas "tengan garantías" para hacerlo y les animó a creer que no "los van a matar al otro día".
(Fuente: EFE)
Agazzi instó a las FARC a dejar la lucha armada
El senador aseguró en Bogotá que la lucha guerrillera en América Latina ya "no tiene ninguna perspectiva"
El senador y excombatiente tupamaro Ernesto Agazzi instó este lunes a las guerrillas colombianas a canalizar sus reivindicaciones en programas políticos realistas capaces de articular transformaciones sociales más allá de "la toma del poder".
En una entrevista con Efe, Agazzi reconoció en Bogotá que la lucha guerrillera en América Latina ya "no tiene ninguna perspectiva" por lo que, a su juicio, mantenerla en el contexto histórico actual "es una locura".
"Ese es el punto débil" de la insurgencia, apuntó sobre la necesidad de ser realistas, y consideró que "los que hicieron política con las armas sobrevaloraron la importancia del instante en la toma del poder y después, cuando se accede al Gobierno en regímenes democráticos, vienen las tribulaciones".
El excombatiente se expresó así con motivo de su participación en el foro organizado por la ONU y la Universidad Nacional a petición del Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sobre la eventual llegada a la política del grupo rebelde.
De este foro, al que asisten los partidos políticos y los movimientos sociales colombianos, saldrán propuestas que se enviarán a la mesa de negociación de La Habana.
El senador por el MPP y antiguo ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (2008-2009), que explicó la experiencia de la guerrilla urbana tupamara, indicó: "si las FARC han dedicado su vida a construir una sociedad mejor creo que hay herramientas para seguir haciendo lo mismo con el mismo objetivo pero de otra manera, eso es posible en la América Latina de hoy".
Y recordó que el reto es "salir a la luz pública y participar en ámbitos donde hay que tomar decisiones".
Agazzi reconoció la particularidad colombiana en el contexto sudamericano, el único país de la región donde persiste un conflicto armado interno, "con unas FARC muy fuertes desde la época de las guerrillas rurales" y con territorios en los que "el Estado no existe".
"Lo que ha sucedido en Colombia es que muchos sectores desplazados, excluidos de la sociedad, se han incorporado en los contingentes guerrilleros, no sé si con una claridad estratégica de lograr una revolución de clases, pero sí como una manera de defenderse de las injusticias", sentenció.
Agazzi resaltó asimismo que aunque en Uruguay "no hubo una amnistía entre dos bandos, sino el fracaso de una dictadura", en los procesos de transición de grupos armados a fuerzas políticas es necesario atender programas de inclusión social en los que ambos bandos rechacen la violencia y apuesten por el respeto mutuo.
"Cuando termina el conflicto bélico hay que generar garantías de que uno no va a agarrar las armas de nuevo. El Gobierno tiene que ser muy honesto en el momento de dar opciones políticas para la participación y preservar que eso se haga en igualdad de condiciones", explicó.
En este sentido, recomendó a las FARC que antes de dejar las armas "tengan garantías" para hacerlo y les animó a creer que no "los van a matar al otro día".
El foro sobre participación política celebra hoy su segunda jornada a puerta cerrada con la discusión de las distintas mesas de debate y mañana presentará sus propuestas.
Autoridades, expertos y víctimas del largo conflicto colombiano coinciden en la importancia del momento en que se encuentra el proceso y consideran que las garantías para ejercer la oposición política son fundamentales para avanzar.
Piedad Córdoba a propósito del Foro "Participación Política"
Piedad Córdoba es una de las afectadas por la falta de garantías para la participación política en Colombia, en esta intervención reflexiona sobre ¿Qué es la participación política? ¿Existen garantías en Colombia para la Participación política? ¿Qué papel debe jugar la sociedad civil en esta discusión? .
Abril 30. “La situación represiva en Colombia sigue siendo extremadamente grave”. Entrevista a Reynaldo Villalba Vargas, presidente del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo
Reynaldo Villalba Vargas, presidente del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo
Reynaldo
Villalba Vargas, es presidente del Colectivo de Abogados José Alvear
Restrepo y por lo tanto, un importante defensor de los derechos humanos
en Colombia.
Actualmente
está en Argentina para difundir la gravedad de la situación que se vive
en Colombia, donde “se siguen violando los derechos individuales día a
día, y donde la criminalidad paramilitar, amparada por el Estado, sigue
siendo parte de la realidad.”.
Recientemente
mantuvo un encuentro con el Secretario de Derechos Humanos de
la Asociación de Trabajadores del Estado, Héctor Carrica, quien le
manifestó la más amplia solidaridad con la lucha del pueblo colombiano.
A
continuación damos a conocer la entrevista mantenida con Villalba
Vargas, sobre cuáles son los parámetros del conflicto colombiano.
* ¿Cómo ve, desde su rol de defensor de derechos humanos la situación actual represiva en Colombia?
–La
situación represiva en Colombia sigue siendo extremadamente grave. A la
fecha tenemos más de 2.800 sindicalistas asesinados desde 1986, y sólo
en los últimos cuatro años la cifra supera los 118. Hay también más de
150 defensores de derechos humanos asesinados desde 2008. El
desplazamiento forzado alcanza según algunas cifras a más de cinco
millones de personas y alrededor de siete millones de hectáreas
de tierras despojadas.
Nos
encontramos en un proceso de paz, que ha sentado a la mesa a las FARC y
al Gobierno. Sin embargo, al mismo tiempo se está aplicando una ley
llamada “de víctimas”, por la que supuestamente se estaría restituyendo
tierras a los campesinos desplazados de su territorio, pero desde el año
2006 hasta el presente, ya van más de 70 activistas que reclamaban
tierras y han sido asesinados. Eso dice a las claras que no existen
garantías, porque cuando se mata a un activista de una región, lo que
hace es paralizar de inmediato cualquier tipo de reclamo. La
consecuencia obligada de esto, es que las tierras quedan en manos de
quienes se beneficiaron del despojo.
* ¿Cuál es su opinión sobre cómo se vienen dando las conversaciones de La Habana?
–
El proceso de paz es un anhelo de la mayoría de los colombianos,
después de más de 50 años de conflicto armado que hemos vivido todas
estas generaciones. Lo que sí queremos es que el proceso, cuente con la
participación de las organizaciones de la sociedad civil, más allá de
hacer llegar a la mesa nuestras propuestas sobre los cinco puntos
iniciales acordados para discutir ente las FARC y el Gobierno.
Por
supuesto aspiramos que se tengan en cuenta las voces de las víctimas y
que se hable cuáles van a ser los términos de verdad, justicia y
reparación,
Nos
preocupa mucho la posibilidad de que esté en marcha una auto-amnistía.
Es decir, que todos los crímenes cometidos por el Estado durante más de
medio siglo, vayan a quedar en la impunidad. A finales del año pasado se
hizo una reforma constitucional que creó lo que hoy se conoce como
el marco jurídico para la paz. Teóricamente esto era para facilitar las
conversaciones con las organizaciones al margen de la ley y para
facilitar su incorporación a la vida civil,, aunque muchos sostuvimos
que esto no era necesario, ya que la Constitución tenía los elementos
jurídicos para facilitar cualquier diálogo. De hecho, la Constitución y
el Código Penal colombiano reconocen el delito político. Incluso se da
la posibilidad que el Estado dicte amnistías o indultos a favor de
quienes han incurrido en delitos políticos.
Todos
esos instrumentos estaban, por ello tenemos el fundado temor de que al
final lo que más se esté buscando con este marco jurídico, una excusa
para lograr una auto-amnistía.
Otro
tema que nos preocupa es que se ha ampliado constitucionalmente el
fuero penal militar. Durante muchos años, las organizaciones populares
hemos luchado para que ese fueron no se aplicara en relación a
violaciones de los derechos humanos, y que sea la justicia ordinaria la
que asumiera esas investigaciones. Eso se logró en la mayor parte de
casos, pero con esta reforma última, lo que va a suceder es que todas
estas violaciones pasen al fuero militar. Históricamente hemos
demostrado como la justicia penal militar no son tribunales eficaces,
independientes e imparciales para conocer este tipo de criminalidad, y
sobre todo en un país como Colombia, donde existe Terrorismo de Estado y
políticas que han facilitado la sistemática violación de los
derechos humanos.
* ¿Qué nos puede decir de la discusión sobre la problemática agraria?
–
Si se produjera un avance en los diálogos de paz, hay que tener claro
que lo que han convenido las partes, son negociaciones para poner fin al
conflicto armado. Dentro del acuerdo no está el propósito de
transformaciones democráticas ni de discusión de los modelos de
desarrollo económico. Cuando uno ve los cinco puntos, se da cuenta que
eso es así. En cuanto al tema de tierras, por ejemplo, que
es sumamente importante para explicar la violencia política en Colombia,
lo que se dice es que se discutirá el tema del desarrollo rural
integral, que no puede leerse como reforma agraria. Lo que
está proponiendo las FARC son zonas de Reserva Campesina. Hoy hay seis
zonas creadas por ley o con fundamento legal y las FARC estarían
reclamando algo más de 400. Estas zonas fueron conquistas de los
campesinos, que han conformado estas Reservas exitosamente, en cuanto a
la organización campesina, a la conservación del medio ambiente y de
impedir también que las multinacionales sigan avanzando. Estas están
copando todo el país, ha habido en ese sentido más de 9 mil entregas
de títulos, incluyendo exploración minera en sitios prohibidos como los
páramos, que son fábricas de agua.
*
Existen en Colombia numerosos presos políticos, y en ese sentido
interesa su opinión sobre este grave y no muy propagandizado aspecto de
las consecuencias de la política estatal represiva.
– La mayor violación a los derechos humanos es la que sufren las presas y presos políticos.
Obviamente
que si el arreglo con el gobierno funciona, buena parte de esos presos y
presas deberán salir en libertad. Un tema que se está discutiendo es
cuál sería la justicia transicional allí, ya que hoy día, los
instrumentos internacionales de derechos humanos limitan las amnistías e
indultos, pues no permiten ambas iniciativas en relación a crímenes de
lesa humanidad, crímenes de guerra y genocidio. El marco jurídico para
la Paz faculta al gobierno para establecer procesos diferenciados con
las organizaciones al margen de la ley, es decir, que no necesariamente
los términos acordados con los paramilitares, tienen que ser los mismos
que se acuerden con las guerrillas.
Ahora,
presos políticos los hay. No sólo los que pertenecen a las
organizaciones armadas, FARC y ELN, sino también los luchadores
sociales, defensores de derechos humanos, como
el recientemente condenado David Rabelo, del Partido Comunista,
sindicalistas que son judicializados, o campesinos que están luchando
por sus reivindicaciones.
*
Usted decía que en la mesa de negociaciones sólo se está discutiendo,
como propósito, el fin del conflicto armado. Sin embargo, no parece
factible que se decida este final, sin que se solucionen las causas
por las que en algún momento se empuñaron las armas.
–
Como organizaciones sociales decimos, que la paz tiene que entenderse
de manera integral, y que tiene que hablarse de reformas y de justicia
social, para que esta paz sea duradera y estable. Pero lo que se está
diciendo es que primero habría que firmar el fin del conflicto y luego
se iniciarían todos los procesos democráticos, con la participación del
grueso de la sociedad colombiana.
*
Finalmente, ¿qué se va a hacer para terminar con el paramilitarismo? De
esto se habla poco, pero es evidente que siguen existiendo.
–
Le agradezco la pregunto, puesto que en el anterior gobierno, de Alvaro
Uribe Vélez, se hizo una falacia de desmonte de los grupos
paramilitares: Hoy, hay ciertas versiones que sugieren que hubo
un rearme, pero queda claro que jamás hubo un desmonte de
las estructuras políticas, económicas y militares que sostenían a esos
grupos paramilitares.
Lo
cierto es que no se trata de un reciclado, sino que el paramilitarismo
sigue vigente. El gobierno manifiesta que el paramilitarismo no existe,
que eso ya se acabó con la desmovilización, y que lo que se da hoy son
bandas criminales dedicadas a la extorsión y al narcotráfico, y de
repente le agregan, la minería ilegal. Son argumentos que se caen por su
propio peso. Por ejemplo: las BACRIM no son grupos paramilitares porque
no tienen una estructura jerarquizada a nivel nacional como era el
caso de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Esto no tiene
validez, porque las AUC se conformaron en el camino de todas las
organizaciones paramilitares que había en Colombia, pero no nació
el paramilitarismo con ese acuerdo nacional. ¿Qué ahora se alimentan del
narcotráfico y la extorsión? Esa es una realidad de siempre, y lo mismo
ocurría con los anteriores grupos de paracos. Ellos mismo lo
confesaron. Carlos Castaño decía que “el 70% de los recursos provienen
del narcotráfico”.
El
que conozca mínimamente la historia del país sabe que el cuento que hoy
quiere hacer creer el gobierno, no es creíble. Por eso, una de las
exigencias que le estamos haciendo al gobierno, es que reconozca que el
paramilitarismo existe, nunca fueron desarmados, porque entre otras
cosas, si se produce un cese definitivo de hostilidades entre
la guerrilla y el gobierno, qué pasa con el aparato criminal al interior
del Estado y qué pasa con esos grupos de asesinos que el Estado ha
creado, sostenido y fundamentado.
Es
decir, aquí puede pasar, que aún en proceso de paz, continúe la misma
historia, de exterminio de los militantes sociales, políticos,
sindicales y estudiantiles.
Abril 27. Muerto el perro… se acaba la sarna? La Paz y la Violencia. Por José María Carbonell
Por José María Carbonell, Cambio Total.
Algunos
“analistas”, con disimulada alegría, han “descubierto” que la
“violencia” no se acabará con la firma de un Acuerdo de Paz entre las
FARC-EP y el Gobierno colombiano. Quizá piensan que la Paz se logra por
decreto, solución “mágica” a la cual están acostumbrados.
En
Cambio Total hemos dicho que la Paz, su consecución, es un proceso.
Como tal, implica puntos de partida –inicio de conversaciones, discusión
de los puntos de una Agenda, concreción de los Acuerdos, implementación
de éstos, verificación de ellos, etc-, y puntos de llegada
–fortalecimiento de las nuevas organizaciones populares, modernización
de la forma de hacer política, justicia, justicia social, equidad,
etc-.
En
éste “proceso”, el Estado y su gobierno deberán accionar todos los
mecanismos en su poder para llevar a feliz concreción los Acuerdos.
Ejemplo, distribución de tierras y formas de propiedad (colectiva vs
“privada”), ayudas monetarias a los campesinos e indígenas,
modernización de las labores del campo, etc, etc. Las FARC-EP, como una
consecuencia de la acción estatal de adelantar la guerra contra el
pueblo, se irá involucrando en la vida “legal” que brinda la Nueva
Constitución elaborada por todos los sectores de la sociedad colombiana e
irá desarrolando su acción “política” a fin de modernizar el Estado,
sus formas de propiedad, su estructura y superestructuras, a fin de
inscribirnos en el siglo 21 como la Nueva Colombia en paz con justicia
social.
Evidentemente
que los “enemigos de la Paz” no se van a estar quietos. De hecho no
están quietos. Están desarrollando lo único que saben hacer y recurren a
su único argumento : la guerra. “Guerra sucia” entre otras cosas, que
recurre al asesinato a mansalva de los líderes populares que adelantan
la lucha por una mejor Colombia, ahora y siempre, la cual utiliza
también las modalidades criminales de la desaparición forzada, las
masacres, las ejecuciones extrajudiciales, etc.
Por
ello, en éstos momentos de discusión y Acuerdos, esos “enemigos de la
Paz”, los Uribhitler, los Francisco Santos, los Ordóñez, algunos
militares en servicio activo y uso de buen retiro, los narcotraficantes
ahora llamados neo-narcoparamilitares o BACRIM, seguirán soterradamente
impulsando y acolitando la política de Terrorismo de Estado entre esos
sectores “enemigos de la solución política”, política que todavía se
mueven las fuerzas estatales –militares y políticas-.
Ya
la Marcha Patriótica denunció el asesinato de 8 de sus líderes en 2013.
Ya el CICR en su último “informe —conocido justo en momentos en los que
Colombia pasa al banquillo de los derechos humanos al presentar su
Examen Periódico Universal en Ginebra, Suiza — la Cruz Roja señala que
en 2012 registró 880 presuntas violaciones al Derecho Internacional
Humanitario por parte de todos los actores del conflicto y ocurridas
tanto en los campos como en las grandes ciudades.
...Esa
entidad refiere que en 2012 hubo un deterioro de la situación de
derechos humanos en regiones como Cauca, Norte de Santander, Caquetá,
Arauca, Putumayo y Nariño y en ciudades como Medellín, Buenaventura y
Tumaco. Asimismo, el desplazamiento forzado se mantuvo en niveles
preocupantes, de acuerdo con el CICR, que citando cifras oficiales,
indicó que desde 1997 se han registrado cerca de 3 millones 900 mil
desplazados.
...De
acuerdo con el CICR, que citando cifras oficiales, indicó que desde
1997 se han registrado cerca de 3 millones 900 mil desplazados”.
Igualmente,
“durante 2012 el CICR conoció de 161 casos de desaparición forzada y
entregó los restos de 13 personas cuyos cuerpos se encontraban en fosas
comunes. Hasta el año pasado se habían reportado cerca de 78.000 casos
de desaparición en el Sistema de Información Red de Desaparecidos y
Cadáveres de l Instituto Nacional de Medicina Legal” Además, “la
violencia sexual, esa institución atendió en 2012 cerca de 117 casos”.
Lo
que demuestra que desde el Estado se sigue aplicando el Terrorismo de
Estado y no se entiende cómo desde el Estado y los medios de
comunicación en poder de la oligarquía les siguen exigiendo el “desarme
de las FARC”, mientras el Estado sigue aplicando su política de
Terrorismo de Estado, es decir, de guerra contra el pueblo.
Hemos
también señalado que el Estado tiene la capacidad de desmontar sus
grupos neo-narcoparamilitares ya que éstos dependen de los sectores
guerreristas al interior de las fuerzas militares y estatales. Quizá por
el miedo a que “muerto el perro, se acaba la sarna”, los sectores
guerreristas al interior del estado y fuera de él temen quedarse sin el
último argumento propagandístico que justifica su política de
exterminio, cuya principal motivación es económica, desde luego, y es
política en segundo lugar.
Lograr
unos Acuerdos de Paz con las FARC-EP tendrá que producir el desmonte de
las bandas neo-narcoparamilitares, que actúan impúdicamente con las
fuerzas militares y políticas tradicionales en Colombia, es decir,
“muerto el perro”, la Guerra, se “acaba la sarna”, las bandas de los
“enemigos de la Paz”.
No
quisiéramos creer que el gobierno y el estado colombianos seguirían
aplicando su política de exterminio de líderes guerrilleros que pactaron
Acuerdos de Paz con ellos, como sucedió con Guadalupe Salcedo, Carlos
Pizarro-LeónGómez, y otros. Eso sería re-editar las causas que
originaron el actual conflicto interno colombiano.
--
ARREPENTIDOS, PERO NO TONTOS.
Aggazi la juventud del 68 lucho por cambios no por reformas. Los martires no murieron por reformas porque desde 100 decadas Uruguay ha tenido reformas. El pueblo peleo por cambios profundos, o que tiene usted las neuronas fusiladas? Se mantiene esas ideas hasta que nos lleve la muerte. Como dijo el CHE aca no se rinde nadie carajo! Habra otros metodos sin ser las armas, pero los cambios estan y perduran en hacerse en decadas, no reformas.
ResponderEliminarInteligente iniciativa de las FARC. A partir de los aportes de las distintas organizaciones políticas, sabrán , con certezas, quienes luchan por concientizar, organizar y armar al Pueblo como única y auténtica garantía para la Paz, Justicia con equidad social y desarrollo Para Una Patria Para todos.
ResponderEliminarSenor Agazzi deberia saber que el capitalismo y imperialismo, siempre ha hechos trampas para caer en las manos de ellos. Usted, que venga con reformas es inconcebible, las negociaciones que hace FARC saben lo que hacen, las negociaciones llevan su tiempo, de argumentos, de dialogos, un dia va bien otro dia va mal. Es todo un proceso de dialogo, de como saber negociar, ellos por seguro no van a tranzar o vender o a entregar a sus organizaciones por baratas reformas que puedan ofrecer el imperio. Pienso que usted, esta atrapado en politicas neo-liberales, como dijo Fidel "ojo con esas politicas neo-liberales"
ResponderEliminarPara una patria justa, sin clases, la lucha y el dialogo y la negociacion sera en todos los niveles. Yo no creo que ningun ser humano le guste cargar un arma. Pero eso lo decide la historia. FARC no es lo que fue o paso en Uruguay, que muchos se entregaron a las politicas reformistas neo-liberales, otros escalaron posiciones politicas, otros se disfrazaron de socialistas con ideas neo-liberales. Me pregunto en que categoria se ubica usted? O es que Uruguay, o ese grupo que hoy esta en el gobierno hizo en forma similar lo paso con la Rev. Mejicana que cayo en manos de la burguesia. Difero con usted, yo soy Humanista y quiero una sociedad justa, no migajas. Por eso admiro al compa Zabalza, porque vive de acuerdo a sus necesidades y dice las cosas con fundamentos sin pelos en la lengua.
Un viejo como usted pero diferente en forma de pensar.