miércoles, 1 de mayo de 2013

Reformismo puro

Ernesto Agazzi


Ernesto Agazzi afirma que si las FARC cambian los fierros por votos no los van a matar de inmediato como ocurrió con los compañeros de la Unión Patriótica o con los del M24. Además a arrepentido, Agazzi es un atrevido. Dada su escasísima experiencia guerrillera, podría ser algo más modesto y prudente. Sin embargo su virtud es la sinceridad, dice con claridad lo que otros no se atreven a decir, aunque piensen de la misma manera. De paso, ahora entiendo porque nunca lo veo en el cementerio de La Teja ejando una flor en la tumba de Sendic... 

Arriba los que luchan! 
Jorge Zabalza

29.04.2013
Agazzi aconsejó a guerrilla colombiana

Votos por fierros

El senador del MPP Ernesto Agazzi aconsejó a las guerrillas colombianas canalizar sus reivindicaciones en programas políticos “realistas”. Para el ex guerrillero tupamaro, la guerrilla “no tiene ninguna perspectiva” en América Latina, y que es “una locura” mantenerla en el contexto histórico actual. 

El senador y ex combatiente del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN-T) Ernesto Agazzi instó a las guerrillas colombianas a canalizar sus reivindicaciones en programas políticos realistas capaces de articular transformaciones sociales más allá de "la toma del poder".
En una entrevista con Efe, Agazzi reconoció en Bogotá que la lucha guerrillera en América Latina ya "no tiene ninguna perspectiva" por lo que, a su juicio, mantenerla en el contexto histórico actual "es una locura".
"Ese es el punto débil" de la insurgencia, apuntó sobre la necesidad de ser realistas, y consideró que "los que hicieron política con las armas sobrevaloraron la importancia del instante en la toma del poder y después, cuando se accede al Gobierno en regímenes democráticos, vienen las tribulaciones".
Agazzi se expresó así con motivo de su participación en el foro organizado por la ONU y la Universidad Nacional a petición del Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sobre la eventual llegada a la política del grupo rebelde.
De este foro, al que asisten los partidos políticos y los movimientos sociales colombianos, saldrán propuestas que se enviarán a la mesa de negociación de La Habana.
El senador por el Movimiento de Participación Popular y antiguo ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (2008-2009), que explicó la experiencia de la guerrilla urbana tupamara, indicó: "si las FARC han dedicado su vida a construir una sociedad mejor creo que hay herramientas para seguir haciendo lo mismo con el mismo objetivo pero de otra manera, eso es posible en la América Latina de hoy".
Y recordó que el reto es "salir a la luz pública y participar en ámbitos donde hay que tomar decisiones".
Agazzi reconoció la particularidad colombiana en el contexto sudamericano, el único país de la región donde persiste un conflicto armado interno, "con unas FARC muy fuertes desde la época de las guerrillas rurales" y con territorios en los que "el Estado no existe".
"Lo que ha sucedido en Colombia es que muchos sectores desplazados, excluidos de la sociedad, se han incorporado en los contingentes guerrilleros, no sé si con una claridad estratégica de lograr una revolución de clases, pero sí como una manera de defenderse de las injusticias", sentenció.
Agazzi resaltó asimismo que aunque en Uruguay "no hubo una amnistía entre dos bandos, sino el fracaso de una dictadura", en los procesos de transición de grupos armados a fuerzas políticas es necesario atender programas de inclusión social en los que ambos bandos rechacen la violencia y apuesten por el respeto mutuo.
"Cuando termina el conflicto bélico hay que generar garantías de que uno no va a agarrar las armas de nuevo. El Gobierno tiene que ser muy honesto en el momento de dar opciones políticas para la participación y preservar que eso se haga en igualdad de condiciones", explicó.
En este sentido, recomendó a las FARC que antes de dejar las armas "tengan garantías" para hacerlo y les animó a creer que no "los van a matar al otro día".
(Fuente: EFE)


Agazzi instó a las FARC a dejar la lucha armada 
El senador aseguró en Bogotá que la lucha guerrillera en América Latina ya "no tiene ninguna perspectiva" 
 El senador y excombatiente tupamaro Ernesto Agazzi instó este lunes a las guerrillas colombianas a canalizar sus reivindicaciones en programas políticos realistas capaces de articular transformaciones sociales más allá de "la toma del poder".

En una entrevista con Efe, Agazzi reconoció en Bogotá que la lucha guerrillera en América Latina ya "no tiene ninguna perspectiva" por lo que, a su juicio, mantenerla en el contexto histórico actual "es una locura".

"Ese es el punto débil" de la insurgencia, apuntó sobre la necesidad de ser realistas, y consideró que "los que hicieron política con las armas sobrevaloraron la importancia del instante en la toma del poder y después, cuando se accede al Gobierno en regímenes democráticos, vienen las tribulaciones".

El excombatiente se expresó así con motivo de su participación en el foro organizado por la ONU y la Universidad Nacional a petición del Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sobre la eventual llegada a la política del grupo rebelde.

De este foro, al que asisten los partidos políticos y los movimientos sociales colombianos, saldrán propuestas que se enviarán a la mesa de negociación de La Habana.

El senador por el MPP y antiguo ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (2008-2009), que explicó la experiencia de la guerrilla urbana tupamara, indicó: "si las FARC han dedicado su vida a construir una sociedad mejor creo que hay herramientas para seguir haciendo lo mismo con el mismo objetivo pero de otra manera, eso es posible en la América Latina de hoy".

Y recordó que el reto es "salir a la luz pública y participar en ámbitos donde hay que tomar decisiones".

Agazzi reconoció la particularidad colombiana en el contexto sudamericano, el único país de la región donde persiste un conflicto armado interno, "con unas FARC muy fuertes desde la época de las guerrillas rurales" y con territorios en los que "el Estado no existe".

"Lo que ha sucedido en Colombia es que muchos sectores desplazados, excluidos de la sociedad, se han incorporado en los contingentes guerrilleros, no sé si con una claridad estratégica de lograr una revolución de clases, pero sí como una manera de defenderse de las injusticias", sentenció.

Agazzi resaltó asimismo que aunque en Uruguay "no hubo una amnistía entre dos bandos, sino el fracaso de una dictadura", en los procesos de transición de grupos armados a fuerzas políticas es necesario atender programas de inclusión social en los que ambos bandos rechacen la violencia y apuesten por el respeto mutuo.

"Cuando termina el conflicto bélico hay que generar garantías de que uno no va a agarrar las armas de nuevo. El Gobierno tiene que ser muy honesto en el momento de dar opciones políticas para la participación y preservar que eso se haga en igualdad de condiciones", explicó.

En este sentido, recomendó a las FARC que antes de dejar las armas "tengan garantías" para hacerlo y les animó a creer que no "los van a matar al otro día".

El foro sobre participación política celebra hoy su segunda jornada a puerta cerrada con la discusión de las distintas mesas de debate y mañana presentará sus propuestas.
Autoridades, expertos y víctimas del largo conflicto colombiano coinciden en la importancia del momento en que se encuentra el proceso y consideran que las garantías para ejercer la oposición política son fundamentales para avanzar.


Piedad Córdoba a propósito del Foro "Participación Política"

Piedad Córdoba es una de las afectadas por la falta de garantías para la participación política en Colombia, en esta intervención reflexiona sobre ¿Qué es la participación política? ¿Existen garantías en Colombia para la Participación política? ¿Qué papel debe jugar la sociedad civil en esta discusión? .


Abril 30. “La situación represiva en Colombia sigue siendo extremadamente grave”. Entrevista a Reynaldo Villalba Vargas, presidente del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo

 Reynaldo Villalba Vargas, presidente del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo




Reynaldo Villalba Vargas, es presidente del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo y por lo tanto, un importante defensor de los derechos humanos en Colombia.
Actualmente está en Argentina para difundir la gravedad de la situación que se vive en Colombia, donde “se siguen violando los derechos individuales día a día, y donde la criminalidad paramilitar, amparada por el Estado, sigue siendo parte de la realidad.”.
Recientemente mantuvo un encuentro con el Secretario de Derechos Humanos de la Asociación de Trabajadores del Estado, Héctor Carrica, quien le manifestó la más amplia solidaridad con la lucha del pueblo colombiano.
A continuación damos a conocer la entrevista mantenida con Villalba Vargas, sobre cuáles son los parámetros del conflicto colombiano.
* ¿Cómo ve, desde su rol de defensor de derechos humanos la situación actual represiva en Colombia?
–La situación represiva en Colombia sigue siendo extremadamente grave. A la fecha tenemos más de 2.800 sindicalistas asesinados desde 1986, y sólo en los últimos cuatro años la cifra supera los 118. Hay también más de 150 defensores de derechos humanos asesinados desde 2008. El desplazamiento forzado alcanza según algunas cifras a más de cinco millones de personas y alrededor de siete millones de hectáreas de tierras despojadas.
Nos encontramos en un proceso de paz, que ha sentado a la mesa a las FARC y al Gobierno. Sin embargo, al mismo tiempo se está aplicando una ley llamada “de víctimas”, por la que supuestamente se estaría restituyendo tierras a los campesinos desplazados de su territorio, pero desde el año 2006 hasta el presente, ya van más de 70 activistas que reclamaban tierras y han sido asesinados. Eso dice a las claras que no existen garantías, porque cuando se mata a un activista de una región, lo que hace es paralizar de inmediato cualquier tipo de reclamo. La consecuencia obligada de esto, es que las tierras quedan en manos de quienes se beneficiaron del despojo.
* ¿Cuál es su opinión sobre cómo se vienen dando las conversaciones de La Habana?
– El proceso de paz es un anhelo de la mayoría de los colombianos, después de más de 50 años de conflicto armado que hemos vivido todas estas generaciones. Lo que sí queremos es que el proceso, cuente con la participación de las organizaciones de la sociedad civil, más allá de hacer llegar a la mesa nuestras propuestas sobre los cinco puntos iniciales acordados para discutir ente las FARC y el Gobierno. 
Por supuesto aspiramos que se tengan en cuenta las voces de las víctimas y que se hable cuáles van a ser los términos de verdad, justicia y reparación,
Nos preocupa mucho la posibilidad de que esté en marcha una auto-amnistía. Es decir, que todos los crímenes cometidos por el Estado durante más de medio siglo, vayan a quedar en la impunidad. A finales del año pasado se hizo una reforma constitucional que creó lo que hoy se conoce como el marco jurídico para la paz. Teóricamente esto era para facilitar las conversaciones con las organizaciones al margen de la ley y para facilitar su incorporación a la vida civil,, aunque muchos sostuvimos que esto no era necesario, ya que la Constitución tenía los elementos jurídicos para facilitar cualquier diálogo. De hecho, la Constitución y el Código Penal colombiano reconocen el delito político. Incluso se da la posibilidad que el Estado dicte amnistías o indultos a favor de quienes han incurrido en delitos políticos.
Todos esos instrumentos estaban, por ello tenemos el fundado temor de que al final lo que más se esté buscando con este marco jurídico, una excusa para lograr una auto-amnistía.
Otro tema que nos preocupa es que se ha ampliado constitucionalmente el fuero penal militar. Durante muchos años, las organizaciones populares hemos luchado para que ese fueron no se aplicara en relación a violaciones de los derechos humanos, y que sea la justicia ordinaria la que asumiera esas investigaciones. Eso se logró en la mayor parte de casos, pero con esta reforma última, lo que va a suceder es que todas estas violaciones pasen al fuero militar. Históricamente hemos demostrado como la justicia penal militar no son tribunales eficaces, independientes e imparciales para conocer este tipo de criminalidad, y sobre todo en un país como Colombia, donde existe Terrorismo de Estado y políticas que han facilitado la sistemática violación de los derechos humanos.
* ¿Qué nos puede decir de la discusión sobre la problemática agraria?
– Si se produjera un avance en los diálogos de paz, hay que tener claro que lo que han convenido las partes, son negociaciones para poner fin al conflicto armado. Dentro del acuerdo no está el propósito de transformaciones democráticas ni de discusión de los modelos de desarrollo económico. Cuando uno ve los cinco puntos, se da cuenta que eso es así. En cuanto al tema de tierras, por ejemplo, que es sumamente importante para explicar la violencia política en Colombia, lo que se dice es que se discutirá el tema del desarrollo rural integral, que no puede leerse como reforma agraria. Lo que está proponiendo las FARC son zonas de Reserva Campesina. Hoy hay seis zonas creadas por ley o con fundamento legal y las FARC estarían reclamando algo más de 400. Estas zonas fueron conquistas de los campesinos, que han conformado estas Reservas exitosamente, en cuanto a la organización campesina, a la conservación del medio ambiente y de impedir también que las multinacionales sigan avanzando. Estas están copando todo el país, ha habido en ese sentido más de 9 mil entregas de títulos, incluyendo exploración minera en sitios prohibidos como los páramos, que son fábricas de agua.
* Existen en Colombia numerosos presos políticos, y en ese sentido interesa su opinión sobre este grave y no muy propagandizado aspecto de las consecuencias de la política estatal represiva.
– La mayor violación a los derechos humanos es la que sufren las presas y presos políticos.
Obviamente que si el arreglo con el gobierno funciona, buena parte de esos presos y presas deberán salir en libertad. Un tema que se está discutiendo es cuál sería la justicia transicional allí, ya que hoy día, los instrumentos internacionales de derechos humanos limitan las amnistías e indultos, pues no permiten ambas iniciativas en relación a crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y genocidio. El marco jurídico para la Paz faculta al gobierno para establecer procesos diferenciados con las organizaciones al margen de la ley, es decir, que no necesariamente los términos acordados con los paramilitares, tienen que ser los mismos que se acuerden con las guerrillas.
Ahora, presos políticos los hay. No sólo los que pertenecen a las organizaciones armadas, FARC y ELN, sino también los luchadores sociales, defensores de derechos humanos, como el recientemente condenado David Rabelo, del Partido Comunista, sindicalistas que son judicializados, o campesinos que están luchando por sus reivindicaciones.
* Usted decía que en la mesa de negociaciones sólo se está discutiendo, como propósito, el fin del conflicto armado. Sin embargo, no parece factible que se decida este final, sin que se solucionen las causas por las que en algún momento se empuñaron las armas.
– Como organizaciones sociales decimos, que la paz tiene que entenderse de manera integral, y que tiene que hablarse de reformas y de justicia social, para que esta paz sea duradera y estable. Pero lo que se está diciendo es que primero habría que firmar el fin del conflicto y luego se iniciarían todos los procesos democráticos, con la participación del grueso de la sociedad colombiana.
* Finalmente, ¿qué se va a hacer para terminar con el paramilitarismo? De esto se habla poco, pero es evidente que siguen existiendo.
– Le agradezco la pregunto, puesto que en el anterior gobierno, de Alvaro Uribe Vélez, se hizo una falacia de desmonte de los grupos paramilitares: Hoy, hay ciertas versiones que sugieren que hubo un rearme, pero queda claro que jamás hubo un desmonte de las estructuras políticas, económicas y militares que sostenían a esos grupos paramilitares.
Lo cierto es que no se trata de un reciclado, sino que el paramilitarismo sigue vigente. El gobierno manifiesta que el paramilitarismo no existe, que eso ya se acabó con la desmovilización, y que lo que se da hoy son bandas criminales dedicadas a la extorsión y al narcotráfico, y de repente le agregan, la minería ilegal. Son argumentos que se caen por su propio peso. Por ejemplo: las BACRIM no son grupos paramilitares porque no tienen una estructura jerarquizada a nivel nacional como era el caso de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Esto no tiene validez, porque las AUC se conformaron en el camino de todas las organizaciones paramilitares que había en Colombia, pero no nació el paramilitarismo con ese acuerdo nacional. ¿Qué ahora se alimentan del narcotráfico y la extorsión? Esa es una realidad de siempre, y lo mismo ocurría con los anteriores grupos de paracos. Ellos mismo lo confesaron. Carlos Castaño decía que “el 70% de los recursos provienen del narcotráfico”.
El que conozca mínimamente la historia del país sabe que el cuento que hoy quiere hacer creer el gobierno, no es creíble. Por eso, una de las exigencias que le estamos haciendo al gobierno, es que reconozca que el paramilitarismo existe, nunca fueron desarmados, porque entre otras cosas, si se produce un cese definitivo de hostilidades entre la guerrilla y el gobierno, qué pasa con el aparato criminal al interior del Estado y qué pasa con esos grupos de asesinos que el Estado ha creado, sostenido y fundamentado.
Es decir, aquí puede pasar, que aún en proceso de paz, continúe la misma historia, de exterminio de los militantes sociales, políticos, sindicales y estudiantiles.

Abril 27. Muerto el perro… se acaba la sarna? La Paz y la Violencia. Por José María Carbonell

 

Por José María Carbonell, Cambio Total.
Algunos “analistas”, con disimulada alegría, han “descubierto” que la “violencia” no se acabará con la firma de un Acuerdo de Paz entre las FARC-EP y el Gobierno colombiano. Quizá piensan que la Paz se logra por decreto, solución “mágica” a la cual están acostumbrados.
En Cambio Total hemos dicho que la Paz, su consecución, es un proceso. Como tal, implica puntos de partida –inicio de conversaciones, discusión de los puntos de una Agenda, concreción de los Acuerdos, implementación de éstos, verificación de ellos, etc-, y puntos de llegada –fortalecimiento de las nuevas organizaciones populares, modernización de la forma de hacer política, justicia, justicia social, equidad, etc-. 
En éste “proceso”, el Estado y su gobierno deberán accionar todos los mecanismos en su poder para llevar a feliz concreción los Acuerdos. Ejemplo, distribución de tierras y formas de propiedad (colectiva vs “privada”), ayudas monetarias a los campesinos e indígenas, modernización de las labores del campo, etc, etc. Las FARC-EP, como una consecuencia de la acción estatal de adelantar la guerra contra el pueblo, se irá involucrando en la vida “legal” que brinda la Nueva Constitución elaborada por todos los sectores de la sociedad colombiana e irá desarrolando su acción “política” a fin de modernizar el Estado, sus formas de propiedad, su estructura y superestructuras, a fin de inscribirnos en el siglo 21 como la Nueva Colombia en paz con justicia social.
Evidentemente que los “enemigos de la Paz” no se van a estar quietos. De hecho no están quietos. Están desarrollando lo único que saben hacer y recurren a su único argumento : la guerra. “Guerra sucia” entre otras cosas, que recurre al asesinato a mansalva de los líderes populares que adelantan la lucha por una mejor Colombia, ahora y siempre, la cual utiliza también las modalidades criminales de la desaparición forzada, las masacres, las ejecuciones extrajudiciales, etc.
Por ello, en éstos momentos de discusión y Acuerdos, esos “enemigos de la Paz”, los Uribhitler, los Francisco Santos, los Ordóñez, algunos militares en servicio activo y uso de buen retiro, los narcotraficantes ahora llamados neo-narcoparamilitares o BACRIM, seguirán soterradamente impulsando y acolitando la política de Terrorismo de Estado entre esos sectores “enemigos de la solución política”, política que todavía se mueven las fuerzas estatales –militares y políticas-.
Ya la Marcha Patriótica denunció el asesinato de 8 de sus líderes en 2013. Ya el CICR en su último “informe —conocido justo en momentos en los que Colombia pasa al banquillo de los derechos humanos al presentar su Examen Periódico Universal en Ginebra, Suiza — la Cruz Roja señala que en 2012 registró 880 presuntas violaciones al Derecho Internacional Humanitario por parte de todos los actores del conflicto y ocurridas tanto en los campos como en las grandes ciudades.
...Esa entidad refiere que en 2012 hubo un deterioro de la situación de derechos humanos en regiones como Cauca, Norte de Santander, Caquetá, Arauca, Putumayo y Nariño y en ciudades como Medellín, Buenaventura y Tumaco. Asimismo, el desplazamiento forzado se mantuvo en niveles preocupantes, de acuerdo con el CICR, que citando cifras oficiales, indicó que desde 1997 se han registrado cerca de 3 millones 900 mil desplazados.
...De acuerdo con el CICR, que citando cifras oficiales, indicó que desde 1997 se han registrado cerca de 3 millones 900 mil desplazados”.
Igualmente, “durante 2012 el CICR conoció de 161 casos de desaparición forzada y entregó los restos de 13 personas cuyos cuerpos se encontraban en fosas comunes. Hasta el año pasado se habían reportado cerca de 78.000 casos de desaparición en el Sistema de Información Red de Desaparecidos y Cadáveres de l Instituto Nacional de Medicina Legal” Además, “la violencia sexual, esa institución atendió en 2012 cerca de 117 casos”.
Lo que demuestra que desde el Estado se sigue aplicando el Terrorismo de Estado y no se entiende cómo desde el Estado y los medios de comunicación en poder de la oligarquía les siguen exigiendo el “desarme de las FARC”, mientras el Estado sigue aplicando su política de Terrorismo de Estado, es decir, de guerra contra el pueblo.
Hemos también señalado que el Estado tiene la capacidad de desmontar sus grupos neo-narcoparamilitares ya que éstos dependen de los sectores guerreristas al interior de las fuerzas militares y estatales. Quizá por el miedo a que “muerto el perro, se acaba la sarna”, los sectores guerreristas al interior del estado y fuera de él temen quedarse sin el último argumento propagandístico que justifica su política de exterminio, cuya principal motivación es económica, desde luego, y es política en segundo lugar.
Lograr unos Acuerdos de Paz con las FARC-EP tendrá que producir el desmonte de las bandas neo-narcoparamilitares, que actúan impúdicamente con las fuerzas militares y políticas tradicionales en Colombia, es decir, “muerto el perro”, la Guerra, se “acaba la sarna”, las bandas de los “enemigos de la Paz”. 
No quisiéramos creer que el gobierno y el estado colombianos seguirían aplicando su política de exterminio de líderes guerrilleros que pactaron Acuerdos de Paz con ellos, como sucedió con Guadalupe Salcedo, Carlos Pizarro-LeónGómez, y otros. Eso sería re-editar las causas que originaron el actual conflicto interno colombiano.
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Publicado por Blogger en CambioTotalRevista el 4/25/2013



Arrepentido? o a Agazzi le falla?

 ARREPENTIDOS, PERO NO TONTOS.

                           
                                 Hay circunstancias en la vida de las personas, que las llevan -que nos llevan - a cometer actos que nos dejan marcados por el resto de la vida.Es normal y siempe trataremos de analizar aquellas circunstancias, buscando atenuantes que justifiquen aquellos actos, aquellas decisiones tomadas desde la inmadurez, en un arranque de ira, con unas copas de más, etc.Hemos herido personas, sentimientos; injusticias cometidas muchas veces contra aquellos que más quisimos, tal vez porque eran quienes estaban más cerca.La lista sería interminable y las causas otro tanto.

                                                                 El falso orgullo que padecemos, nos ha impedido muchas veces de reparar a tiempo aquellas injusticias.Y luego, es tarde.La conciencia se ha hecho cargo y se resiste a borrarlas. Sólo la buena voluntad de las personas, si es que el paño es bueno, han logrado en algunos casos, poner las cosas en su lugar, cerrar las heridas y la puerta al rencor.Pero lamentablemente, no siempre es así.

                                                                  Desde mucho tiempo atrás venimos contemplando actos de arrepentimiento, en personas que en sus años jóvenes tomaron la seria decisión de empuñar las armas.Decisión ésta -madurada quiero pensar - cómo única alternativa posible, de alcanzar los objetivos planteados. Y esa decisión cuyo acierto o error, no me corresponde a mí juzgar, trajo consecuencias a toda la sociedad.Para bien y para mal. Ya nada sería igual y a partir de entonces, hay un antes y un después.

                                                                   Para bien, porque logró despertar a un Uruguay que vivía dormido esperando otro Maracaná y que todavía -al decir de Benavídez - " nos contaba sus historias en vintenes " y se negaba a mirar el presente.Un Uruguay en manos de delincuenes disfrazados de gente respetable y con cargos ministeriales. El Uruguay de la rosca y las 500 familias.

                                                                   Y para mal, porque aquella propuesta armada, despertó apetitos en quienes aún tomaban mate en los cuarteles y sólo esperaban la oportunidad en que la clase dominante les diera luz verde. Y cuando ésta llegó, encontró a un pueblo desarmado e indefenso. A un pueblo que todavía creía que a las armas las carga el diablo. A un pueblo cuyos dirigentes -no todos por suerte - le hicieron creer en la salida "peruanista" a lo Velazco Alvarado.

                                                                   Así fue que una vez vencida la guerrilla, sólo quedaba aplicar la receta que antes se quiso aplicar, pero no se pudo: un proyecto económico redactado por quienes necesitaban, un pueblo aterrorizado y un movimiento obrero desarticulado, para llevarlo adelante.

                                                                    Parece entonces normal, que mucha gente a la luz de su experiencia de corto plazo, confiese su error y se muestre arrepentida.Aunque yo tengo mis dudas.

                                                                     Se trata de gente arrepentida o de gente que nunca estuvo convencida? Ya veremos.

                                                                      En estos días las FARC han sufrido un duro revés, que tal vez signifique su capitulación inmediata: NO CUENTAN CON EL APOYO DEL SENADOR AGAZZI. Todo una tragedia para el pueblo colombiano y el futuro guerrillero.

                                                                       Bueno, este senador de pasado insurgente, "ordeñó" bastante ese pasado "malevo y feroz" al momento de juntar votos.Parecía entonces que la lucha armada no es una locura, si nos permite una banca en el senado, una vez jubilado de combatiente.Este señor seguramente desconoce la realidad colombiana y se atribuye el derecho de dar consejos.

                                                                         Uno se pregunta que balance de la situación hizo este hombre, cuando se decidió por las armas. Estaban las condiciones dadas o  " fueron locuras juveniles y falta de consejos"? Y esas condiciones, han desaparecido o se han agravado más?

                                                                          Qué le proponen a los colombianos en armas? Acaso que sigan su ejemplo y le digan al  pueblo que el imperio ha cambiado y ya no es tan malo? Que se bajen los pantalones ante algún embajador que hable el idioma de la casa, para que entiendan que es mucho más fácil alcahuetear a domicilio?

                                                                            Que le oculten al pueblo las fosas clandestinas, que esconden los restos de sus propios compañeros?

                                                                              Que amparen a los genocidas cuando llegue el momento en que los familiares, pidan Verdad y Justicia?

                                                                                Que se integren al mundo político permitido - a cambio de - y se hagan los distraídos para seguir en la farándula a más de 100.000 mensuales?

                                                                                 Si este  hombre y otros como él, tuvieran un poco de vergüenza, tendrían que renunciar a sus bancas, porque llegaron  levantando banderas que no sentían como propias.

                                                                                  Los miles de uruguayos que sufrieron persecución y fueron despedidos de sus lugares de trabajo, los miles de exiliados, las familias desintegradas, los hijos que debieron nacer en otro idioma que el de sus padres, hoy les piden cuentas.No por haberse levantado en armas, sino por impostores. Y porque no solamente traicionaron los ideales por los que se luchaba, sino porque se traicionaron a sí mismos. Y porque hoy - tal cual acostumbran los traidores - buscan cómplices que les alivien la conciencia maltrecha.

                                                                                  Por eso le decimos a este y a otros, que dejen tranquilos a los colombianos.Ellos sabrán lo que tienen que hacer, cómo y cúando. Uds. ya hicieron lo suyo. No intenten corromper a quienes todavía mantienen intacta su dignidad.





3 comentarios:

  1. Aggazi la juventud del 68 lucho por cambios no por reformas. Los martires no murieron por reformas porque desde 100 decadas Uruguay ha tenido reformas. El pueblo peleo por cambios profundos, o que tiene usted las neuronas fusiladas? Se mantiene esas ideas hasta que nos lleve la muerte. Como dijo el CHE aca no se rinde nadie carajo! Habra otros metodos sin ser las armas, pero los cambios estan y perduran en hacerse en decadas, no reformas.

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  2. Inteligente iniciativa de las FARC. A partir de los aportes de las distintas organizaciones políticas, sabrán , con certezas, quienes luchan por concientizar, organizar y armar al Pueblo como única y auténtica garantía para la Paz, Justicia con equidad social y desarrollo Para Una Patria Para todos.

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  3. Senor Agazzi deberia saber que el capitalismo y imperialismo, siempre ha hechos trampas para caer en las manos de ellos. Usted, que venga con reformas es inconcebible, las negociaciones que hace FARC saben lo que hacen, las negociaciones llevan su tiempo, de argumentos, de dialogos, un dia va bien otro dia va mal. Es todo un proceso de dialogo, de como saber negociar, ellos por seguro no van a tranzar o vender o a entregar a sus organizaciones por baratas reformas que puedan ofrecer el imperio. Pienso que usted, esta atrapado en politicas neo-liberales, como dijo Fidel "ojo con esas politicas neo-liberales"
    Para una patria justa, sin clases, la lucha y el dialogo y la negociacion sera en todos los niveles. Yo no creo que ningun ser humano le guste cargar un arma. Pero eso lo decide la historia. FARC no es lo que fue o paso en Uruguay, que muchos se entregaron a las politicas reformistas neo-liberales, otros escalaron posiciones politicas, otros se disfrazaron de socialistas con ideas neo-liberales. Me pregunto en que categoria se ubica usted? O es que Uruguay, o ese grupo que hoy esta en el gobierno hizo en forma similar lo paso con la Rev. Mejicana que cayo en manos de la burguesia. Difero con usted, yo soy Humanista y quiero una sociedad justa, no migajas. Por eso admiro al compa Zabalza, porque vive de acuerdo a sus necesidades y dice las cosas con fundamentos sin pelos en la lengua.
    Un viejo como usted pero diferente en forma de pensar.

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