20 de mayo: la consigna es ir

Llamamos a la marcha del silencio, el lunes hora 19 en Rivera y Jackson convocada por madres y familares de desaparecidos SE MARCHARA EN ABSOLUTO SILENCIO. Solo banderas uruguayas, fotos, velas (sin  banderas partidarias). A la altura del Municipio se comienzan a nombrar los desaparecidos y decimos "PRESENTE". Cuando se llega a la Plaza Libertad se canta el HIMNO NACIONAL. Luego la marcha se disuelve pacíficamente. Es una disposición de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos y ha sido así por 18 años consecutivos. NO HAY CÁNTICOS, NI CACEROLEO, NI PROCLAMA ALGUNA. El silencio debe romper las piedras.

“En mi patria no hay justicia. ¿Quiénes son los responsables?”, convoca la 18ª Marcha del Silencio.
La consigna surgió de los propios familiares de desaparecidos que hace 40 años preguntan dónde están.
En 28 años de reinstitucionalizado el país, la pregunta sigue sin respuesta y eso es lo que no es justo.
En 18 años de la marcha se ha planteado todo tipo de consignas, sin lograr respuesta al reclamo.
En 1996: “Verdad, memoria y nunca más”
En 1997: “Queremos la Verdad”;
En 1998: “La verdad nos hará libres”
En 1999: “¿Qué le falta a nuestra democracia?: Verdad”.
En 2000: “La verdad es posible y necesaria”
En 2001: "Sin verdad secuestrada, sin memoria prohibida"
En 2002: “Sin ocultamientos, ni amenazas; verdad, memoria y nunca más"
En 2003: “Dónde están? Hoy más que nunca, nunca más”
En 2004: “Verdad, Justicia, Memoria y Nunca Más. Por Michelini, Gutiérrez Ruiz, Barredo y Whitelaw
En 2005: “Por los más de 210 detenidos-desaparecidos. Para el pasado, verdad; en el presente, justicia, por siempre, memoria y nunca más”.
En 2006: “Basta de Impunidad, Justicia para los crímenes de Lesa Humanidad”
En 2007 ¿Dónde están? La verdad sigue secuestrada. Nunca más terrorismo de Estado”
En 2008 "Exigimos verdad y justicia".
En 2009 “Elegimos: verdad, justicia, memoria y nunca más",
En 2010: “Sin verdad y justicia no hay reconciliación”.
En 2011: "Verdad y Justicia, derechos de todos, responsabilidad del Estado".
En 2012: "Los vamos a encontrar. Por un futuro sin impunidad, verdad y justicia”
No ha sido justo que el Poder Ejecutivo promulgue una ley que veinticinco años después se admite como inconstitucional.
No ha sido justo que el Poder Legislativo haya votado aquella ley y luego (aunque hubiere mayorías para hacerlo) no fuera capaz de corregirlo con otra ley.
No es justo que cuando, finalmente, los otros poderes del Estado deciden eliminar aquella injusticia el Poder Judicial salga con otra chicana.
No es justo que no se abran todos los archivos del Estado y se ponga a trabajar sobre ellos a todo el personal necesario para saber la verdad (que exigiría justicia).
No es justo que fiscales y jueces no ordenen el allanamiento de los domicilios de criminales de lesa humanidad que se vanaglorian de tener “archivos”.
No es justo que Tróccoli veranee en Italia, que Cordero tenga arresto domiciliario, que Ferro ande por la calle y que Yanonne de clases de historia en la Escuela Militar.
No es justo que las Fuerzas Armadas sepan, que los voceros de los clubes que defienden a los militares sepan, que algunos políticos sepan, pero no digan la verdad.
No es justo que las viejas se vayan muriendo sin saber qué ocurrió con los huesos de sus hijos y no tengan la posibilidad de descansar junto a ellos.
No es justo que no se expresa la voluntad política de solucionar el tema y que la defensa de los derechos humanos no se establezca como política de Estado.
No es justo que jueguen convenientemente con la teoría de los dos demonios y digan que todo se soluciona cuando se muera el último de los combatientes.
No es justo que desde la salida de la dictadura tengamos que seguir reclamando por aquellas violaciones a los derechos humanos y no por otras que hoy ocurren.
No es justo que ante aquellos crímenes no parezca grave lo que ocurre en minoridad, cárceles, pobreza,  marginalidad, medio ambiente y otros ámbitos donde hoy violan derechos humanos.
No es justo que los impunidores hayan logrado generar, con la falta de verdad y el no castigo, esta cultura de impunidad que a todos (todos) nos confunde.
No es justo que la denuncia sobre esta injusticia de Estado genere reflejos de defensa política a un gobierno que ha hecho y ha dejado hacer, pero aún es omiso.
No es justo que pensemos que en nuestra patria hay justicia mientras no sepamos dónde están y que no nos demos cuenta que nosotros mismos somos los responsables.
Para asumir mi responsabilidad debo ir este lunes 20 de mayo a marchar por 18 de julio y mostrar en mi silencio (atronador silencio) el grito de un justo reclamo.

Porque ir a la Marcha del Silencio es la consigna.

Roger Rodríguez

(En base a los argumentos expuestos durante un debate dentro de un e-group)