ESE DIA ME SENTÍ COBARDE
´´ LA CONFRONTACIÓN MÁS DURA CON SANCHEZ MOSQUERA SE PRODUJO EN UN PEQUEÑO POBLADITO O CASERÍO LLAMADO SANTA ROSA. COMO SIEMPRE DE MADRUGADA AVISARON QUE SÁNCHEZ MOSQUERA ESTABA ALLÍ Y NOS DIRIGIMOS RAPIDAMENTE AL LUGAR, YO ESTABA CON ALGO DE ASMA Y POR LO TANTO IBA MONTADO EN UN CABALLO BAYO CON EL QUE HABÍA HECHO BUENAS MIGAS. LA LUCHA SE EXTENDÍA EN DETERMINADOS PARAJES EN FORMA FRACCIONADA. HUBO QUE ABANDONAR LA CABALGADURA. CON EL GRUPO DE HOMBRES QUE ESTABA CONMIGO, TOMAMOS POSICIÓN EN UN PEQUEÑO CERRO, DISTRIBUYÉNDONOS EN DOS O TRES ALTURAS DIFERENTES. EL ENEMIGO TIRABA ALGUNOS MORTERAZOS PREVIOS, SIN MAYOR PUNTERÍA. POR UN INSTANTE ARRECIÓ EL TIROTEO A MI DERECHA Y ME ENCAMINÉ A VISITAR LAS POSICIONES, PERO A MEDIO CAMINO TAMBIÉN EMPEZARON A TIRAR POR LA IZQUIERDA, MANDÉ A MI AYUDANTE A NO SE QUE LUGAR Y QUEDÉ SOLO ENTRE DOS EXTREMOS DE DISPAROS. A MI IZQUIERDA, LAS FUERZAS DE SANCHEZ MOSQUERA, DESPUÉS DE DISPARAR ALGUNOS OBUSES DE MORTERO, SUBIERON LA LOMA EN MEDIO DE UN GRITERÍO DESCOMUNAL. NUESTRA GENTE CON POCA EXPERIENCIA, NO ATINÓ A DISPAR SALVO QUE OTRO TIRO AISLADO Y SALIÓ CORRIENDO LOMA ABAJO. SOLO EN UN POTRERO PELADO, VI COMO APARECÍAN VARIOS CASCOS DE SOLDADOS. UN ESBIRRO ECHÓ A CORRER LADERA ABAJO EN PERSECUCIÓN DE NUESTROS COMBATIENTES QUE SE INTERNABAN EN LOS CAFETALES. LE DISPARÉ CON LA BERETTA SIN DARLE, INMEDIATAMENTE, VARIOS FUSILES ME LOCALIZARON, TIRÁNDOME.
EMPRENDÍ UNA ZIGZAGUEANTE CARRERA LLEVANDO SOBRE LOS HOMBROS MIL BALAS QUE PORTABA EN UNA TREMENDA CARTUCHERA DE CUERO, Y SALUDADO POR LOS GRITOS DE DESPRECIO DE ALGUNOS SOLDADOS ENEMIGOS. AL LLEGAR CERCA DEL REFUGIO DE LOS ÁRBOLES MI PISTOLA SE CAYÓ. MI ÚNICO GESTO ALTIVO DE ESA MAÑANA TRISTE FUE FRENAR, VOLVER SOBRE MIS PASOS, RECOGER LA PISTOLA Y SALIR CORRIENDO, SALUDADO, ESTA VEZ, POR LA PEQUEÑA POLVADERA QUE LEVANTABAN COMO PUNTILLAS A MI ALREDEDOR LAS BALAS DE LOS FUSILES. CUANDO ME CONSIDERÉ A SALVO, SIN SABER DE MIS COMPAÑEROS NI DEL RESULTADO DE LA OFENSIVA, QUEDÉ DESCANSANDO, PARAPETADO EN UNA GRAN PIEDRA, EN MEDIO DEL MONTE. EL ASMA, PIADOSAMENTE, ME HABÍA DEJADO CORRER UNOS CUANTOS METROS, PERO SE VENGABA DE MÍ Y EL CORAZÓN SALTABA DENTRO DEL PECHO. SENTÍ LA RUPTURA DE RAMAS PRODUCIDA POR GENTE QUE SE ACERCABA. YA NO ERA POSIBLE SEGUIR HUYENDO- QUE REALMENTE ERA LO QUE TENÍA QUE HACER-. ESTA VEZ ERA OTRO COMPAÑERO NUESTRO, EXTRAVIADO RECLUTA RECIÉN INCORPORADO A LA TROPA. SU FRASE DE CONSUELO FUE MAS O MENOS:´´NO SE PREOCUPE, COMANDANTE, YO MUERO CON USTED``. YO NO TENÍA GANAS DE MORIR Y SI TENTACIONES DE RECORDARLE ALGO DE SU MADRE; ME PARECE QUE NO LO HICE.
ESE DÍA ME SENTÍ COBARDE``.
CHE-1963
´´ LA CONFRONTACIÓN MÁS DURA CON SANCHEZ MOSQUERA SE PRODUJO EN UN PEQUEÑO POBLADITO O CASERÍO LLAMADO SANTA ROSA. COMO SIEMPRE DE MADRUGADA AVISARON QUE SÁNCHEZ MOSQUERA ESTABA ALLÍ Y NOS DIRIGIMOS RAPIDAMENTE AL LUGAR, YO ESTABA CON ALGO DE ASMA Y POR LO TANTO IBA MONTADO EN UN CABALLO BAYO CON EL QUE HABÍA HECHO BUENAS MIGAS. LA LUCHA SE EXTENDÍA EN DETERMINADOS PARAJES EN FORMA FRACCIONADA. HUBO QUE ABANDONAR LA CABALGADURA. CON EL GRUPO DE HOMBRES QUE ESTABA CONMIGO, TOMAMOS POSICIÓN EN UN PEQUEÑO CERRO, DISTRIBUYÉNDONOS EN DOS O TRES ALTURAS DIFERENTES. EL ENEMIGO TIRABA ALGUNOS MORTERAZOS PREVIOS, SIN MAYOR PUNTERÍA. POR UN INSTANTE ARRECIÓ EL TIROTEO A MI DERECHA Y ME ENCAMINÉ A VISITAR LAS POSICIONES, PERO A MEDIO CAMINO TAMBIÉN EMPEZARON A TIRAR POR LA IZQUIERDA, MANDÉ A MI AYUDANTE A NO SE QUE LUGAR Y QUEDÉ SOLO ENTRE DOS EXTREMOS DE DISPAROS. A MI IZQUIERDA, LAS FUERZAS DE SANCHEZ MOSQUERA, DESPUÉS DE DISPARAR ALGUNOS OBUSES DE MORTERO, SUBIERON LA LOMA EN MEDIO DE UN GRITERÍO DESCOMUNAL. NUESTRA GENTE CON POCA EXPERIENCIA, NO ATINÓ A DISPAR SALVO QUE OTRO TIRO AISLADO Y SALIÓ CORRIENDO LOMA ABAJO. SOLO EN UN POTRERO PELADO, VI COMO APARECÍAN VARIOS CASCOS DE SOLDADOS. UN ESBIRRO ECHÓ A CORRER LADERA ABAJO EN PERSECUCIÓN DE NUESTROS COMBATIENTES QUE SE INTERNABAN EN LOS CAFETALES. LE DISPARÉ CON LA BERETTA SIN DARLE, INMEDIATAMENTE, VARIOS FUSILES ME LOCALIZARON, TIRÁNDOME.
EMPRENDÍ UNA ZIGZAGUEANTE CARRERA LLEVANDO SOBRE LOS HOMBROS MIL BALAS QUE PORTABA EN UNA TREMENDA CARTUCHERA DE CUERO, Y SALUDADO POR LOS GRITOS DE DESPRECIO DE ALGUNOS SOLDADOS ENEMIGOS. AL LLEGAR CERCA DEL REFUGIO DE LOS ÁRBOLES MI PISTOLA SE CAYÓ. MI ÚNICO GESTO ALTIVO DE ESA MAÑANA TRISTE FUE FRENAR, VOLVER SOBRE MIS PASOS, RECOGER LA PISTOLA Y SALIR CORRIENDO, SALUDADO, ESTA VEZ, POR LA PEQUEÑA POLVADERA QUE LEVANTABAN COMO PUNTILLAS A MI ALREDEDOR LAS BALAS DE LOS FUSILES. CUANDO ME CONSIDERÉ A SALVO, SIN SABER DE MIS COMPAÑEROS NI DEL RESULTADO DE LA OFENSIVA, QUEDÉ DESCANSANDO, PARAPETADO EN UNA GRAN PIEDRA, EN MEDIO DEL MONTE. EL ASMA, PIADOSAMENTE, ME HABÍA DEJADO CORRER UNOS CUANTOS METROS, PERO SE VENGABA DE MÍ Y EL CORAZÓN SALTABA DENTRO DEL PECHO. SENTÍ LA RUPTURA DE RAMAS PRODUCIDA POR GENTE QUE SE ACERCABA. YA NO ERA POSIBLE SEGUIR HUYENDO- QUE REALMENTE ERA LO QUE TENÍA QUE HACER-. ESTA VEZ ERA OTRO COMPAÑERO NUESTRO, EXTRAVIADO RECLUTA RECIÉN INCORPORADO A LA TROPA. SU FRASE DE CONSUELO FUE MAS O MENOS:´´NO SE PREOCUPE, COMANDANTE, YO MUERO CON USTED``. YO NO TENÍA GANAS DE MORIR Y SI TENTACIONES DE RECORDARLE ALGO DE SU MADRE; ME PARECE QUE NO LO HICE.
ESE DÍA ME SENTÍ COBARDE``.
CHE-1963
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