Victoria.
Berterreche, según consta en actas, se negó en su
momento a iniciar un proceso de negociación, pero por mayoría el
directorio aceptó negociar una fórmula. El representante del Partido
Nacional, Julio Cardozo, llevó adelante las conversaciones.
El gobierno temía que los grupos radicales
convirtieran el acuerdo en un triunfo político y animaran a resistir
instancias similares. Esta semana, diversos voceros de los grupos
radicales reivindicaron el "triunfo" de Ney Thedy y lo adjudicaron a la
"lucha social". Así lo hizo Zabalza cuando en una carta pública anunció
que "el Instituto de Colonización entrega al compañero Ney Thedy el
predio y los animales que le adjudicaron. Es el fruto de su porfiada
lucha, de su voluntad de no dejarse avasallar por el poder político y
del apoyo de un montón de gente que no se dejó amilanar con las
reiteradas maniobras y rechazos". Zabalza tenía previsto viajar a Bella
Unión "en un ómnibus lleno de compañeros" para "festejar".
En igual sentido se pronunció la familia Jaume, que
integra los movimientos por la tierra y acompañó la "lucha" de Thedy. Ni
Jaume ni Zabalza pudieron viajar a Bella Unión porque debieron
comparecer ante la Justicia por la asonada ante la Suprema Corte.
05 de octubre del 2013
En la nota se mencionaban los motivos que llevaron al desalojo: una deuda de 60.000 dólares y el subarrendamiento del terreno a otros productores. Lucía Topolansky incluso agregó que el colono poseía varios caballos de carrera, y los colonos deberían trabajar la tierra antes de "andar en otras cosas". Desde un primer momento, Theddy recibió el apoyo de cañeros y militantes. Encabezó tres marchas de Artigas a Montevideo a caballo, junto a "peludos" y radicales, entre ellos Irma Leites y Jorge Zabalza. Tampoco faltaron las manifestaciones ante los juzgados y el Instituto de Colonización. Incluso, representado por el abogado Helios Sarthou y el senador Oscar López Goldaracena, denunció penalmente al instituto por falta de ganado en su campo. Finalmente, Colonización parece haber dado el brazo a torcer. La semana pasada se anunció un acuerdo entre las partes, por el que el cañero desalojado recibiría un nuevo campo. Para los radicales fue un triunfo. Zabalza incluso dijo que tenía previsto viajar a Bella Unión en un ómnibus "lleno de compañeros" para "festejar", pero los procesamientos por los incidentes ante la Suprema Corte de este años se lo impidieron.
Un antiguo amigo
Medio año después de ser desalojado, el ex cañero Ney Thedy monta guardia en un rancho de barro a la entrada de su campo. El gobierno lo critica pero él tiene quien lo defienda.
En COLONIA EDUARDO ACEVEDO, ARTIGAS, Sebastián Cabrera
La sangre gotea lento sobre el piso de tierra. El dueño de casa, Ney Thedy, acaba de cortar un poco de la carne que cuelga del techo de paja. Luego pone un par de maderas en una vieja cocina a leña, pica la carne y la tira a la olla. De fondo suena una cumbia. Se acerca el mediodía y es hora de preparar un guiso.
La radio está en el centro de una atiborrada mesa, donde también hay un mate, un plato con tres huevos y una zanahoria ennegrecida, una cebolla, un par de vasos de metal, algunos cubiertos y otros recipientes. "Me gusta la comida fuerte, de paisano", dice Thedy.
El pequeño rancho de paredes de barro está al costado de un camino de tierra a 40 kilómetros de Bella Unión. Acá vive desde fines de abril Thedy, un ex cañero que hoy tiene 71 años y en la década de 1960 era uno de los tantos peludos que acompañó a Raúl Sendic hasta Montevideo. Esta es su casa luego que el Instituto Nacional de Colonización lo desalojó del campo que ocupaba, por una deuda que el organismo estima en 60.000 dólares y por subarrendar parte del terreno a un productor arrocero.
Al principio Thedy puso una carpa afuera del campo, sobre el camino de
tierra a 11 kilómetros de la ruta 3, en la zona de Colonia Eduardo
Acevedo. Pero el invierno se puso crudo y los nietos le ayudaron a
construir el rancho.
Hoy podría vivir en la casa de cualquiera de sus dos hijos, pero el colono dice que no quiere moverse de este lugar, junto al campo que le entregó Colonización en el gobierno de Luis Alberto Lacalle en la década de 1990. "Me quedo acá porque quiero ver el movimiento que está haciendo Colonización con mi ganado, que está adentro", dice el viejo cañero, de nariz puntiaguda, pelo blanco, ojos celestes, pocos dientes y cara arrugada.
Su caso fue tomado como un emblema por la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA) y otros grupos como el Colectivo de Lucha por la Tierra, que denuncia "un operativo político". De hecho, han aparecido pintadas en el Centro de Montevideo con la consigna "la tierra de Thedy es de todos, devolverla ya". A Thedy lo defiende desde hace algunas semanas el abogado Helios Sarthou, ex senador del MPP, hoy en Asamblea Popular.
Desde el gobierno se afirma que el desalojo es por la deuda impaga y se rechaza que haya un objetivo político. La propia senadora Lucía Topolansky la emprendió hace unos días contra Thedy en una entrevista radial: dijo que criaba caballos de carrera en el campo, subarrendaba una parte, andaba "en otras cosas" y no trabaja la tierra como debe hacerlo un colono (ver recuadro).
Cuando Colonización decretó el desalojo el 26 de abril, más de 100 "peludos" fueron al campo en señal de apoyo. "Se atropellaron los intereses del hombre viejo", dice el dirigente de UTAA, Jorge Rodas. "Lo respaldamos porque hasta no hace mucho fue trabajador rural, cortador, peón". Dos días más tarde y cuando los cañeros se habían ido, un operativo en la madrugada con decenas de policías concretó la medida. "Aparecieron como 90 milicos. Parecían pistoleros y yo tenía solo un cuchillito", sonríe él.
BIEN PELUDO. A Thedy se lo ve feliz igual. "Llegan muchos amigos, la paso lindo, no me desmoralizo, soy un viejo de mucho espíritu. Además, el rancho es calentito y no se llueve", dice, a pesar que la parte de adelante tiene una abertura que solo se cierra con un nailon.
"Yo fui bien peludo, me crié en un rancho de barro y paja como este. Dormía en el suelo, ni cama había", cuenta.
Las paredes de este rancho están hechas con una mezcla de barro, pasto y abono de vaca. El techo es de quincho y el piso, de tierra y pedregullo. Varios troncos gruesos son la base de la estructura y sirven para colgar algo de ropa y una toalla.
De vez en cuando echa "flit" y piensa poner revoque con cal para "correr" a las arañas. "Nunca me mató ningún insecto, yo soy más insecto que ellos", bromea. Hay un par de sillas blancas de plástico para recibir a las visitas y en la cabeza de la cama (o "catrera", como le dice él) se ve un póster de Sendic con la frase "la verdadera teoría revolucionaria surge de las revoluciones hechas". Abajo de la cama, hay un misterioso wáter abandonado.
Thedy habla en forma pausada y con un tono abrasilerado. Anda de pantalón y chancletas. Dice que a los 11 años ya trabajaba cortando caña. "Ganábamos muy poca plata, como para comer nomás. No teníamos licencia ni aguinaldo. Ahí cayó Sendic y nos fuimos de marcha a Montevideo a cuestionar eso".
Thedy hizo huelga y estuvo preso 13 días, pero luego siguió su vida cuando Sendic y muchos tupamaros pasaron a la clandestinidad. "Tenía que trabajar, no lo acompañé más". Fue capataz en azucareras antes de recibir el campo de 218 hectáreas en la década de 1990.
Y sus problemas económicos arrancaron en 2002. Colonización afirma que debe unos 60.000 dólares y que no le devolverán el campo. Pero el colono y quienes lo defienden afirman que la cifra ahora apenas llega a 5.000 dólares (ver recuadro). El presidente del instituto, Andrés Berterreche, dice que "este es un caso terminado" y que no hablará más del tema. "No sigo discutiendo, no sigo en la agonía permanente". La Justicia ya resolvió el lanzamiento y hay una audiencia judicial el martes 18 para intentar definir el tamaño de la deuda y cómo la cobrara el organismo.
Una autoridad del instituto, que pide no ser mencionada, recuerda que la actitud de Thedy y su entorno no fue la mejor, ya que el Colectivo de Lucha por la Tierra ocupó Colonización e hizo un "escrache" frente a la casa de Berterreche a fines de abril. El 19 de junio se manifestaron ante el presidente José Mujica en Sauce con una pancarta que decía "no venderé el rico patrimonio de los orientales al bajo precio de la necesidad". Thedy también acampó frente a Suárez.
"¿A usted le parece que le podemos volver a otorgar una tierra a alguien al que le dimos enormes posibilidades de pago y nunca pagó?", pregunta el jerarca.
En el rancho de Thedy, mientras, el guiso ya está casi pronto. El cielo plomizo anuncia lluvia. "Yo soy un viejo muy aguerrido, estoy fuerte", dice el veterano cañero. "Ahora solo pido que Dios me dé vida y salud; que Colonización me devuelva el campo y el ganado que hice trabajando, sin robar ni joder a nadie". Pero solo un milagro puede cumplir su deseo.
La sangre gotea lento sobre el piso de tierra. El dueño de casa, Ney Thedy, acaba de cortar un poco de la carne que cuelga del techo de paja. Luego pone un par de maderas en una vieja cocina a leña, pica la carne y la tira a la olla. De fondo suena una cumbia. Se acerca el mediodía y es hora de preparar un guiso.
La radio está en el centro de una atiborrada mesa, donde también hay un mate, un plato con tres huevos y una zanahoria ennegrecida, una cebolla, un par de vasos de metal, algunos cubiertos y otros recipientes. "Me gusta la comida fuerte, de paisano", dice Thedy.
El pequeño rancho de paredes de barro está al costado de un camino de tierra a 40 kilómetros de Bella Unión. Acá vive desde fines de abril Thedy, un ex cañero que hoy tiene 71 años y en la década de 1960 era uno de los tantos peludos que acompañó a Raúl Sendic hasta Montevideo. Esta es su casa luego que el Instituto Nacional de Colonización lo desalojó del campo que ocupaba, por una deuda que el organismo estima en 60.000 dólares y por subarrendar parte del terreno a un productor arrocero.
Hoy podría vivir en la casa de cualquiera de sus dos hijos, pero el colono dice que no quiere moverse de este lugar, junto al campo que le entregó Colonización en el gobierno de Luis Alberto Lacalle en la década de 1990. "Me quedo acá porque quiero ver el movimiento que está haciendo Colonización con mi ganado, que está adentro", dice el viejo cañero, de nariz puntiaguda, pelo blanco, ojos celestes, pocos dientes y cara arrugada.
Su caso fue tomado como un emblema por la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA) y otros grupos como el Colectivo de Lucha por la Tierra, que denuncia "un operativo político". De hecho, han aparecido pintadas en el Centro de Montevideo con la consigna "la tierra de Thedy es de todos, devolverla ya". A Thedy lo defiende desde hace algunas semanas el abogado Helios Sarthou, ex senador del MPP, hoy en Asamblea Popular.
Desde el gobierno se afirma que el desalojo es por la deuda impaga y se rechaza que haya un objetivo político. La propia senadora Lucía Topolansky la emprendió hace unos días contra Thedy en una entrevista radial: dijo que criaba caballos de carrera en el campo, subarrendaba una parte, andaba "en otras cosas" y no trabaja la tierra como debe hacerlo un colono (ver recuadro).
Cuando Colonización decretó el desalojo el 26 de abril, más de 100 "peludos" fueron al campo en señal de apoyo. "Se atropellaron los intereses del hombre viejo", dice el dirigente de UTAA, Jorge Rodas. "Lo respaldamos porque hasta no hace mucho fue trabajador rural, cortador, peón". Dos días más tarde y cuando los cañeros se habían ido, un operativo en la madrugada con decenas de policías concretó la medida. "Aparecieron como 90 milicos. Parecían pistoleros y yo tenía solo un cuchillito", sonríe él.
BIEN PELUDO. A Thedy se lo ve feliz igual. "Llegan muchos amigos, la paso lindo, no me desmoralizo, soy un viejo de mucho espíritu. Además, el rancho es calentito y no se llueve", dice, a pesar que la parte de adelante tiene una abertura que solo se cierra con un nailon.
"Yo fui bien peludo, me crié en un rancho de barro y paja como este. Dormía en el suelo, ni cama había", cuenta.
Las paredes de este rancho están hechas con una mezcla de barro, pasto y abono de vaca. El techo es de quincho y el piso, de tierra y pedregullo. Varios troncos gruesos son la base de la estructura y sirven para colgar algo de ropa y una toalla.
De vez en cuando echa "flit" y piensa poner revoque con cal para "correr" a las arañas. "Nunca me mató ningún insecto, yo soy más insecto que ellos", bromea. Hay un par de sillas blancas de plástico para recibir a las visitas y en la cabeza de la cama (o "catrera", como le dice él) se ve un póster de Sendic con la frase "la verdadera teoría revolucionaria surge de las revoluciones hechas". Abajo de la cama, hay un misterioso wáter abandonado.
Thedy habla en forma pausada y con un tono abrasilerado. Anda de pantalón y chancletas. Dice que a los 11 años ya trabajaba cortando caña. "Ganábamos muy poca plata, como para comer nomás. No teníamos licencia ni aguinaldo. Ahí cayó Sendic y nos fuimos de marcha a Montevideo a cuestionar eso".
Thedy hizo huelga y estuvo preso 13 días, pero luego siguió su vida cuando Sendic y muchos tupamaros pasaron a la clandestinidad. "Tenía que trabajar, no lo acompañé más". Fue capataz en azucareras antes de recibir el campo de 218 hectáreas en la década de 1990.
Y sus problemas económicos arrancaron en 2002. Colonización afirma que debe unos 60.000 dólares y que no le devolverán el campo. Pero el colono y quienes lo defienden afirman que la cifra ahora apenas llega a 5.000 dólares (ver recuadro). El presidente del instituto, Andrés Berterreche, dice que "este es un caso terminado" y que no hablará más del tema. "No sigo discutiendo, no sigo en la agonía permanente". La Justicia ya resolvió el lanzamiento y hay una audiencia judicial el martes 18 para intentar definir el tamaño de la deuda y cómo la cobrara el organismo.
Una autoridad del instituto, que pide no ser mencionada, recuerda que la actitud de Thedy y su entorno no fue la mejor, ya que el Colectivo de Lucha por la Tierra ocupó Colonización e hizo un "escrache" frente a la casa de Berterreche a fines de abril. El 19 de junio se manifestaron ante el presidente José Mujica en Sauce con una pancarta que decía "no venderé el rico patrimonio de los orientales al bajo precio de la necesidad". Thedy también acampó frente a Suárez.
"¿A usted le parece que le podemos volver a otorgar una tierra a alguien al que le dimos enormes posibilidades de pago y nunca pagó?", pregunta el jerarca.
En el rancho de Thedy, mientras, el guiso ya está casi pronto. El cielo plomizo anuncia lluvia. "Yo soy un viejo muy aguerrido, estoy fuerte", dice el veterano cañero. "Ahora solo pido que Dios me dé vida y salud; que Colonización me devuelva el campo y el ganado que hice trabajando, sin robar ni joder a nadie". Pero solo un milagro puede cumplir su deseo.
La versión de lucía topolansky
Víctor Hugo Morales entrevistaba a fines de setiembre en Radio Continental a la senadora Lucía Topolansky cuando, sin mencionar su nombre, la primera dama habló de "un colono que fue desalojado porque alquilaba el predio y no pagaba a Colonización". Agregó que "es dueño de caballos de carrera" y dijo que los colonos deben "trabajar la tierra y no andar en otras cosas". El hijo de Thedy, Mario, dice que lo de Topolansky "fue malintencionado", ya que "parece que el veterano tenía un haras" cuando apenas "juntaba 20 caballos de andar". Y Alvaro Jaume, del Colectivo de Lucha por la Tierra, dice que esta es "una grosera injusticia; un operativo político porque él no se aviene al oficialismo emepepista". La deuda "se manejó en forma cínica", aumentándola con intereses.¿Cuánto debe thedy al estado?
Hace unos días el gerente general del Instituto de Colonización, Mario Jaso, visitó a Ney Thedy en su rancho en Artigas y le dijo que no lo "dejarán sin nada", ya que parte del ganado le quedará al ex colono luego de finalizado el proceso judicial. A fines de 2010 Thedy debía unos 60.000 dólares, incluyendo intereses, y le dieron 30 días para que pagara la mitad. Él, según dice su hijo Mario, pagó 25.000 dólares, pero le faltaban otros 5.000, que pensaba obtener vendiendo el ganado. Pero los animales se enfermaron de brucelosis. En cambio, una fuente de Colonización dice que Thedy aún debía 60.000 dólares cuando fue desalojado. El organismo trabó embargo por el ganado (250 vacas y 22 caballos), que valen 100.000 dólares, lo que supera con creces la deuda que no pagó..
Un pobre cañero que anda en 4 x 4, dejen de vender humo al pueblo...; invito a que suban el patrimonio declarado por este "peludo" que le dió las tierras el GOBIERNO DE LACALLE HERRERA, y sus hijos. Defienden al que no paga y tiene para pagar y luego tienen el tupé de señalar a Colonización.
ResponderEliminarSI LA VERDAD ES REVOLUCIONARIA LA MENTIRA ES CONTRARREVOLUCIONARIA.