De pedro y María, de Juan y José
por Hugo Bruschi
Después de un buen desayuno servido en la cama por la empleada, el revolucionario tomó su libro y salió a predicar. ¨La tierra es nuestra¨ gritaba a viva voz. Doña Rosa y Don Ramón que se levantaban a las 3 de la mañana a ordeñar o a mirar de cerca la yegua a punto de parir, no entendían bien a quien iba dirigida la consigna. ¨nos sacarán todo viejo?. Ellos poseían 4 cuadras bien trabajadas, la clásica granja con un galpón de forraje, gallineros, corrales para la corderada, un pequeño Ferguson para arar la tierra. Chiqueros para engordar cerdos que luego serían facturados. Lo producido era llevado a la feria de los sábados en el barrio Colón. Puedo dar fé.
Nadie le dijo a estos laburantes de la zona de Melilla que la Reforma Agraria, que el desalambrar y el muerte al latifundio, estaba dirigido al latifundio. Nadie se acercó para explicarles que la lucha era contra los dueños de tierras improductivas, contra los especuladores que muchas veces vivián en la ciudad, si llegar hasta sus campos, contra las grandes extensiones vacías sin vacas, ni corderos. Ellos se sintieron comprendidos en las generales de la ley. Eran culpables. Más los tiempos pasaron y con ellos muchas cosas y cuando al fin una fuerza surgida del pueblo,como una herramienta para los cambios que el país reclamaba a gritos, llega al gobierno, todos creimos que al fin, aquellas medidas gritadas hasta enronquecer, se harían realidad. Que por fin la Reforma Agraria llevaría trabajo a los miles y miles de desocupados del campo. Que ya no sería necesario abandonar el pueblo en busca de trabajo, para terminar en los cinturones de miseria que adornan el contorno montevideano. Que la banca tendría una política de apoyo a todas aquellas familias que comenzaran a trabajar la tierra. Que nacer en el interior del pais, ya no sería un castigo de las circunstancias geográficas. Pero nos equivocamos..... la tierra sigue en pocas manos y muchas de ellas son extranjeras. Y los pobres siguen siendo pobres y desocupados. Que el Instituto de Colonización cumple un papel de guirnalda, en esta fiesta progresista. Que la reforma se practica al revés, sacándole a un viejo peludo Ney Thedi una parcela que sólo la lucha popular pudo rescatar. Soportando los agravios de la primera dama, para mayor verguenza de quienes se dicen representar al pueblo. Y aquellas voces que en el pasado gritaban ¨con la tierra y con Sendic¨ hoy están más preocupadas por los votos y las bancas que por la gente que trabaja. Y lo que es peor aún: han comprometido seriamente la soberanía del país, dejando en manos de las multinacionales temas que son de interés nacional y de sus habitantes.
Multinacionales de la minería que convertirán el país en un gran queso, dejándonos los agujeros mientras se comen el resto.
Sin embargo, en medio de tanta entrega, en presencia de estos intentos depredadores por parte de gente irresponsable que sólo piensa en satisfacer intereses imperialistas, miles y miles de uruguayos han decidido decir NO!
y se han puesto a andar. NO a la contaminación, NO al saqueo de nuestros recursos naturales, NO a los productos químicos que envenenan el agua y la poca fauna que nos queda.NO a la entrega del territorio. Y en esta lucha sin pausa, desfilan las caballadas radicales, los ultras que se levantan a las 3 de la mañana. Y en esta cruzada de la dignidad nacional no estará aquél jovencito que gritaba revolución. El está ocupado en el Ministerio en algunas estadísticas que se resisten a ser digeridas.
Pero sí estarán las Doñas Rosas y los Don Ramones que no leyeron ningún librito. No tengan dudas! Ellos aprendieron a amar su tierra allí y por eso la defienden de la agresión extranjera. QUE IRONIA DE LA HISTORIA.......
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el frente es gobierno con mujica y es oposicion con zabalza ya estamos en el socialismo media bomba controlamos todo y no hacemos nada
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