Breve carta al vecino Raúl Fernando Sendic Rodriguez

Montevideo, 17 de octubre de 2013.

Raúl Fernando Sendic Rodríguez:

En la surrealista e inolvidable “audiencia pública” del 14 de octubre de la que fuiste uno de los protagonistas más destacados, terminaste una de las fantásticas fundamentaciones en favor del llamado “Proyecto GNL del Plata”, tratando de darnos tranquilidad con la información de que vos también vivís en el Oeste montevideano amenazado por la eventualidad de la cristalización de la tan mentada y revolucionaria regasificadora de Puntas de Sayago.

No pudiste, por razones de “confidencialidad” empresarial, como nos dijiste, responder a las inesperadas y acertadas observaciones técnicas del vecindario, pero sí trataste al menos de consolarnos sabiendo que el día que ocurra un nada improbable desastre de magnitud impredecible con la manipulación del GNL casi que adentro de nuestras mismas casas, vos serás una más de las víctimas potenciales de eso que según una de las señoritas publicistas de Gas Sayago, podría ocurrir apenas una vez en 600 años y con un muerto, nomás (!!!).

No creemos que pertenezcas a una de esas sectas diabólicas que periódicamente organizan suicidios colectivos para felicidad de sus tótems adorados; no creemos, tampoco, que creas en las estúpidas y burlonas palabras de tu empleada de GS.

Por más “confidencialidad” o “información reservada” que te obligue a compartimentar frente al pueblo detalles de la amenaza regasificadora en ciernes, ninguno de tus vecinos fuimos a la “audiencia” del histórico 14 de octubre para volver a nuestros hogares con la “tranquilidad” de saber que a la hora de la ofrenda al “dios mercado”, como dice nuestro otro vecino Mujica, tendremos un final obligadamente solidario con aquellos generosos gestores del inversionismo inmolados para el goce celestial de Aratirí, UPM, Montes del Plata o quien cuernos sea de entre las divinidades del mercado que han elegido a la “Banda Oriental” progresista para saciar sus apetitos imperiales tan reñidos con la crítica a ese consumismo a ultranza que tanto detestan y estigmatizan declarativamente Mujica y asociados, especialmente en las solemnidades extramuros.

Te rogamos que públicamente digas con precisión qué quisiste decirnos en realidad enterándonos de que Raúl Fernando Sendic Rodríguez, vive en el mismo oeste montevideano del cual es también oriundo, entre otras y otros afamados vecinos, Tabaré Ramón Vázquez Rosas, que sigue viviendo en el oeste, aunque no en el oeste obrero, humilde y combativo, sino en una soberana mansión del coqueto Prado residencial, que, por cierto, tampoco se salvará el día que aquí también caigan de algún modo algunas de las torres gemelas que simbolizan el saqueo universal regasificado y reciclado por quienes jamás nos consultaron para saber si todos estamos dispuestos a brindarnos solícitamente a un suicidio masivo dispuesto en alturas de muy bajo nivel, como quedó demostrado en la carpa que mandaste levantar a la entrada de Puntas de Sayago.

Te rogamos que expliques mejor, públicamente, el sentido de tu información acerca de la ubicación geográfica de tu actual domicilio y tu disposición espiritual propensa al sacrificio trascendental. Al menos para que el año que viene sepamos qué hacer a la hora de cumplir con nuestro derecho y nuestro deber cívico ciudadano, y para no quedarnos con la idea de que el 14 de octubre participamos sin querer de una de las actividades de “Pare de sufrir” que no pueden ser asumidas como tales por alguna cláusula de confidencialidad entre los precandidatos del FA y la oposición y los delincuentes de alguna secta exenta de obligaciones tributarias y acatamiento a las normas legales del país que tus vecinos del Oeste y de todas partes, sí debemos acatar aunque todos los días se nos corte el suministro de agua potable debido a percances en las obras de Puntas de Sayago (¿no será esto una pequeña y mezquinísima vengancita por haberlos dejados pegados a todos ustedes el 14 de octubre esta manga de miles y miles de “radicales” que somos la gente del oeste que sencillamente peleamos en defensa del derecho y el deber de vivir sin que nos suiciden los dioses y los diosecitos del mercado?).

Esperamos atentos tu respuesta, con el respeto y la consideración que debe existir entre vecinos que todavía nos estamos preguntando qué es lo que había que festejar.

¡Salú, Sendic Rodríguez!.

No te deseamos suerte en tu quijotesca regasificación enfrentada a los molinos de la razón. No deseamos que seas tan siquiera el único muerto a causa de una soberana explosión metanera que pudiera ocurrir en 600 años (¡la pucha!, ni al inefable almirante Márques, del “proceso”, se le hubiese ocurrido disparate tan grande como el que le pidieron que dijera el 14 la pobre funcionaria de Gas Sayago --o de Aratirí, qué sé yo).

Gabriel Luis Carbajales González, 17 / 10 / 2013.-