viernes, 22 de junio de 2012

Lo que le sucedió a Lugo en Paraguay

Golpe de estado exprés en Paraguay




Golpe técnico en Paraguay 

 
2012-06-21

Grupos sociales se movilizarán a Asunción

Juicio político contra el presidente Lugo

Jorge González
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El rompimiento del Partido Liberal con el gobierno de Fernando Lugo, oficializado esta mañana, y su adhesión a los demás partidos de la derecha, Partido Colorado, UNACE y Patria Querida, que hacían cálculos para el juicio político, hacen inminente la salida del Primer mandatario. Paralelamente, Lugo se encuentra reunido con las cúpulas militares en el Palacio de Gobierno, donde crece el rumor de que renunciará antes del mediodía. Renuncia o salida con juicio, grupos sociales se empiezan a movilizar frente al edificio del Congreso, en defensa del proceso democrático.
 Esta mañana se reunió el directorio del Partido Liberal, principal nucleación de masas aliado al gobierno de Fernando Lugo. Al término de esta reunión, el presidente de dicho partido, Blas Llano, comunicó que todos los ministros liberales en el Ejecutivo renunciaban, y que la institución se sumaba al juicio político contra el presidente debido a que “ya no puede acompañar al gobierno luego de los hechos de Curuguaty”.
Lo que definió esta decisión fue, en realidad, el inexplicable nombramiento del colorado Rubén Candia Amarilla al frente del Ministerio del Interior por parte de Lugo, luego de la masacre de policías y campesinos. Candia Amarilla fue fiscal general del Estado desde 2005 a 2011 y durante su gestión encabezó miles de operativos de represión contra los sectores sociales, que como saldo podemos mencionar a 21 muertos, 496 imputados y 1622 detenidos en diferentes operativos con trasfondo de conflicto de tierras.
Estos muertos y judicializados lo denunciaron los sectores campesinos y de izquierdas del país apenas se supo el nombramiento; el Partido Liberal, sector latifundista, en realidad ultimó a Lugo sobre el cambio de Candia Amarilla, ofendido por el nombramiento de un colorado, antes que por  las víctimas de su gestión como fiscal general. 
Con la suma de los parlamentarios liberales al juicio político, matemáticamente sobran votos en ambas cámaras para concretar la salida de Lugo, aunque aparentemente no hará falta, pues desde Palacio de Gobierno crece el rumor de que habrá renuncia antes del mediodía.
 Esta mañana, en la Cámara de Diputados, automáticamente los parlamentarios dejaron de lado todo los puntos a estudiar en el orden del día ordinario y raudamente empezaron a deliberar y redactar documentos en torno al juicio político. En estos momentos de la mañana se suceden los argumentos funcionales de parte de legisladores/as. (se puede escuchar la sesión en vivo por Radio Nacional del paraguay en http://www.radionacionaldelparaguay.com.py/v3/).
En uno u otro escenario, analistas políticos, mediáticos y de organizaciones sociales definen el presente como muy proclive a que se registren nuevos actos de violencia entre sectores que salgan a las calles a defender el proceso democrático que votó el pueblo paraguayo en abril de 2008 y las fuerzas del orden o partidarios de partidos de derecha. Especialmente la policía, atravesada por sentimientos muy extremos luego de la muerte de seis de ellos en  los sucesos de Curuguaty.
 También empezaron a escucharse convocatorias de las principales fuerzas sociales, campesinas, sindicales, urbanas, para converger sobre la capital y defender la continuidad del proceso democrático.
Desde Curuguaty, donde las organizaciones campesinas empezaron hoy una vigilia en solidaridad con las víctimas agricultoras y reclamando la expropiación de la finca que fue escenario de la matanza, Luis Aguayo, líder nacional del a Mesa Coordinadora de Organizaciones Campesinas (MCNOC) confirmó una movilización nacional en Asunción.
Jorge González es comunicador del periódico E'a


http://alainet.org/active/55811


Masacre en Paraguay: Entrevista con Ramón Medina, Sec del Partido Convergencia Popular 





 Plaza paraguaya escenario de reacción popular ante crisis política

 Fuera los congresistas!, Abajo el golpe parlamentario!, No queremos una dictadura parlamentaria!, son los principales lemas que esgrimen los partidarios de Lugo,


¡TIERRA Y LIBERTAD EN TODA AMÉRICA!, no hay otra.



¡TIERRA Y LIBERTAD EN TODA AMÉRICA!, no hay otra.

La ausencia total y muy prolongada de informes oficiales con un mínimo de objetividad, la ostensible impudicia “informativa” de la “gran prensa” calificando de masacre únicamente la muerte de los represores, y, encima, las demandas de altos voceros empresariales de más dureza represiva con las miles de familias guaranìes sin tierra movilizadas tras ella, añaden más oscuridad a los ya muy confusos y sangrientos hechos del 15 de junio en Curuguaty -a escasos kilómetros de la frontera este de Paraguay con el Brasil, ese país en el que el movimiento de los sin tierra ha irradiado esperanza y combatividad hacia otros pueblos sometidos por los “dueños de la tierra”-.
Tanta manipulación mediática e incertidumbre, ha hecho que no sea nada sorprendente el aumento de las sospechas de estarse ante acontecimientos concebidos, ejecutados y profesionalmente disfrazados como parte de un maquiavélico operativo de terrorismo de Estado que no se limitaría a tratar de amedrentar a los trabajadores rurales que reclaman tierras malhabidas inescrupulosamente durante la dictadura de Alfredo Stroessner y aun después, una vez replegadas las fuerzas militares, a fines de los ´80 y tras 35 años de sostenida violencia oligárquica contra el sufrido pueblo paraguayo.
No hay que ser diletantes de la ciencia ficción política, para olfatear en los sucesos de Curuguaty, aristas que huelen muy feo ya de por sí y que dan para especular con que atrás o debajo de lo visible, hay muchísimo más mierda político-ideológica de la que podría esperarse en un país donde reina todavía la impronta cultural prepotente y altamente represiva de la dictadura fascista, y están a la orden del día las intrigas y conspiraciones permanentes entre sectores sociales profundamente comprometidos con los matizados intereses pro imperialistas y de contenidos altamente anti populares que predominan en el escenario político-mediático guaraní.
Los tres párrafos anteriores fueron redactados el 16 de junio e interrumpidos cuando empezó a circular un comunicado de diversas organizaciones sociales paraguayas denunciando que las balas que terminaron con la vida de los policías en Curuguaty, habían sido disparadas por “infiltrados” entre las casi 100 familias ocupantes de la hacienda “malhabida” de Blas Riquelme, un empresario-político de los tantos favorecidos por la obsecuencia con el régimen de Stroessner.
Hoy, una semana después, y conociéndose lo poco que podemos conocer de sustancioso de lo que viene ocurriendo desde los sangrientos hechos de Curuguaty, los acontecimientos actuales –en los que lo más visible es el intento de ejecutar sumariamente al promiscuo Lugo a nueve meses de una nueva elección nacional- no solamente justifican las sospechas referidas, sino que las refuerzan, y, por otra parte, van sugiriendo que lo que está en juego en el Paraguay, trasciende lo local y, se lo mire por donde se lo mire, parece sintetizar los rasgos fundamentales de un futuro latinoamericano muy semejante al imaginado por Ernesto Ché Guevara a mediados de los ´60, cuando el Comandante nos proponía preparar las cabezas, las almas y las manos en una perspectiva de lucha de clases y de alternativas pre revolucionarias continentales semejantes a las que por entonces se vivian en el Vietnam invadido por los EE.UU. de Norteamérica.
Como si el pueblo paraguayo estuviese fatalmente condenado por el destino a ser el eterno “conejillo de indias” latinoamericano de cuanto imperialismo pretenda enseñorearse del continente aplastando hasta el más tímido atrevimiento de debilitar los lazos de dependencia respecto a los poderes centrales hegemónicos, lo que está ocurriendo desde la semana pasada y que hoy mismo asume la mera apariencia del defenestre de un presidente más bien desprestigiado, es, por un lado, la manifestación rotunda de una estrategia pro imperial dispuesta a revalidar los mismos fundamentos intervencionistas anti “Paraguay burgués autónomo” de fines del siglo XIX, cuando el Uruguay alcahuete del Partido Colorado –el “nuestro”- formó parte de las tropas agresoras que prácticamente exterminaron al pueblo hermano del Paraguay jugado en la defensa de su territorio y sus pretensiones de autodeterminación y soberanía nacional.
Pero hoy, cuando vamos sabiendo que en el país hermano hay otras veinte grandes haciendas malhabidas ocupadas por trabajadores rurales y comunidades indígenas sin tierra; cuando nos enteramos de que la derecha le reprocha a Lugo no haber apelado mucho antes a la violencia oligárquica desplegada el 15 de junio; cuando presenciamos la aparente paradoja de que buena parte de los sin tierra movilizados bajen a la capital asunceña a reivindicar la presidencia de Lugo al mismo tiempo que lo responsabilizan políticamente de la masacre campesina de ese día y reafirman sus demandas de una auténtica reforma agraria de contenido popular y anti oligárquico; no hay otra que concluir –más allá de la complejidad notoria de los acontecimientos- que la situación de hoy, aunque sea en ciernes, anticipa un largo período de resistencia obrero-campesina que no se limitará a la pretensión de frenar el intervencionismo externo con apoyo activo de la derecha vernácula, sino que, necesariamente, propenderá, esta vez, a plantear objetivos que irán bastante más lejos que la derrota de los intervencionistas y que, con toda seguridad, contribuirá a colocar en todo el continente la lucha “por tierra para quien la trabaja y para vivir”, definitivamente, como lo que es, a pesar de las furias burguesas y de las distracciones de estrategias de intención revolucionaria que aún no han podido sopesar la jerarquía determinante de la tenencia de la tierra en un deseado socialismo latinoamericano imposible y locamente utópico de seguirse relegando este tema como algo “secundario” y únicamente puntual e intermitente.
No se trata de pretender “confirmar” a ultranza o caprichosamente las predicciones guevaristas, pero tampoco de hacer la vista gorda y no entrever en lo que está ocurriendo hoy mismo en el castigado Paraguay hermano, “los avances” de una estrategia imperialista que nos condena a todos los pueblos americanos a la agresión desde afuera y desde adentro, seguramente con más saña y más sangre en el ojo imperial que en el lejano Vietnam, pero que también nos coloca en el desafío histórico de rectificar visualizaciones del proceso revolucionario que, por vía del esquematismo y el dogmatismo, nos han hecho tributarios de percepciones políticas incapaces de poner en la superficie de las perspectivas revolucionarias, el aspecto clave por donde se corta el bacalao, tanto de la permanencia hegemónica del imperio de las multinacionales, como de las posibilidades de transformación profunda de la sociedad no solamente en las “colonias”, sino también en el “primer mundo” hoy hecho pomada y sin más horizonte que la lucha por el socialismo:
A LOS PUEBLOS, SÓLO LES FALTA EXPROPIAR Y SOCIALIZAR LO ÚNICO QUE POR AHORA HA DEJADO PARCIALMENTE EN PIE EL CAPITALISMO: LA TIERRA COMO BIEN SOCIAL NO ENCERRABLE EN UN COFRE FORT BANCARIO NI ESCONDIBLE EN OTRO PLANETA O LAS ENTRAÑAS DEL PENTÁGONO.
LA TIERRA COMO LO QUE ES PESE A LOS DESTROZOS BURGUESES DESDE LA PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL: LA FUENTE DE LAS MATERIAS PRIMAS Y LOS RECURSOS NATURALES QUE NO SON NI PODRÁN SER SIMPLES MERCANCÍAS ESPECULATIVAS AL SERVICIO DE UNA MANGA DE INSERVIBLES CON TÍTULOS PROFESIONALES Y VACÍOS TÍTULOS DE PROPIEDAD AUXILIADOS POR FF.AA. Y SICARIOS Y MERCENARIOS A SUELDO.
LA TIERRA ES LO QUE HAY QUE ARRANCARLES A LOS EXPLOTADORES Y OPRESORES DEL MUNDO ENTERO, EXPONIENDO EL PELLEJO COMO EN CURUGUATY Y DESARROLLANDO UNA RESITENCIA ACTIVA Y UNA LUCHA REVOLUCIONARIA ESENCIALMENTE IDÉNTICA A LA QUE EL MISMO IMPERIALISMO LE FUE IMPONIENDO AL PUEBLO VIETNAMITA EN LOS ´60/´70.
¡De nuevo es el pueblo paraguayo el “elegido” por la historia!. ¡No soñemos con que sean los gobiernos burgueses alternativos los encargados de defender al pueblo paraguayo y los contendidos profundísimos de su dura y muy justa pelea!!!.
Parece llegada la hora de respaldar esa lucha, con la misma lucha en todas partes y con un mismo y sólido programa de intención revolucionaria asumido por todas y todos quienes nos asumimos en todas partes, como socialistas y comunistas y, también, como artiguistas y defensores de la querida "patria grande" traicionada y postergada.

¡TIERRA Y LIBERTAD EN TODA AMÉRICA!, no hay otra.

Gabriel –Saracho- Carbajales, 22 de junio de 2012.-





Ver además:
Campesinos ocupaban un predio de 2 mil hectáreas en Campo Morombí, en la localidad de Curuguaty.Paraguay

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