Cuando Pío XII fundó el Banco del Vaticano en 1942, con el fin de administrar los activos destinados a obras religiosas y beneficiencias, no debe de haber imaginado en los escándalos e intrigas en que la institución un día se vería envuelta. Sin embargo el I.O.R. (instituto para obras religiosas) tal cual como se lo bautizó originalmente, recorrió las últimas decadas rodeados de sospechas, denuncias y hasta muertes dudosas.
El Banco del Vaticano como popularmente se lo conoce está sometido desde septiembre del 2010 a una investigación de la justicia italiana por presunto ocultamiento de operaciones del lavado de dinero. En esa fecha la fiscalía de Roma ordenó incautar 23 millones de euros depositados en dos cuentas de la banca vaticana, sospechado de provenir de origen ilícito.
El IOR había incumplido la obligación de comunicar dichos movimientos que por su magnitud, en dos depósitos de 20 millones y otro por 3 millones debió de considerar sospechoso, de acuerdo a las normas bancarias europeas.
Justo un año antes, en setiembre de 2009 Joseph Ratzinger había puesto al frente del IOR al banquero Ettore Gotti Tedeschi titular hasta entonces de la filial italiana del Santander. A partir del embargo de fondos que fue ordenado por la justicia, el Vaticano puso en marcha una serie de normas destinadas a controlar las actividades financieras y fijó duras sanciones para los que cometieran delitos de blanqueo, fraude, malversación de fondos y abuso de información privilegiada, que entraron en vigencia en abril de 2011.
Simultaneamente, el Vaticano solicitó su ingreso al FATF GAFI, organismo internacional de vigilancia y calificación de los sistemas financieros de los países.
Entre lobos: mafia italiana, fascismo, corrupción, venta de armas, lavado, ...
El papa Benedicto XVI buscaba así que el Vaticano dejara de ser considerado un paraíso fiscal para el lavado de dinero ilegal. Pero pidió que su admisión se hiciera sin tener que pasar por una auditoría del GAFI, el pedido de excepción solo fue apoyado por Italia, por lo que terminó rechazado. La alternativa que se encontró entonces fue tramitar el ingreso al Moneyval, un organismo adscrito al GAFI pero de jurisdicción exclusivamente europea. Se presumía que así eludiría la seguridad de los controles del GAFI y el Banco del Vaticano podría lograr la carta blanca buscada.
Sin embargo la evaluación de rutina que realiza el Moneyval sobre los sistemas operativos y normativos de sus asociados no arrojó los resultados esperados por la curia. El informe que se conoció en julio del 2012 volvía a cuestionar el incumplimiento de normas básicas y esenciales para el combate del lavado de dinero. Dos meses antes, en mayo como consecuencia de las filtraciones de los secretos del Vaticano, popularizada por los medios como "Vatileaks", la cúpula eclesiástica había decidido el desplazamiento del director del IOR Gotti Tedeschi. Entre otros secretos revelados figuraban varias operaciones financieras non-sanctas amparadas por la opacidad del Banco del Vaticano.
Paolo Gabrielli, el ex mayordomo del papa fue condenado a 18 meses de prisión en octubre del 2012 por el robo de material secreto que incluía detalles comprometedores sobre los manejos financieros del Vaticano.
Pero las sospechas vienen desde mucho mas atrás
A partir de los '70 tanto el banco del Vaticano como el Banco Ambrosiano, otro banco católico que el primero era accionista principal, aprovecharon la explosión de los negocios financieros para multiplicar sus operaciones e ingresar en la floreciente red de las rutas del dinero y los paraísos fiscales.
Sin embargo la facilitación del circuito del dinero a fondos ilícitos y una diferencia en esas cuentas secretas por mas de mil millones de dólares, derivó en la aparición del cuerpo del presidente del Ambrosiano Roberto Calvi, colgado del puente de frailes negros de Londres en 1982.
La quiebra fraudulenta de la identidad, la muerte dudosa de Calvi, su relación con el entonces presidente del IOR, el arzobispo Paul Marcinkus y con la logía fascista Propaganda Due, asi como el posterior asesinato del abogado Giorgio Ambrosoli y del banquero Michele Sindona, son algunas de las interrogantes que alimentan la novela pero tiñen la historia del banco del Vaticano.
Signos tintes trágicos de su pasado, los últimos acontecimientos que mancharon una vez mas la confianza en el Instituto para Obras Religiosas de Vaticano terminaron superando la resistencia del papa Benedicto XVI constituyendo una parte indudable de las razones de su renuncia
Los Caballeros de la Orden de Malta, los dueños del Ambrosiano.
La todopoderosa logía de los cuidadores del santo sepulcro horas antes de la renuncia de Ratzinger cuando se cumplian 900 años de existencia
Se trata del primer acto de una escenificación muy bien planeada por la todopoderosa Orden de Malta, tan dada a pomposas y egocéntricas escenografitas. El segundo acto ocurriría dos días después, el día 11 de febrero cuando Benedicto XVI anunció por sorpresa su renuncia al trono de San Pedro.
con la Cruz de Malta
El tercer acto y definitivo ha pasado más desapercibido en la prensa. A
raíz del escándalo de las escuchas masivas del mayordomo del Papa, el
entonces presidente del Instituto para las Obras de Religión IOR, (el
Banco del Vaticano) Ettore Gotti Tedeschi, dimitió obligado por la
curia y aliviado por el miedo que sentía a ser asesinado.
Ahora, dos días después de presentar su renuncia, el Papa ha decidido
que es urgente nombrar uno nuevo (después de permanecer 8 meses con el
cargo vacante) y ha elegido al caballero de la Orden Malta Ernst von
Freyberg como nuevo presidente del IOR,
Con esta sencilla secuencia de actos la Orden recuperaba el control de
las finanzas de la Santa Sede que le fueron arrebatadas por el Vaticano,
mediante la colaboración de Roberto Calvi y Paul Marzinkus en el
escándalo de la quiebra de la Banca Ambrosiana. Fue entonces cuando
el vaticano arrebataba el control sobre el IOR feudo tradicional y
ancestral de la Orden de Malta.
Ha sido en esta semana grande del Vaticano cuando la esperada venganza
de la Orden ha llegado y el papa se ha visto obligado a irse con honra
ante la amenaza de de que salieran a la luz documentos realmente
comprometedores de los muchos obtenidos mediante la trama de espionaje a
que fue sometido el año pasado por su mayordomo y sus compinches.
En los años cincuenta la Orden de Malta sufrió una de las crisis más
importantes de su historia ante el severo acoso de la Santa Sede cuyas
consecuencias se han sentido hasta la fecha 11 de febrero en que el papa
Benedicto XVI ha comunicado su renuncia.
El enfrentamiento entre el papado y la Orden de Malta arranca ya con el
papado de Pío XII a quien ya le preocupaba que la Orden olvidara su
espíritu religioso en detrimento de más poder político pero sobre todo
le molestaba que la Orden siguiera controlando las finanzas del
Vaticano.
En el enfrentamiento ha habido de todo, desde un papa -Juan Pablo -I
que se propuso meter mano a las finanzas del Vaticano y murió a los 33
días de ser nombrado, de una manera muy sospechosa, a la antigua, por
envenenamiento, hasta que canciller de la Orden la denunciara tras ser
despedido, (cosa que el Vaticano aprovecho para lanzar su ataque
frontal). Desde los asesinatos y suicidios de la quiebra del Banco
Ambrosiano hasta la sospechosa súbita muerte del Gran Maestre Chigi,
oficialmente por infarto.
Fue a su muerte cuando el papa impidió la elección de sucesor mientras
seguía metiendo mano para redefinir la Orden casi por así decirlo
redundarla. Tras una década de procesos judiciales y enfrentamientos en
1953, se dictó sentencia que concluía la supeditación total de la Orden
al Vaticano aunque le reconocía algunas prerrogativas de derecho
internacional. Se decía muy claramente que la Orden "es una religión,
aprobada por la Santa Sede" y que, por ello, "depende de la Santa Sede".
Los superiores de la Orden protestaron reiteradamente ante el Vaticano,
pero optaron con el tiempo por obviar y ocultar la sentencia esperando,
posiblemente preparando, la fría venganza mientras reforzaban las
relaciones diplomáticas con los Estados de todo el planeta.
Sin embargo la verdadera guerra se libraba en el terreno económico.
Estaba en juego el control de la banca del vaticano que hasta ahora
estaba fuera del alcance de la Santa Sede y en manos tradicionalmente
de la Orden. Y esto aún estaba por solucionar… hasta junio de 1982
cuando la situación se aclararía…. en medio de un gran misterio.
La Orden siguió presionando y confabulando pero el Vaticano, una vez
recuperado el control sobre sus finanzas se sentía fuerte. El punto
culminante de la guerra fría entre dos de las instituciones más
poderosas del planeta llegó el 23 de junio de 2006 cuando en la
víspera de la festividad de San Juan, Patrón de la Orden , (es la
antigua Orden de los Caballeros de San Juan) el Soberano Consejo fue
humillado por el papa Benedicto XVI en la tradicional audiencia papal.
El Santo Padre solo quiso reunirse con el Gran Maestre. Ninguneó a la
orden.
De lo que el Papa dijo al Gran Maestre no ha trascendido nada pero todo el mundo pudo ver la fotografía oficial donde la cara seria, tensa, incomoda de Gran Maestre de la orden mas poderosa del planeta hablaba por si sola.
La provocadora audiencia papal reacciono con desafío y advertencia al
Papa Benedicto XVI. Y en su comunicado oficial que hablaba de la reunión
entre dos jefes de estado le mandaba un mensaje claro: nos veremos las
caras de igual a igual
Ese día el Papa firmó su carta de dimisión que hasta el día 11 de
febrero no se ha formalizado. Entre medio la cuidadosa venganza de la
Orden creó una trama de espionaje en lo más profundo e íntimo de la
Santas Sede.
En marzo de 2012 al regreso de su viaje a México y Cuba estalló
el caso de la masiva fuga de cartas y documentos secretos que acabó
después del mayordomo, implicado pero cabeza de turco, acabó en la
cárcel, hoy día ya sentenciado como único culpable pero con una pena
sospechosamente débil. Estando en prisión aparecieron nuevas escuchas
prueba evidente de que tenía que haber cómplices. Y un cerebro, el topo
de la Orden de los Caballeros del Santo Sepulcro. Y como en las
películas el malo siempre es el que tiene el aspecto más inocente, y en
este caso además el aspecto más atractivo… arzobispo alemán Georg
Gänswein, al que la prensa alemana le llama “Bello Giorgio”.
Los muertos del Banco Ambrosiano
A Roberto Calvi, llamado “el banquero de Dios” nos lo presentaron como
un simple banquero corrupto que blanqueaba el dinero de la mafia
italiana. Pero era masón, de la logia P2 y caballero de la Orden de
Malta a quienes traicionó permitiendo que el Vaticano consiguiera
hacerse con el control del IOR, la banca vaticana. Lo pagó caro, lo
encontraron colgadote de un puente de Londres con los bolsillos llenos
de dinero y con un ladrillo -él símbolo de los albañiles o masones- en
cada uno. La masonería dejó firmado el asesinato, aunque la policía
insistió en la tesis del suicidio hasta la revisión del caso en que se
sentenció que se fallecimiento efectivamente fue un asesinato. Por
su parte la secretaria de Roberto Calvi fue arrojada desde un quinto
piso (perdón se tiró desde un quinto piso según la versión oficial) y
así hasta 14 muertos más. Hay órdenes con las que no se juega.
Sólo uno se salvó el cardenal Paul Marcinkus, presidente del IOR que
acabó en el destierro en un pueblo olvidado en USA protegido por la CIA
El Vaticano para cerrar el asunto quiso indemnizar a los acreedores
del banco con 241 millones de dólares a pesar de no admitir ninguna
responsabilidad en los hechos. El agujero que el fiasco del
Ambrosiano había causado se mitigó con el cepillo de San Pedro durante
dos años (en vez de destinarlo a caridad que es para lo que se pide a
los fieles)
Muy buen articulo, mas claro imposible lastima que a algunos les siguen vendiendo espejitos de colores made in Vaticano, la mafia mejor organizada de la historia y del mundo...
ResponderEliminar