domingo, 14 de abril de 2013

Este día, 14 de abril

Luis e Ivette Martirena.  El matrimonio Martirena acribillado el 14 de abril de 1972 en una casa de la calle Amazonas de Malvín

Ametralladoras antiaéreas contra civiles desarmados

Sábado 04 de diciembre de 2004
Cámpora responsabilizó al coronel (r) Calcagno y a los ex inspectores Castiglioni y Campos Hermida
Líder tupamaro acusó a un militar y a dos ex policías por ejecución de los Martirena
Uno de los líderes históricos del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), el contador David Cámpora, acusó ayer por el homicidio del matrimonio Martirena, cometido el 14 de abril de 1972, al ahora coronel retirado Carlos Calcagno, y a los extintos jefes policiales Víctor Castiglioni y Hugo Campos Hermida.

 Cámpora fue citado ayer como “testigo” por el juez penal de 10º Turno, Rolando Vomero, quien investiga junto a la fiscal penal de 2º Turno, Mirtha Guianze, el asesinato de Luis Nelson Martirena Fabregat e Ivette Rina Giménez Morales, perpetrado por fuerzas militares y policiales en su domicilio de la calle Amazonas 1440.
En su declaración, el testigo, que fue detenido luego de la masacre junto a Eleuterio Fernández Huidobro, remarcó que los esposos asesinados fueron ejecutados con alevosía: estaban desarmados.
Recordó que la casa fue acribillada con poderoso armamento de guerra, más precisamente, con metralletas antiaéreas calibre .30.
Calificó además como “excelente” la decisión judicial de investigar el caso. “No sé; coincide con la etapa esperanzadora que iniciamos el 31 de octubre; tengo un gran entusiasmo”, comentó a la prensa.
El abogado Walter De León, representante legal de las dos hijas del matrimonio asesinado que presentaron denuncia por el homicidio, aclaró por su parte que “hay más de veinte testigos, entre ellos miembros de las Fuerzas Conjuntas, que estuvieron en el operativo y que están dispuestos a declarar qué es lo que sucedió allí”.
Indicó que los testigos son “ex policías, ex militares y algunos todavía con cargo, porque ya desde 1971 los operativos de las Fuerzas Conjuntas los hacían todas las fuerzas combinadas”.
El coronel (r) Carlos Calcagno, puntualizó De León, “es uno de los que va a ser investigado”, junto al ex agente de inteligencia policial Winston Silva Cordero, quien en reciente entrevista con LA REPUBLICA “cuenta todo lo que vio porque presenció el operativo. Hay otros más que están en el expediente; preferiríamos dejar trabajar al señor juez, porque ha costado tanto que estas cosas se empiecen a investigar que preferimos que los jueces, que han asumido con tanta fortaleza estas cosas, trabajen tranquilos”.


Ametralladoras antiaéreas contra civiles desarmados

A su salida de la sede judicial, Cámpora brindó una conferencia de prensa en la que relató con toda minuciosidad los hechos ocurridos luego de las 14.00 horas del 14 de abril de 1972 en la casa de los Martirena, antes de ser capturado junto a Fernández Huidobro.
“En represalia por las acciones del MLN”, explicó Cámpora, varios efectivos del “Departamento Nº 5 de Inteligencia policial a cargo de Hugo Campos Hermida” y del “Batallón Florida, al mando del capitán, en aquel momento, Carlos Calcagno”, ahora coronel retirado, asaltaron la casa en un “operativo coordinado por el director de inteligencia policial, Víctor Castiglioni”.
“Ya tenían localizada la casa como un cantón del MLN, igual que la de Pérez Gomar”, indicó a continuación. Luego relató: “En forma simultánea, apenas llegaron, acribillaron con armas de guerra, ametralladoras pesadas .30. Y no se respondió el fuego porque no había armas en la casa; había dos armas cortas en el berretín donde estábamos escondidos, pero la casa estaba preparada para pasar allanamientos”.
Se refería a sí mismo y a Fernández Huidobro, que estaban ocultos en un escondite montado en el ático de la casa de los Martirena. “Violentaron después la puerta, la rompieron a balazos, y entraron juntos Campos Hermida y Calcagno”, afirmó David Cámpora.
“Fernández Huidobro y yo estábamos en un berretín, un escondrijo, que habíamos construido sobre el cielo raso, con un entramado de madera resistente, entre el cielo raso y el techo a dos aguas que tenía la casa; la entrada al berretín estaba en el techo de un placard en el cuarto de baño, un techito muy pequeño, muy bien disimulado, no se notaba”, recordó Cámpora.
“Yo estaba arriba, no veía, yo no sé quién los mató; hay distintas versiones.
Como testigo atestiguo lo que oí, y lo que vi cuando salí: es decir, dónde estaba el cuerpo de Luis Martirena. El cadáver de Ivette el juez me pidió que no lo viese, fue el juez Echeverría que ya estaba cuando encontraron el berretín; demoraron dos horas en encontrar el berretín”, dijo con ironía el veterano líder guerrillero.
“Cuando ya estaban los dos compañeros muertos, y Fernández Huidobro estaba herido, fue cuando encontraron el berretín. Y cuando encuentran el berretín, por ese motivo estoy convencido de que salvamos la vida nosotros, ya estaba el médico forense, el actuario y el doctor Echeverría. Con toda seguridad nos habrían matado”, aseguró Cámpora sin hesitación alguna.
“A Fernández Huidobro”, agregó, “lo hieren con la balacera que descargaron antes de entrar en la casa. Como tiraron de abajo hacia arriba, atravesaron el piso del berretín, y recibió tres balazos: uno en la garganta, uno en un dedo del pie y otro en la pierna”. *

 "A mí me salva la vida el señor juez Echeverría y el médico forense que lo acompañaba. Estaban de casualidad en el lugar, porque habían venido a reconocer los cuerpos del matrimonio Martirena que habían sido asesinados y rematados en el piso. Nosotros estábamos escondidos en un berretín y todavía no nos habían encontrado. Nosotros escuchábamos todo y supimos que el juez estaba ahí con Campos Hermida. Fue entonces que descubrieron el berretín y estaban esperando que se fuera el juez, no porque pensaran que ahí podía haber gente, sino porque suponían que allí podían encontrar material del que no tuvieran que dar cuenta al juez. Fue un soldado del Ejército que había ido a mear al baño, el que se enteró que estaba el berretín y, sin el oficio de los policías, se lo fue a comentar al capitán Calcagno, sin saber que los que estaban con él eran el juez, el médico forense y Campos Hermida. "Vamos para ahí" dijo el juez. Es entonces que, cuando están abriendo el berretín nosotros (lo acompañaba David Cámpora) decimos que hay gente, que estamos heridos y nos vamos a entregar. Si no estaba el juez, no creo, es mi opinión, que hoy estuviera aquí..."

Eleuterio Fernandez fue testigo del asesinato 
Cuando Eleuterio Fernandez renunció a su banca porque el Frente Amplio no aceptó plebiscitar la ley interpretativa de la ley de Caducidad.

 Revisar la historia escrita por Fernandez Huidobro
 Tomado de Facebook:
14 de abril 2011

 Hola muerto como estas?

No es un critica a vos, pero hay gente que después de lo que hizo debería mejor callarse la boca, como mi tia, que debería estar presa junto a los milicos, y a su ex marido milico.


Y Latendorf despues de 30 años podria pensar un poquito. En aquel momento decidió creerle a adultos que no conocia y no a la hija de 18 años de sus amigos. Paso todo este tiempo y sigue en la misma.

Es como que te dejen en las manos de Gavazzo y todos los amigos de tus viejos muertos lo apoyen. Muy perverso, pero los vecinos de mis tios si se daban cuenta de lo que pasaba, y los profesores de mis primos y hermana, tambien. Cualquiera que mirara veia, pero a veces es mas comodo no mirar.

Despues de 10 años, cuando mi hermana se acerco a mi de nuevo (a pesar del lavado de cerebro) le hacian la vida imposible para que no me viera, ni hablara.

Las otras cosas que cuento es para que se difunda. No me gustan los jodedores. Y pienso que si en algunos ambitos se toleran jodedores, es porque hay mas gente en la joda.

El tema DDHH es demasiado serio como para permitir que hay gente que siendo familiar o no, se aproveche de otra gente usando este tema en beneficio propio. hay gente que tiene objetivos que no son los de los DDHH. 




Encontre esta discusion en internet,y si alguien quiere preguntar algo sobre este asunto me lo puede preguntar directamente.

Solo les voy a decir que esa tia mia de la que habla Latendorf me abandono a los 18 años, a dos de la muerte de mis padres, igual que Latendorf y que todos, no nos ayudaron mucho ni a mi ni a mi hermana, de la que se apropiaron impidiendome verla durante años. Por el contrario. Que peor manera de traicionar a mis padres que abusar de sus hijas y abandonarlas?

No se que quieren ahora. No los veo practicamente desde los 19 años, en que que quede sola, desamparada, en la mayor miseria economica, pero no moral como otros.

En cuanto a la Sra. Carusso, abandono por voluntad propia la Comisiòn de Familiares de Asesinados Politicos cuando le preguntamos donde estaba la plata que nos enteramos de casualidad que habia estado pidiendo para esta comision en varios paises de Europa.

No queriamos se utilizados para robarle dinero a la gente que iba a parar a las manos de esta persona.

Esta señora fue creo que la unica familiar que hizo juicio en su momento cobrando una suculenta reparacion. Por eso ahora pide que le den pension y otras coas, cuando el resto de los familiares aun no han cobrado lo que ella ya cobro, y que pone en ultimo lugar.

Y hablo por ejemplo de los de la 20. Esta señora le dijo a Juan Oronà Mendiola que para nosotros "no iba a haber plata", que iba a hacer lo posible para que no cobraramos nada. Insinuando ademas que la plata era lo unico que nos importaba, porque "cree el ladron que todos son de su condicion".

Esta señora se hizo pasar por presidenta de la comision para pedir plata en Europa que no sabemos para quien era. Ni sabemos con que dinero viaja. Esta señora despues formo otra Comision para seguir viajando. en ella incluyo a personas honorables que no saben quien es esta señora.

La señora Marina Arismendi esta informada del asunto y se le presentaron las pruebas. Esto lo hicimos a traves del dirigente del PC Jose Luis Paciell, quien aun espera que el PC responda algo.

saludos,


Laura Martirena Gimènez


Dom Abr 15, 2007


Eleuterio Fernandez subido el 14 de abril de 2011

¡Viva el 14 de abril de los que no aflojan! 

 "Instrúyanse, porque tendremos necesidad de toda vuestra inteligencia. Agítense, porque tendremos necesidad de todo vuestro entusiasmo. Organícense, porque tendremos necesidad de toda vuestra fuerza". (Antonio Gramsci, Cerdeña, 22 de enero de 1891 - Roma, 27 de abril de 1937).



El viernes 14 de abril de 1972 se despertó lleno de un frío súbito, húmedo, de carácter fuerte, pendenciero, casi.

Era un frío geniudo, embroncado, dispuesto a recordarnos que no hemos nacido para madrugar para otros ni para que otros duerman hasta el mediodía, calentitos, bien arropados, bien morfados, bien cuidaditos, mientras nosotros nos matamos laburando para ellos.

Aquel día de abril amanecía dispuesto a decirnos que no somos bestias de carga abusadas para que una manga de zánganos amasen fortuna con nuestros madrugones, con nuestro cansancio y nuestra alienación, con esta especie de locura invisible que se va adueñando de vos hasta dejarte tan idiotizado que ni sabés dónde van a parar los frutos de tanto sacrificio sin fin, ni te importa demasiado saberlo, ya, de tan reventado que te han venido dejando.

Aquel 14 de abril se desperezó resuelto a ser un día que la historia jamás olvidaría ni con un ataque de amnesia aguda y sin remedio.

Estiró sus brazos con la energía reciclada que le había sobrado del día anterior, jornada de gigantesco paro general, de un acatamiento masivo pocas veces visto; y se lanzó a querer resolver de un solo arrebato de furia justiciera y cimarrona, un asunto que ya era EL ASUNTO desde los viejos tiempos de los comienzos de la miserable opresión del capitalismo, también en el “Uruguay civilista” de Don José Batlle y Ordóñez: la impunidad de los poderosos y sus mandaderos del terrorismo de Estado, la “invulnerabilidad” de los que golpean fuerte y bajo para que sigas idiotizado eternamente y ni se te ocurra despertarte una mañana con ganas de sacarte de encima la garrapata burguesa que crece y crece con tus madrugones, con tu sudor y con tu sangre, con tu vida y con tu muerte.

Tanto se había acentuado EL ASUNTO en esos tiempos, que, desdichadamente, el odio de abajo no pudo ser totalmente cómplice de la astucia y no jugó en equipo, y muchos creímos que una buena trompada en el hocico le haría bajar los humos a una impunidad que, sin embargo, ya tenía sus buenos aliados entre algunos de los que les pagamos la carrera de “dotores”, para jodernos, y otros, por supuesto, a los que les pagamos la de represores en la fatal ilusión de que serán los defensores de la patria y sus fronteras (!!!).

Ese odio justificado y legítimo, aunque distanciado del que crece y se va haciendo inderrotable en la sagacidad y la picardía silenciosas de los humildes que lo van incubando subrepticiamente para que el parate final sea contundente e irreversible; ese odio de frío y de no poder seguir viendo cómo te bajaban compañeras y compañeros fusilados a malsalva, desplegados l@s hijosdemilput@s en vehículos oficiales de chapas embarradas o el “colachata” con chapas cambiadas de algún “profesor de historia”, gorila y asesino aunque muy modosito y delicado… ese odio golpeó fuerte en las sienes del terrorismo de Estado, tanto que ya al mediodía de ese viernes de frío, el odio “inteligente” de la burguesía sacó al escuadrón a la calle, a plena luz natural, sin disfraces, sin capuchas, de uniforme, de charreteras, anticipando el odio antipueblo organizado que duraría una docena de años, que ya estaba decidido una docena de años antes y que se vengó con estas desaparecidas y estos desaparecidos nuestros a los que una desvergonzada “suprema corte de justicia” no considera víctimas de delitos de lesa humanidad.

Ni antes, ni durante, ni después del “proceso cívico-militar”, a ninguno de estos “dotorcitos” de aterciopelado pellejo, se le ocurrió actuar de oficio para enjuiciar a los asesinos “legales” del 14 y del 17 de abril. No hubo una ni uno solo dispuestos a indagar nada.

Hoy, 14 de abril del 2013, nuestro odio reflejo aprendió del odio inteligente, y no sale ni un disparo de abajo, ni un empujón, ni un buen salivazo en la jeta de algún gorilón descubierto o encubierto; nos hacen desfilar por jefatura como dibujitos animados, parecemos unos pobres pastorcitos nabos y turulatos, unas payasitas y unos payasitos ridículos de la “democracia tutelada” que inventaron Sanguinetti y Jorgito para reoxigenar el verso republicano y el cuento del pebeí que crece y crece y las megainversiones que nos colocarán en el primer mundo hecho moco…

Pero hoy, 41 años después, a diferencia de aquel viernes y aquel lunes siguiente –el 17 de abril, el de la cobarde matanza de la 20-- de crimen y castigo fascistas, el gorilaje se condena solito y sus nombres van saliendo de la clandestinidad y empiezan a estar en boca de un pueblo que también parece el partorcito nabo, pero que junta bronca sin aspavientos y que pelea consigo mismo para vencerse en el miedo dejado por aquellos “dotorcitos” y “botoncitos” de los ´70 avivado por los de hoy, y que va abriendo sus ojos más niños para entender que la fiera es grande y sin escrúpulos y que no será con buenos modales ni con arrebatos cimarrones que caerá como debe caer.

Hoy, abril del ´13, Nicolás Groop, Norma Pagliano, Ivette Giménez, Luis Martirena, Jorge Candán, Armando Blanco, Gabriel Schroeder y Horacio Rovira, no son muertos que caminan y deambulan rogando justicia; son muchachada derrotando al derrotismo, mirando al pasado no para simplemente saber de historia; hoy Nicolás Groop, Norma Pagliano, Ivette Giménez, Luis Martirena, Jorge Candán, Armando Blanco, Gabriel Schroeder y Horacio Rovira, viven y luchan haciendo la historia, nuestra historia, de la que nadie podrá olvidar aquel 14 de abril frío y embroncado en el que el odio cimarrón dejó de chamuyar con el odio pícaro y sucuchado de un pueblo que, cabisbajo y todo, mastica bronca y traga saliva, pero no mierda.

Este 14 de abril no habrá ni una bala salida del pueblo; los gorilas pueden congregarse a rendirle homenaje a sus “mártires”, tranquilos, nomás… Que acumulen fuerzas, que veneren a los que quieran, incluso a los que cayeron bajo “fuego amigo” ya desde los tiempos de Pacheco, cuando aprovechaban los operativos antitupas para cobrarse viejas facturas entre camaradas.

¡Verdad Revolucionaria y Justicia de veras con nuestros queridísimos Nicolás Groop, Norma Pagliano, Ivette Giménez, Luis Martirena, Jorge Candán, Armando Blanco, Gabriel Schroeder y Horacio Rovira!.

¡Viva el 14 de abril de los que no aflojan!. ¡Arriba los que luchan por la Revolución por la que dieron sus vidas los caídos el 14 y el 17 de abril de 1972!.

¡Habrá revolución Socialista porque ellos la siguen reclamando con su ejemplo y su presencia entrañable e imperecedera, Hasta la Victoria, Siempre!!!.

 Gabriel –Saracho- Carbajales, Montevideo, 14 de abril de 2013.-








3 comentarios:

  1. Nunca olvidar el 14 de abril de 1972 por los compañeros caidos y tener simpre presente los nombres de ellos!1

    ResponderEliminar
  2. El Hugo Candán, un grande entre los grandes. Gracias hermano. Seguimos en la huella. Hasta la victoria siempre.

    ResponderEliminar
  3. Lo que jamas pude entender es como los esposos Martirena pudieran poner a sus hijas adolecentes y sus primas en increible peligro al tener un "berretin" en su propia casa en la que se escondian los principales dirigentes del movimiento.
    Eso me parece un horror.

    ResponderEliminar

No ponga reclame, será borrado