Como Red de Sitios de Memoria de Uruguay cuestionamos, por su profundo sentido antidemocrático, los contenidos del editorial que el diario El País publicó el lunes 13/7/20 sobre la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo.
En el espacio reservado a la exclusiva opinión de la empresa, ésta sintetizó su parecer sobre la Institución titulándola: "inútil y de izquierda".
Nos preocupa que un diario de amplia circulación en nuestro país considere que la defensa de los derechos humanos sea una cuestión de "la izquierda" y más preocupante aún que cuestione a la Institución cuyo cometido es precisamente el de velar por "la defensa, promoción y protección en toda su extensión de los derechos humanos".
Quizás valga recordarle al editor que la Institución de Derechos Humanos no es un invento frenteamplista, sino que éstas fueron creadas a partir de los Principios de Paris de las Naciones Unidas, del año 1991, como forma de proteger los derechos de los ciudadanos ante el incumplimiento y/o atropello de los Estados Nacionales. En nuestro país la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo fue creada con el voto de todos los partidos políticos representados en el Parlamento.
Somos ciudadanos con memoria y conocemos las posiciones políticas de este diario en el pasado y en el presente. Un diario que dice que en nuestro país solo hay "eventuales violaciones a los derechos humanos" o es miope o negador de evidencias. A nosotros también nos gustaría que solo fueran "eventuales" las violaciones, pero la realidad es otra.
El Alto Comisionado de NNUU le otorga a las Instituciones de DDHH el rol de observador y contralor de las políticas y acciones del Estado en su totalidad, sobre sus obligaciones para con la ciudadanía y en caso de incumplimiento, llamarle la atención y efectuar la correspondiente recomendación para que corrija la falta. Finalmente, recogemos la propuesta del editorial que dice que "es tiempo de sincerar funciones y hablar claro" y preguntamos, qué función está jugando hoy El País con su editorial? en nombre de qué intereses habla? y a quienes beneficia la ausencia de un control independiente sobre el accionar del Estado?
Necesitamos aumentar y no disminuir los mecanismos democráticos. Tal como lo prescriben Los Principios de París**, es fundamental que la Institución de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo cuente con "los medios suficientes que le permita lograr la autonomía respecto del Estado y no estar sujeta a controles financieros que puedan limitar su independencia”. Todo cuestionamiento en esta dirección es un atropello a nuestros derechos ciudadanos!
Creada en setiembre de 2018 por la Ley 19641 de Sitios de Memoria Histórica de Uruguay**
La versión en español de los Principios de París puede consultarse en: www.ohchr.org/spanish/law/index.htm
Madres y Familiares sobre la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo
La INDDHH es dirigida por un órgano colegiado de cinco miembros, el consejo directivo, cuyos miembros son propuestos por organizaciones sociales y electos por la Asamblea General del Poder Legislativo. No es barato mantenerla: para 2015, por ejemplo, solo en sueldos, aguinaldo, y cargas legales de los cinco miembros del consejo directivo (sin contar su estructura burocrática), el costo era de unos 6.000 dólares por mes para cada uno; para 2016, por ejemplo, todo el costo fue de unos 2,5 millones de dólares.
Por un lado, es una institución que no sirve para mucho. Recibe y resuelve sobre eventuales violaciones a los derechos humanos que allí son presentadas. Pero ellas nunca son muy numerosas y en muchos casos además están siendo tratadas en paralelo por otros organismos del Estado. Fue así, por ejemplo, que recientemente decidió inmiscuirse de forma totalmente improcedente en la tarea judicial que investiga el conventillo generado por un relacionista público en contra de la vicepresidente de la República.
Por otro lado, con el cambio de gobierno se ha hecho más que evidente que se trata de una institución que, como declaró con acierto el presidente del Directorio blanco, es un mero “comité del Frente Amplio”. No solamente porque su actual integración es de mayoría frenteamplista, sino porque utilizan a esa institución para alinearla, siempre, en las posiciones políticas del FA.
Recuérdese, por ejemplo, cuando con el tema de la cadena oficial de medios negada al Pit-Cnt para el 1° de mayo pasado, la mayoría frenteamplista del INDDHH exhortó al Ejecutivo a que revisara su posición, argumentando sobre el derecho de las personas a acceder a una pluralidad de informaciones. Lo hizo como si en este país la prensa no fuera libre, o como si el Ejecutivo no hubiera dispuesto, para esa ocasión, que los medios públicos dieran amplia difusión al acto sindical.
Con el cambio de gobierno se ha hecho más que evidente que se trata de una institución que, como declaró con acierto el presidente del Directorio blanco, es un mero “comité del Frente Amplio”.
Así
como la INDDHH quiso creer que es un tema de derechos humanos otorgar
una cadena de medios, también fue muy discreta al enfrentar las
situaciones que efectivamente violaban esos derechos a lo largo de la
era frenteamplista en el poder. Cuando en 2018, por ejemplo, un preso
asesinó a otro y decidió fritar su cabeza y comérsela, porque eso fue lo
que ocurrió, la INDDHH sólo recordó que las Naciones Unidas estaban
advirtiendo sobre los altos índices de violencia institucional e
interpersonal en muchas cárceles del país, y habló, simplemente, de una
“falla sistemática” en las cárceles. No hizo ninguna exhortación de nada
al Ejecutivo, por supuesto, ya que eso implicaba ir contra el gobierno
de izquierda.
Además, la INDDHH se ha alineado a la agenda
política del FA sin ningún pudor institucional. En estos años, por
ejemplo, dedicó los dineros públicos que administra a promover medidas
en favor del voto de los uruguayos en el exterior, como si fuera ese un
tema de derechos humanos, y como si el pueblo no se hubiera manifestado
ya contundentemente, votando en el plebiscito de 2009, en contra de esa
iniciativa. Recuérdese que, en este sentido, el FA promovió una ley
apoyada por el INDDHH, que terminó siendo declarada inconstitucional por
la Suprema Corte y que, con buen criterio, el Partido Colorado ha
señalado que debiera de derogarse, de forma de preservar así nuestra
excelente calidad institucionalidad sobre estos asuntos.
Así las
cosas, la INDDHH en tiempos de izquierda gobernante no fue más que una
pequeña agencia de colocaciones para ubicar a compañeros del FA (o
afines a ellos) en un organismo poco conocido, que paga altos salarios, y
cuyas tareas consistieron, sobre todo, en hacer de rueda auxiliar de la
agenda política del partido de gobierno, manejando partidariamente la
legitimidad que otorga proclamarse defensores de los derechos humanos.
Si se presta atención a la arquitectura institucional de nuestra
democracia, no se precisa duplicar instituciones en favor de los
derechos humanos: de hecho, por ejemplo, ya existe una secretaría
dedicada al tema que depende de presidencia de la República.
Es tiempo entonces de sincerar funciones y de hablar claro. Es tiempo de que la opinión pública sepa que la INDDHH es simplemente una especie de comité de base del FA que es financiado, eso sí, por todos los contribuyentes. En 2019, la gente votó un cambio. Es importante que también cambie la INDDHH.
No me queda claro en lo expuesto si, se está de acuerdo con los planteos de "inútil y de izquierda" o si se defiende algo atacado por la derecha porque lo ataca la derecha, o si la incapacidad y la avaricia monetaria de muchos FA se hace notoria y avalan lo que sea. O si hay que derrumbarlo y construir otra cosa. Puedo decir cómo ej: porque fue visto que durante el desalojo del CODICEN miembros de esta comisión participaron legitimado el desalojo y su operativa, como garantes del gobierno y no de derechos; como en cualquier sacrificio religioso fueron los sacerdotes que bendijeron el acto. Más que inutiles, son útiles al sistema, sea de derecha o de izquierda-derecha.
ResponderEliminarHay que leer hasta el final. Aunque yo no republicaria una nota de ese diario.
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