Pereira: "Priorizamos defensa del trabajo pero consideramos insuficiente la fórmula salarial"7
07 Julio 2020
Este martes 7 en la sede de la Dinatra y en el marco del Consejo Superior Tripartito finalmente los representantes del Poder Ejecutivo, las cámaras empresariales y el PIT-CNT, firmaron un acta con bases de entendimiento en el marco de excepcionalidad mundial como consecuencia de la pandemia.
En el marco del diálogo, el PIT-CNT dejó constancia que acepta la
creación de un ámbito de diálogo y negociación concebido para la
generación de trabajo de calidad y expresó su opinión favorable acerca
de su instalación inmediata. A su vez, entendió positiva la voluntad
expresada para las prórrogas en el seguro de paro como forma de ayudar
al mantenimiento de los vínculos laborales de los trabajadores con las
respectivas empresas en que trabajen. Sobre la propuesta de pauta de
índole salarial para el llamado "período puente", desde el 1o de julio
de 2020, la consideró "insuficiente" en el marco del objetivo de
mantener el poder de compra del salario real de los trabajadores durante
el período propuesto.
En diálogo con el Portal del PIT-CNT, Fernando Pereira, presidente de
la central sindical, explicó que lo mejor para el Uruguay hubiera sido
que se prorrogaran por un año los acuerdos vigentes pero que dadas las
circunstancias atípicas, "se logró lo que se logró". Pereira recordó que
el movimiento sindical ingresó a una negociación "que era muy
compleja", con más de 215 mil trabajadores en el seguro de paro y unos
50 mil en seguro por enfermedad, lo que implica que hay unos 300 mil
trabajadores sin empleo. "En este contexto, en materia de empleo se
lograron las prórrogas de los seguro de paro. Ahora se vencen los
seguros y esto es sustancial para entender la coyuntura en la que
estamos parados. Esa es nuestra preocupación principal y particularmente
los que hoy tienen el trabajo en riesgo. Por otro lado se lograron la
cantidad y la permanencia de los seguro de paro parciales. También la
creación del diálogo por el empleo, donde el PIT-CNT va a poner buena
parte de su dirección y de su cuerpo técnico a trabajar en la generación
de puestos de trabajo, junto al sector empresarial y al ministro de
Trabajo. Es decir, entendemos que la concreción de un diálogo social por
el empleo es una cuestión básica en estos momentos para realizar
compras públicas, desarrollos sectoriales, para analizar las
circunstancias de Uruguay en el mundo, de cómo están funcionando los
mercados a nivel global, pero también cómo funciona el mercado interno
uruguayo. Creo que esos son los temas más importantes. Y en relación a
la fórmula salarial, claramente dejamos en el acta una constancia de
insuficiencia porque vamos a tener pérdida salarial al final de periodo.
Pero como bien dijo uno de nuestros profesores de sindicalismo, Juanjo
Ramos, los dirigentes tenemos que estar para dar buenas noticias pero
también y muy especialmente cuando las noticias no son tan buenas. Y
esto (la pérdida salarial) naturalmente no es bueno. Hay una cláusula
que evidentemente va a tener efectos negativos en el salario, pero al
mismo tiempo, colocamos una cláusula que señala que ni bien el Producto
Bruto Interno vuelva a crecer, los salarios tienen que crecer al mismo
ritmo que crezca el PBI, tal como hoy lo aseguró el propio ministro
Pablo Mieres".
Pereira sostuvo que la delegación sindical actuó en función de lo
aprobado por la Mesa Representativa y que ahora que se ha firmado el
acta, todos los grupos de actividad, "los grupos madre tienen la
posibilidad de analizar esta formulación y ver cuál es el camino que
toman".
¿Hubo verdadero espacio de diálogo e intercambio para llegar a la firma del acta?
Sí, desde el principio de la negociación y hasta acá. Tal vez eso no se pueda percibir, pero si pensamos en el punto en que comenzó la negociación y vemos a lo que arribamos en el día de hoy, es porque hubo mucho diálogo y eso fue impulsado por el movimiento sindical pero también contó con una actitud pro diálogo del gobierno. Por ejemplo, cuando los beneficios conquistados quedaron en riesgo, el movimiento sindical salió duro y el Ministerio de Trabajo respaldó la posición sindical. Eso es más o menos público pero fue así lo que pasó. Yo escribí una columna con nuestra postura y seguramente que el sector empresarial supo mirar, modificó su posición original y hoy se anunció que en todos los convenios van a permanecer todos los beneficios logrados. Para mí es gran avance pero cada trabajador lo tiene que analizar desde su lugar. De lo que estamos hablando que estuvo en riesgo y logramos mantener y confirmar se trata de licencias, partidas de fin de año, de presentismo, distintos tipo de herramientas que los sindicatos acuerdan y que se transforman en conquistas que no son salariales pero que son de ingresos claros. Naturalmente que ese punto es un avance y que en este camino hubo diálogo, eso no puede caber la menor duda.Recién te referías a Juanjo Ramos cuando hablaba de compromiso y el rol de los dirigentes a la hora de tener que transmitir noticias duras. ¿Qué te preocupa en este contexto actual?
Nosotros venimos de 15 años anunciando convenios con crecimiento salarial, mayores o menores. Algunos tasas que hace mucho tiempo que no se veían, el salario de un maestro se multiplicó por dos, el salario de un peón rural se multiplicó por cuatro y el salario de una trabajadora doméstica se multiplicó por tres. Esas noticias las pudimos dar y hasta fuimos medidos para comunicarlas. Cuando llegan situaciones tan complejas, como ahora que estamos en un momento con sacudones que son a nivel planetario, con una pandemia que impactó en lo económico, en lo social, ni que hablar en lo cultural, recordemos que aún no han podido abrir las salas de teatro, tenemos sectores enteros de actividad en el seguro de paro, nada resulta sencillo. Negociamos en desventaja porque la herramienta que tiene el movimiento sindical para ganar en esta circunstancia es la lucha y si hay unas 500 mil personas fuera de su trabajo, la lucha la das con mucha desventaja.¿Cuáles son los próximos pasos y los desafíos que deberá enfrentar el movimiento sindical?
Nosotros colocamos como prioridad al trabajo y el empleo. Ese fue un
debate sano que dimos en la Mesa Representativa, siempre respetando las
distintas opiniones, pero lo que defendimos fue la posición mayoritaria
en relación a la defensa del trabajo y así sucedió. Si uno se fija en el
acta, colocar allí la prórroga de los seguros de paro, los seguro de
paro parciales y el diálogo por el empleo, son tres cuestiones claves
para la defensa del empleo. Y ahora tendremos que tener la capacidad de
proponer en ese ámbito de diálogo, distintas medidas que efectivamente
ayuden a generar empleo. Ahí tenemos un desafío por delante. El segundo
es que cuando pase el año puente, rápidamente tenemos que recomponernos y
recomponer nuestras fuerzas para volver a tener el poder de compra que
tenemos en este momento. Porque el deterioro se va a dar a partir de
ahora y por un año. Al siguiente año hay que recuperar el salario que se
hubiera perdido. Esta va a ser una lucha del movimiento sindical aunque
ya hoy el ministro Mieres se comprometió a que si el producto crecía,
íbamos a acompañar la misma dinámica que el crecimiento en el aumento
salarial. De todas maneras, hay que estar expectante y luchando por
generar mejores condiciones para los trabajadores. Hasta acá fue una
etapa. No pudimos llegar a un acuerdo, lo que se firmó fue a un acta que
baja la discusión pero que el Consejo de Salarios en pleno recomienda
en un año puente como este, tomarlas como de recibo porque es muy
difícil abrir los subgrupos en estas condiciones.
¿Qué le dirías a las trabajadoras y los trabajadores en este momento tan particular?
Lo que se concretó hoy no vino solo, porque independientemente que se pueda considerar insuficiente, hay cambios sustanciales a cómo se veía esto hace unos meses. Claramente el 1° de mayo -uno de los más importantes del mundo según nos dicen las propias centrales sindicales de distintas partes del planeta- generó una circunstancia muy potente al movimiento obrero, lo mismo la movilización del 4 de junio en Avenida del Libertador. La gente cuando se moviliza y lucha genera mejores condiciones. A las trabajadoras y trabajadores les diría que éste no es el mejor convenio, todos estamos de acuerdo, pero probablemente en esas circunstancias era la decisión que había que tomar y fue la que tomó la Mesa Representativa. Pero también hay que tener presente que hay que prepararse para tener la organización lo suficientemente tensa para volver a conquistar lo que hoy pueda caer. Y tenemos que estar preparados y tener claros los objetivos. No hay que olvidar que 400 mil trabajadores todavía ganan menos de 20 mil pesos de salario líquido y esto es algo que con el tiempo tenemos que ser capaces de mejorar. Hay muchos temas para discutir, está la LUC y los retaceos a las libertades que contienen algunos de los artículos, especialmente el vinculado a la huelga y los piquetes de huelga. Hay que analizar la ley en su conjunto para ver qué acciones tomar y fundamentalmente, no hay que dejar de luchar. Lo que nos está faltando es nuestra herramienta fundamental: lo que nos unifica es la gente en la calle. Hoy cada movilización en la calle hay que pensarla muy bien, hay que analizarla muy bien y hay que generar la mejores condiciones para que nuestras acciones generen el menor problema en la salud de nuestros compatriotas y de nosotros mismos. Todo esto hay que hacerlo con la dificultad que supone una pandemia. Yo creo que en términos de crisis, lo que estamos viviendo es peor que la del 2002 precisamente por eso, porque hay una amenaza sanitaria y cualquier descuido como por ejemplo la circunstancia de Treinta y Tres lleva a que se dé una ola de contagios de manera muy virulenta. Y estas cosas tienen que estar colocadas arriba de la mesa.Acta Cst 07 de Julio 2020.PDF by Alberto Cabrera on Scribd
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Pereira admitió que convocar a más de 150 subgrupos “implica cientos y cientos de asambleas, algo contraindicado para la pandemia”. De todos modos, aclaró que cada rama tiene derecho “a abrir esa ronda”. Pero el ministro destacó que las dos partes tuvieron “sentido de responsabilidad y de toma de conciencia sobre la situación, de lealtad y de espíritu de trabajo”. Uruguay “da un nuevo ejemplo de cómo trabajamos frente a la emergencia sanitaria”, indicó.
Pereira, en tanto, lamentó que “por primera vez en 16 años haya caída en el salario” y en ese sentido no quedó “satisfecho” con el acta. Dijo que la negociación fue “larga y tensa” e incluso “dolorosa para el movimiento sindical” porque “se discutió la vida de la gente”. Y sostuvo que la situación del país “es del tamaño del 2002” y que quizás “se queda corto”.
Pereira, en tanto, lamentó que “por primera vez en 16 años haya caída en el salario” y en ese sentido no quedó “satisfecho” con el acta. Dijo que la negociación fue “larga y tensa” e incluso “dolorosa para el movimiento sindical” porque “se discutió la vida de la gente”. Y sostuvo que la situación del país “es del tamaño del 2002” y que quizás “se queda corto”.
Y al final hubo acuerdo: fue por consenso dadas “las circunstancias excepcionales de la coyuntura actual” que atraviesa el país, según dice el acta. De hecho, tanto empresarios como trabajadores dejaron claras sus discrepancias en el documento de cuatro carillas difundido ayer de tarde. La idea es convocar a los 24 grupos “madre” de los consejos de salarios para que ratifiquen la pauta y no se deba convocar a su vez a más de 100 subgrupos.
El acuerdo alcanzado ayer abarca a los 150 convenios que vencieron el 30 de junio más otro grupo de convenios que caducará a fin de año. Según se acordó, los únicos tres consejos de salarios en los que se discutirá por fuera de los lineamientos son los de la construcción, la salud privada y el transporte de pasajeros. Esos tres convenios abarcan a unos 100.000 trabajadores, por lo que los lineamientos para este período puente -así ha sido calificado por todas las partes- incluye a unos 600.000 empleados del sector privado, según estimaciones del Instituto Cuesta Duarte del Pit-Cnt a las que accedió El País.
¿Y qué establece la pauta? Más allá del correctivo por la inflación (con ajustes de entre 2 y 4% ahora en julio, como informó ayer El País), en enero próximo habrá un ajuste nominal fijo de 3%, salvo para los sectores que en noviembre registren un número de cotizantes igual o inferior al 90% de los cotizantes registrados en noviembre del año pasado. En esos casos, el ajuste recién se aplicará a partir del 1° de abril. Pero, además, los trabajadores con salarios nominalesinferiores a 22.595 pesos recibirán un aumento adicional de 1% que no se descontará del correctivo final. Ese correctivo será por la inflación del año móvil, a la que se le descontará el aumento salarial otorgado en el período y también la caída del PBI en 2020.
La eventual pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores tras esta ronda (que aún no se conoce) será recuperada a partir de enero de 2022 “si la evolución del PBI de 2021 indica crecimiento”, según dice el acta. El acuerdo también incluye la extensión de los seguros de paro que caen en julio, al menos hasta el 30 de setiembre.
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