domingo, 16 de diciembre de 2012

Invitación a encontrarnos con el Che


No debemos tener miedo de cuestionarnos. Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.
 Charles Chaplin

Por Sergio Nápoli 

 Rescatar el pensamiento y práctica política del Comandante Ernesto Guevara “CHE” es una necesidad imperiosa para los pueblos de nuestra Patria Grande.

 
Cada día se hace más evidente la incapacidad del Capitalismo de resolver los problemas concretos de las mayorías o más simplemente de garantizar una vida digna: salud, educación, trabajo.

Resolver el tema de la relación entre la política y la economía es vital para la izquierda porque ahí está uno de los desafíos más importantes que la autodefinen.

Años de dominación conceptual y cultural donde el determinismo económico cancela la política y donde todo pasa por los márgenes de ganancia y equilibrios macroeconómicos, empiezan a resquebrajarse y dejan al descubierto un modelo ineficiente, incapaz de resolver el tema de la pobreza y el de la marginación, convirtiéndose en ejemplar saboteador del desarrollo armonioso y sustentable de la sociedad.

Recuperar el pensamiento guevarista es una de las batallas político- ideológica que debemos dar para reconstruir el pensamiento de izquierda en nuestra comarca y seguramente una de las mas fructíferas, de cara a un horizonte revolucionario.

Recuperar el concepto básico de que la economía, la gestión y la administración deben de estar al servicio de lo político y no como sucede hoy en nuestro país donde el determinismo económico guía la acción del Gobierno, condenándolo a perpetuar las desigualdades que discursivamente dice querer combatir.

El concepto de que la economía esta separada de la política es el arma de dominación capitalista.

Después de la segunda guerra mundial la socialdemocracia pretendió dirigir, gestionar el llamado mercado, pero la lógica de acumulación capitalista no tiene límites, está en el ADN del modelo. La crisis estructural de largo alcance que campea hoy en Europa  muestra de manera clara e indiscutible que es la lógica de la acumulación capitalista, es quien marca la cancha, es la que determina las reglas de la política, algo muy parecido está sucediendo en nuestra región y en nuestra comarca, solo que en esta área geográfica recién empieza la “evolución Progresista” que si bien deja atrás la vieja concepción capitalista del patrón nacional, no es capaz de desafiar la estructura conceptual del modelo, lo actualiza: el patrón es impersonal y transnacional, la explotación y la acumulación ilícita del capital es mas eficiente y casi subliminal.

Detrás del discurso de inversiones, eficacia productivita, crecimiento del equilibrio macroeconómico financiero, se oculta la reproducción acumulativa del  capital  o sea, la máxima explotación. El Comandante Ernesto Guevara “CHE” lo sintetizaba de forma muy clara, “…. Pretender construir el socialismo tomando prestadas las armas del Capitalismo…”  no solo es estúpido sino suicida.

En este sentido debemos rechazar, erradicar el principio progresista (capitalista), de que la política y la economía son líneas paralelas, simplemente porque invierte el orden natural, afirmando que sin economía no hay política, esta afirmación no es un error, todo lo contrario, esta afirmación es parte esencial de lo conceptual en la doctrina liberal.

Para la izquierda, para los revolucionarios, para el análisis científico de la historia de la humanidad es exactamente al revés, la economía es política o no es y se antepone al hombre, al ser humano por encima de los bienes materiales, el hombre en el centro de la sociedad de la vida, el hombre político que hace desaparecer al hombre económico es la “… construcción del hombre nuevo….”  

Hoy en nuestro país es necesario llenar un vacío importante, dar respuesta correcta a este vacío es vital para nuestra gente, para nosotros mismos, para el futuro, pero sobre todo es vital para los mas pobres, para los marginados, para los mas.

El hecho de que en nuestro país no exista una fuerza de izquierda organizada nos obliga a reorganizar esa fuerza, porque la gran mayoría de sus dirigentes y una parte importante de sus militantes se perdieron en la cómoda y acomodaticia posesión del Gobierno.

Parecería que uno de los principales objetivos es demostrar que no son “feos, malos y sucios”, quieren  ser del agrado de los que concurren a las reuniones sociales puntaesteñas.

Se ha verificando una mutación genética, a esta mutación genética de la izquierda la llaman Progresismo.

Y es precisamente esta mutación genética la que mete sobre la mesa la cuestión ética, la cual muchas veces olvidamos y es precisamente esta cuestión ética la que influye y demasiadas veces determina los contenidos.

Creo que uno de los problemas centrales es que tenemos una clase dirigente en crisis, sus ideas y programas están elaborados pensando más en gustarle a la clase empresarial, a ciertos círculos financieros internacionales, o a ofrecer un producto electoral atractivo que a dar respuesta a la realidad concreta de todos los días.

Y los que quieren emerger como “alternativos” llevan en sus genes políticos la  co-responsabilidad (en términos históricos), por lo tanto troquelan estructuras, comportamientos y programas que nos condujeron a la estéril realidad de hoy.

Debemos ser capaces de plantearnos una “CONVENCIÓN DE IDEAS”, no de productos electorales, donde en la confrontación fraterna, transparente, dura, logremos sintetizar un programa sin urgencias de calendario, un horizonte capaz de dar respuestas concretas a temas concretos, simplemente los de la gente, respuestas de los de abajo a temas de todos, desterrando el pensamiento de querer ser agradables a la burguesía uruguaya.

Debemos partir del análisis de la realidad político – económico nacional y regional para poder ver mas claramente a cuales problemas nos debemos enfrentar primero y como actuar para poder revertirlos.

La construcción de una izquierda alternativa, democrática, revolucionaria, dispuesta a transitar junto a nuestros hermanos de la región los caminos que sean necesarios, no solo debe tener un profundo sentido de clase sino que debe rescatar el sentido ético revolucionario para transformarlo en su propia columna vertebral.

“Un rancho se levanta con bosta” “los zapallos se acomodan en el carro”, son solo dos ejemplos de frases dichas y repetidas por viejos dirigentes, que transparentan toda una cultura reaccionaria que nada tiene que ver con la izquierda. Y eso es justo en lo que no debemos caer.

“No hay oportunidad en una Revolución para los farsantes, no hay oportunidad en una Revolución para los acomodaticios, no hay oportunidad en una Revolución para los ambiciosos, no hay oportunidad en una Revolución para los mediocres, no hay oportunidad en una Revolución para los débiles y cobardes” Fidel Castro


Si como base de esa “CONVENCION DE IDEAS” tenemos presente estas afirmaciones y logramos incorporarlas, algo hemos avanzado y estaremos más cerca del “CHE”

Sergio Napoli




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