viernes, 21 de diciembre de 2012
Un senado uruguayo racista y mercenario
Ayer 20 de diciembre el Senado dio media sanción a la prórroga de la autorización para el envío de tropas uruguayas a Haití. Por primera vez desde la actitud digna de Guillermo Chifflet que se negó a votar en el año 2005, han aparecido discrepancias abiertas sobre el tema en la bancada del Frente Amplio.
Saludamos a los que, con actitudes diferentes, se negaron esta vez a votar.
Los argumentos de los que votan por mantener la ocupación militar en Haití son, en muchos casos descaradamente mercenarios:
a) El beneficio económico de los soldados. Pasan por alto el hecho de que eso es a costa del derecho de otros pueblos, que "la casita" que van allí a conseguir es a costa de que cientos de miles de haitianos sigan viviendo en carpas. El costo de la ocupación militar es varias veces mayor a toda la ayuda humanitaria que recibe Haití.
b) Las oportunidades de entrenamiento en combates reales. Según parece, sin importar quién caiga, y si esas agresiones incluyen masacres contra gente desarmada como en Cité Soleil . Las llamadas "misiones de paz" se ven como una oportunidad para que los militares aprender a matar, y los pueblos agredidos son apenas el insumo.
c) Pequeños dividendos en política exterior, sin prestar mucha atención a la política de que se trate. Más de veinte mil uruguayos han participado en estas acciones armadas en el exterior en sesenta años. No hubo ninguna discusión ni decisión soberana de nuestro pueblo, al que ni siquiera se lo informa y se ocultan o minimizan hechos como los casos de violaciones.
Algunos senadores presentan estos antecedentes para para decir: ¿por qué entonces tanto problema en esta nueva intervención?
Lo único que han hecho los gobiernos de turno es amoldarse a la avidez militar de prestar servicios al imperialismo a cambio de algún beneficio corporativo.
Otros senadores se justifican en las resoluciones de Naciones Unidas y su plan de "estabilización" de Haití, desconociendo tanto los resultados reales que trajo la ocupación como el hecho fundamental de que cualquier intervención de este tipo se hace avasallando la soberanía haitiana, y acompañada de represión, muerte, y vejámenes.
Si las Naciones Unidas ni se dan por enteradas de estos hechos, más inaceptable aun es que nuestros senadores se quejen de que hayan tenido demasiada trascendencia.
Las excusas que se ponen para esta intervención podrían aplicarse por igual a cualquier país de la región, Uruguay incluido.
Esta intervención además está sostenida mayoritariamente por países de la región, que quieren coordinar entre sí "respetando la soberanía de cada Estado" (Declaración de Asunción, agosto de este año); la soberanía de todos menos la de Haiti.
Resulta asombroso además, que los parlamentarios digan abiertamente que han venido aprobando hasta ahora intervenciones militares sin prestarles mucha atención, sin conocimiento, o incluso dejando de lado sus propias opiniones y su compromiso con quienes los votaron.
La "disciplina partidaria" que aducen no incluye, según parece, la disciplina hacia sus representados, por los cuales están allí, y a quienes no les solicitaron el voto para hacer esto.
Llamamos a todos al repudio de esta actitud mercenaria, imperialista y racista, tomada además con ligereza irresponsable por parte del parlamento.
COORDINADORA POR EL RETIRO DE TROPAS DE HAITÍ.
Fernando Moyano
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