Informe copilado por El Muerto
Con Susan Rice en escena, un segundo genocidio se avecina en el Congo
Por Glen Ford, Black Agenda Report-.
Susan
Rice es una mujer que persigue terribles objetivos: ocultamiento del
genocidio en el Congo, y jefa de la escalada militar de los EE.UU. en
África. Los políticos Afro-Americanos salieron en su defensa como modelo
para los jóvenes Negros, especialmente para las mujeres.
La invasión de la República Democrática del Congo en 1996 por parte
de los aliados de los EE.UU., Ruanda y Uganda, motorizó un genocidio que
se ha cobrado la vida de 6 millones de congoleses. Otra ola de
asesinatos masivos asoma con la reciente ocupación de Goma, ciudad de un
millón de habitantes ubicada en la región este del Congo, por parte de
los “rebeldes” controlados por Ruanda y Uganda.
“Todos deben tener bien en claro contra quién estamos peleando en el Congo”, aseguró Kambale Musavuli,
integrante de Amigos del Congo. “Estamos pelando contra los poderes
occidentales, los Estados Unidos y el Reino Unido, quienes están
armando, entrenando y equipando a las fuerzas militares de Ruanda y
Uganda”.
Una muerte colonial: Patricio Lumumba electo presidente en 1960 y asesinado
Ascensión y muerte de Patrice Lumumba, primer ministro electo
del Congo independiente, asesinado en un complot tejido por las
potencias de la Guerra Fría en lucha por las materias primas.
Video en inglés, se puede transladar subtítulos a español
Susan Rice, embajadora de los EE.UU. para las Naciones Unidas
(ONU), es la figura clave en el ocultamiento del rol de Ruanda y Uganda
en el genocidio del Congo.
Rice ha sostenido una batalla en dos frentes para proteger a sus
clientes asesinos: retrasando la publicación del informe realizado por
un grupo de expertos de la ONU sobre las depredaciones de esos clientes
de Washington en el Congo, y subvirtiendo, desde el Departamento de
Estado, todo esfuerzo para frenar a Uganda y Ruanda.
Días atrás, Rice bloqueó
en el Consejo de Seguridad, la posibilidad de demandar explícitamente a
Ruanda un cese inmediato del apoyo a los rebeldes del M23, quienes
prometieron marchar hasta Kinshasa, la capital congoleña.
Susan Rice incitó el genocidio en el Congo durante gran parte de su
carrera política. En 1993, a la edad de 28 años, fue destacada por Bill
Clinton como responsable del Consejo de Seguridad Nacional, y pronto fue
ascendida al cargo de Secretaria Asistente de Estado para Asuntos
Africanos en 1997, mientras Ruanda y Uganda avanzaban sobre la región
oriental del Congo y tomaban el control de sus recursos minerales en
medio de un mar de sangre. Se conoce su amistad personal con los líderes
de la minoría Tutsi de Ruanda, incluyendo al presidente Paul Kagame, un
implacable soldado entrenado en la Escuela de Comando y Estado Mayor de
la Armada de los EE.UU. en Fort Leavenworth, Kansas, bajo la tutela de
Yoweri Museveni, hombre fuerte de Uganda (y favorito de la
administración Reagan), considerado el pionero en el empleo de niños
soldados en los modernos conflictos de África.
Coltan es el motivo
Durante el gobierno de Bush, Rice se transformó en una férrea
defensora de la intervención militar “humanitaria” en África, impulsando
ataques aéreos y desde el mar contra Sudán, y defendiendo la invasión
de Etiopía sobre Somalia en el año 2006, auspiciada por los EE.UU. En
2008, un asesor principal de la campaña de Obama sobre asuntos de
política internacional, declaró que Rice buscaba llegar al cargo de
Secretaria de Estado. Como embajadora ente la ONU, Rice representa la
espada principal de la administración Obama para los asuntos de África,
objetivo de sus desproporcionadas agresiones. Se cree positivamente que
Rice convenció a Obama para lanzar la campaña de bombardeos de la OTAN
sobre Libia. Repitió hasta al hartazgo ciertos informes de prensa falsos
que aseguraban que las tropas de Muammar Gaddafi estaban violando
mujeres con la ayuda de grandes dosis de Viagra. Se negó a retractarse
incluso a pesar de que oficiales del ejército y de los servicios de
inteligencia norteamericanos expresaron ante la cadena de noticias NBC
que “no hay evidencia de que las fuerzas militares libias hayan recibido
Viagra y que se hayan involucrado en violaciones sistemáticas contra
mujeres en las áreas rebeldes”. Sin embargo, Rice no dijo ni una palabra
acerca de la limpieza étnica y los pogroms raciales contra libios
negros y migrantes subsaharianos, incluyendo el bien documentado caso de
la limpieza étnica en la ciudad negra de Tawergha.
Los instintos “humanitarios” de Susan Rice, como el de sus jefes, son
altamente selectivos –al punto de que un genocidio igual o mayor que
aquel cometido por los nazis sobre la población judía de Europa es
invisible a sus ojos. Más exactamente, Rice trabaja con dedicación para
borrar el genocidio en Congo, invisible ante el mundo, suprimiendo la
publicación o la discusión en torno a los crímenes cometidos por Ruanda y
Uganda.
El primer documento, un “Informe de Mapeo”, describe las violaciones a
los derechos humanos en la República Democrática del Congo desde 1993
hasta 2003. Finalmente publicado en octubre de 2010 por la Oficina del
Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, y luego de un gran
retraso, el documento responsabiliza puntualmente a las tropas de
Uganda por asesinatos masivos, “crímenes que pueden ser clasificados
como genocidio”.
Un informe más reciente, elaborado por un grupo de expertos de la ONU
concluye que la organización M23, el grupo de “rebeldes” congoleños que
tomaron la ciudad de Goma, es “una creación de Ruanda”, alimentada con soldados de Ruanda bajo las órdenes militares de Paul Kagame. Uganda también apoya al M23.
Susan Rice, como enérgica protectora y facilitadora del genocidio,
debería ser llevada a prisión de por vida (dado que la pena de muerte ya
no es sancionada internacionalmente). Lo mismo debería aplicarse a sus
superiores directos, Hillary Clinton y Barack Obama. Podría considerarse
que el Grupo de Congresales Negros debería estar preocupado por la
amenaza de una segunda ola de asesinatos masivos en el Congo. Pero no es
así. Toda búsqueda en Google fracasará si pretende revelar una sola
palabra de reclamo mundial de parte de los legisladores negros sobre el
genocidio en el Congo o sobre la ocultación de la documentación del
genocidio –o cualquier otra cosa sobre África que se quiera saber, desde
la muerte de Donal Payne en marzo del presente año, representante por
New Jersey y prestigioso integrante del Subcomité en Asuntos Africanos.
En cambio, la nueva integrante del Grupo de Congresales Negros,
Marcia Fudge (Cleveland) realizó una conferencia de prensa junto al
resto de las mujeres integrantes de ese grupo de congresales para
defender a Rice las críticas del Partido Republicano por sus manejos
ante el asesinato del embajador norteamericano en Libia, diciendo que se
trata de “una persona que ha servido a este país con distinción”. “No
permitiremos que esta brillante servidora pública, con tan importante
historial, sea atacada para coartar sus posibilidades de convertirse en
Secretaria de Estado”, afirmó Fudge.
Según el Grupo de Congresales Negros, el “historial” de Rice como
jefa de la escalada militarista en África y principal encubridora de los
hechos de genocidio en el Congo, hace de ella un modelo para los
Afroamericanos, especialmente para las mujeres negras jóvenes.
Su relación con las mujeres del Congo es más problemática. Kambale
Musavuli, integrante de Amigos del Congo, organización que trabaja para
las víctimas de las violaciones masivas en la región oriental de ese
país declaró: “¿Por qué desearías ayudar a las mujeres congolesas
violadas, cuando el dinero de tus impuestos está respaldando a aquellos
que están llevando adelante las violaciones? Ahí la contradicción”.
En la Era de Obama, la relación entre la Norteamérica Negra y África está repleta de ese tipo de contradicciones.
28-11-2012
Glen Ford, Editor Ejecutivo de Black Agenda Report, puede ser contactado en: Glen.Ford@BlackAgendaReport.com.
Traducido del inglés al castellano por PIA Noticias
Texto original en: http://blackagendareport.com/content/second-wave-genocide-looms-congo-susan-rice-point
El Congo en conflicto
Las fuerzas de paz del ejército uruguayo operan entre guerrillas y señores de la guerra en un zona rica en recursos minerales y devastada por el conflicto
Militares uruguayos haciendo los mandados de la ONU controlan el aeropuerto de Goma
+ Ricardo J. galarza, especial para El Observador - 01.12.2012
La República Democrática del Congo es el arquetipo de lo que en
ciencia política se conoce como Estado fallido. El ineficaz gobierno de
Joseph Kabila, con asiento en Kinshasa, no controla la mayor parte del
territorio; y las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo
(FARDC) distan mucho de lo que normalmente se tiene por ejército.
Según todas las versiones de la prensa internacional, se trata de una
fuerza corrupta, con escasa disciplina y adiestramiento, cuyos
efectivos muchas veces actúan por la libre y dividen lealtades entre el
gobierno y diferentes grupos armados que operan en el territorio
congoleño.
Y es que desde 1998, un complejo entramado de guerrillas, milicias y
fuerzas rebeldes —tanto locales como extranjeras— asuelan el Este del
Congo en permanente estado de conflicto interno. En la extensa frontera
oriental que separa al país de Uganda, Ruanda y Burundi, opera cerca
de una decena de grupos armados irregulares: guerrillas tutsi del
temido M23, sus rivales hutu del Frente Democrático para la Liberación
de Ruanda (FDLR), varias milicias locales, como los Mai-Mai y el Frente
de Defensa del Congo (FDC); así como grupos armados burundeses y
ugandeses, entre los que figura el Ejército de Resistencia del Señor,
liderado por Joseph Kony, de reciente notoriedad por sus prácticas
brutales y crímenes de guerra.
En esa zona devastada por el conflicto, ubicada entre las provincias
congoleñas de Kivu del Norte y Kivu del Sur, es donde se encuentran
destacadas el 94 % de las fuerzas de paz de la ONU, que actúan en el
Congo con el mandato de proteger a la población civil.
Entre todos esos señores de la guerra locales y extranjeros, los que
normalmente se imponen son los tutsis, que actúan en el Congo con la
protección de los gobiernos de Ruanda y Uganda, explotando los ingentes
recursos minerales de la zona ante la indiferencia —a veces, con la
complicidad— del ejército congoleño.
Sin duda el factor étnico ha sido determinante en el conflicto.
Estos grupos tutsi aun persiguen hutus en venganza por el genocidio de
Ruanda de 1994, cuando el gobierno hutu de ese país desató una limpieza
étnica que acabó con la vida de por lo menos medio de millón tutsis.
La llegada al poder de Laurent Kabila (padre del actual presidente)
en el Congo, en 1997, fue la chispa que encendió el conflicto en las
provincias de Kivu. Kabila padre, quien en los años sesenta había sido
señalado por el Che Guevara como “un guerrillero poco serio”, más dado a
la juerga que a la revolución, se alzó a fines de los noventa contra
la larga dictadura de Mobuto Sese Seko con el apoyo de los Tutsis. Pero
una vez en el poder en Kinshasa, los abandonó; lo que desató la guerra
civil en el Este del Congo con la participación de todos estos grupos
armados y de los países limítrofes.
Sin embargo, el principal fogonero de este prolongado estado de
beligerancia en el Congo son sus riquezas minerales, en particular el
codiciado coltán, un mineral de enorme valor estratégico para la
industria de la tecnología. El Congo posee cerca del 80 % de las
reservas mundiales de coltán, que Occidente usa para sostener su estilo
de vida y, muy especialmente, su cultura del móvil, ya que se utiliza
en la fabricación de casi todos los dispositivos electrónicos
portátiles, desde teléfonos celulares y tablets, hasta laptops y
netbooks.
Pero los países exportadores de coltán son Ruanda y Uganda, que
compran a la guerrilla tutsi el mineral que extraen a sangre y fuego del
Congo.
En medio de ese caos de grupos armados, señores de la guerra y
violencia indiscriminada, se desempeña el Batallón Uruguay, un
contingente de 748 efectivos que reviste como reserva de las fuerzas de
paz de la ONU. Son precisamente los efectivos uruguayos los que han
logrado la mayor simbiosis con la población civil del Este del Congo,
que los ve como una fuerza amiga. Soldados uruguayos han salvado varias
vidas allí; y su apoyo y buen trato a los congoleños —además de su
propia idiosincrasia— les ha ganado un lugar de confianza entre una
población demasiado acostumbrada a las masacres y los crímenes de
guerra.
Una milicia rebelde tomó ayer la ciudad congoleña de Goma, donde hay
650 soldados del Ejército uruguayo. Un sector del aeropuerto también
habría caído que estaba bajo contro de las tropas uruguayas
La semana pasada, los tutsis del M23 tomaron la ciudad de
Goma, capital de Kivu del Norte, donde el Batallón Uruguay controla el
aeropuerto y el cuartel de las fuerzas de paz. Sin embargo, los
uruguayos mantuvieron sus posiciones en el aeropuerto y el cuartel a
salvo sin disparar un solo tiro.
El líder del M23 es el despiadado Bosco Ntaganda, conocido como
Terminator y buscado por la Corte Penal Internacional por crímenes de
guerra y lesa humanidad. Pero no es la intención de estos grupos armados
enfrentarse con las tropas de la ONU destacadas allí; incluso, por lo
mismo, últimamente procuran no atacar a la población civil.
Según el coronel Gustavo Sosa, jefe del Cecope (Centro Coordinador
de las Operaciones de Paz del Ejército) uruguayo, quien entre 2003 y
2005 estuvo destinado en el Congo, las guerrillas ahora se cuidan mucho
de no caer en las llamadas “reglas de enfrentamiento”, según las
cuales los cascos azules deben intervenir, como es el caso de un ataque
a la población civil.
Esto no sucedió tampoco la semana pasada durante el avance del M23
en Goma y otras localidades de la triple frontera. Por eso, a pesar de
la peligrosidad que consignaban los reportes de prensa, la realidad es
que en el campo no hubo ni siquiera enfrentamientos.
También, la ausencia o indiferencia del ejército congoleño en la
zona, permitió a los hombres de Ntaganda tomar la ciudad sin enfrentar
resistencia. Y es que muchos de los soldados congoleños deben lealtad o
han sido combatientes en estos grupos guerrilleros; y es difícil que
disparen contra sus propios excompañeros.
“Al otro día de la toma de Goma, las escuelas y todo estaba
funcionando normalmente”, me dijo Sosa. La situación, de todos modos,
continuaba inestable, ya que el M23 amenazaba con marchar hacia Kinshasa
y derrocar a Kabila.
El jueves, finalmente, los rebeldes llegaron a un acuerdo con la
Conferencia Internacional de los Países de los Grandes Lagos para
retirarse de Goma y deponer su amenaza de avanzar hacia la capital del
país.
Algunos mandos y combatientes aun se resisten al repliegue en Goma;
pero cuando esta edición se iba a máquinas, la mayoría de los informes
de la prensa internacional apuntaban que la situación tendía a
normalizarse.
En el Congo rico, de donde proviene la materia prima para las
comunicaciones que rigen el mundo moderno (y que paradójicamente es
considerado el país más pobre del mundo según el Índice de Desarrollo
Humano de las Naciones Unidas), el estado de beligerancia interno y el
dominio de los señores de la guerra no tiene, empero, miras de ceder.
Desde la época de la colonización belga en la primera mitad del
siglo XX, pasando por el posterior gobierno de Patrice Lumumba
—asesinado un año después de tomar el poder con el Movimiento Nacional
Congoleño—, la dictadura de Mobutu hasta el conflicto desatado tras el
alzamiento de Kabila padre, la población civil ha sido objeto de todo
tipo de vejaciones y masacres que solo ha podido atenuar en parte la
presencia de las fuerzas de paz.
Pero el mundo seguirá consumiendo el coltán que sale de la guerra y
que además la alimenta. Así, todo parece indicar que el Batallón
Uruguay permanecerá en el Congo por varios años más.
martes, 4 de diciembre de 2012
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Yo tengo un familiar militar y keria saber que hacen en este momento?
ResponderEliminarSE PUEDE SABER?
Religiones, Sectas, sociedades secretas, mafias, gansters, nazis, etc todos son lo mismo.
ResponderEliminarNo es que los toleren hasta un cierto punto, sino que cumplen una función para las personas de poder, son los tontos útiles a quienes se les echa la culpa de todo.
Cuando la CÍA dice que "no tortura a nadie", pero si dejan que los mafiosos y los ganster lo hagan, como cuando intentan envenenar a Fidel Castro.
El liberalismo no es otra cosa que el control de los militares. Para invadir económicamente un país solo tienes que controlar a los militares (la política de prevención de Bush). No es raro que exista esta mayor tolerancia con la corrupción en países como, España Italia.
Los primeros grandes Imperios se formaron entre otras causas debido al exceso poblacional.
Lo que no dicen, es que hacían sus conquistas territoriales con 2 fines.
Primero si ganaban tenían nuevos territorios y a la vez solucionaban el exceso poblacional y Segundo, si perdían les daba igual, los lideres solucionaban el exceso poblacional.
En nuestros días con la crisis económica el control poblacional se realiza hipócritamente, con el negocio de la salud (Si tienes dinero buena suerte, si no mala suerte), o cometiendo genocidio (India, Africa, etc)
abra muerte y solo asi la gente de nuestro pais sabra valorarnos como es devido y con respeto a sus militares que ya no son aqueyos del 60 esto es siglo 21 nosotros no tenemos miedo de morir por que soldado es aquel que sibrevive y muere en combate.
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