viernes, 28 de diciembre de 2012

Alberto Mechoso ¡Arriba los que luchan!




En los adelantos sobre el entierro de Mechoso se utilizan imágenes de disturbios callejeros predictatoriales. No corresponde. Mechoso fue secuestrado en un bar de Buenos Aires, llevado a su casa para robarlo, trasladado a Orletti para torturarlo, lo ejecutaron y fondearon dentro de un tonel en el canal de San Fernando... No hubo confrontación callejera.
Roger Rodriguez



Página/12
Viernes, 28 de diciembre de 2012
  HOY VELAN LOS RESTOS DE UN DESAPARECIDO URUGUAYO
Duelo en las dos orillas

El gobierno de Uruguay entregará a sus familiares los restos del ex militante de izquierda Alberto Mechoso Méndez, asesinado en Argentina en septiembre de 1976.




El gobierno de Uruguay entregará hoy a sus familiares los restos del ciudadano uruguayo Alberto Mechoso Méndez, detenido en Argentina el 26 de septiembre de 1976 y asesinado un mes después. Los restos fueron encontrados junto a los de Marcelo Gelman, hijo del poeta argentino Juan Gelman.

La Secretaría para los Derechos Humanos de la presidencia de Uruguay informó que hoy, en un acto público, se hará entrega de la urna que contiene los restos identificados el 24 de mayo por el Equipo Argentino de Antropología Forense, a partir de las muestras genéticas que envió la dependencia uruguaya. La ceremonia contará con la presencia de autoridades nacionales y, según señaló la dependencia oficial, “significará la recuperación de un derecho humano primordial, la información acerca de la verdad, de su identidad, que fue ignorada durante décadas”.

Mechoso Méndez nació en el departamento de Flores el 1º de noviembre de 1936. Era militante de la Federación Anarquista Uruguaya (FAU), luego de la Organización Popular Revolucionaria 33 Orientales (OPR 33) y del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP). También fue militante gremial en la Federación de Obreros de la Industria de la Carne y de la Convención Nacional de los Trabajadores (CNT), que precedió al PIT-CNT, la actual central sindical única de Uruguay. Detenido en Buenos Aires el 26 de septiembre de 1976 por fuerzas represivas argentino-uruguayas, Mechoso fue visto por última vez, privado de su libertad, en el centro clandestino de detención conocido como Automotores Orletti. Sus restos fueron encontrados junto a los de Marcelo Gelman. Ambos estuvieron recluidos en ese centro de torturas que funcionó en Buenos Aires y fueron víctimas del llamado Plan Cóndor, de coordinación represiva en la región.

“Era una persona activa, con carácter fuerte, pero siempre de buen humor. Con gran sensibilidad. Realmente sentía la causa de los de abajo”, recordó Juan Carlos Mechoso Méndez, uno de los hermanos de Alberto, en diálogo con Página/12. Juan Carlos puntualizó que Alberto fue el único desaparecido de los cinco hermanos y repasó la detención de su familiar en la Argentina mientras él estaba clandestino en Uruguay. “Recuerdo esa etapa con angustia. Cuando estaba preso recibía noticias. Lo vivía a través de visitas familiares”, dijo. El hombre, de 77 años, resaltó que toda la familia está enterada de lo sucedido y participa en todo aquello vinculado con conocer la verdad y con que haya justicia. De este modo, anticipó la presencia en el acto. También la de sus sobrinos, Beatriz y Alberto, hijos de su hermano Alberto. “No estamos velando a nadie, lo que hay es un ejemplo de vida. Esos huesos están gritando que la lucha debe continuar”, agregó.

Por su parte, Ignacio Errandonea, integrante de la organización Madres y Familiares de Detenidos-Desaparecidos y hermano de un desaparecido en la Argentina horas después de Mechoso Méndez, expresó la importancia de que se hayan recuperado los restos. “Significa que una familia puede empezar a cerrar el duelo. Para nosotros, los desaparecidos son desaparecidos, no son muertos”, enfatizó. Errandonea precisó que son cerca de 120 los uruguayos desaparecidos en Argentina –aunque fueron encontrados los restos de aproximadamente 18– y manifestó la importancia del caso de Mechoso Méndez. “Nos reafirma en el compromiso que tenemos de que hasta que no aparezca el último de los desaparecidos, vamos a seguir trabajando e investigando”, expresó.

Eduardo Pirotto, integrante de la Secretaría para los Derechos Humanos de la presidencia de Uruguay, remarcó a este medio que el acto tiene un significado de esclarecimiento de una situación. “Lo que se sabía se confirma”, dijo. Asimismo destacó el trabajo que realizan con el Equipo Argentino de Antropología Forense y con la Secretaría de Derechos Humanos de Argentina. “Desde hace muchos años se viene trabajando estrechamente”, indicó. Sobre el caso de Mechoso, el integrante de la secretaría hizo mención a la importancia de la entrega de los restos a la familia. “Significa un alivio cerrar una etapa tan desgraciada”, añadió.

Con posterioridad al acto, y por expresa voluntad de los familiares de Mechoso, se realizará el velatorio público en el Ateneo del Cerro, ubicado en calle Grecia 4031, en Villa del Cerro, Uruguay. A partir de las 13, se partirá hasta el cementerio del Cerro, donde se procederá a la inhumación de los restos.

Informe: Romina Lascano.




El "Pocho" Mechoso nació en 1936 en Trinidad, Flores. Luego de venir para Montevideo fue obrero de la carne, militante anarquista (antes de la fundación de la FAU), estuvo preso durante 6 años desde mediados de los 50´ por una acción de expropiación. Al salir de la cárcel se incorpora a la Federación Anarquista Uruguaya (FAU), luego a la OPR-33 y cae preso nuevamente en Uruguay donde es torturado. Logra fugarse del cuartel y va a parar a Buenos Aires donde es nuevamente torturado y desaparecido en 1976.

Hace unos meses se hallaron restos humanos en el Canal San Fernando, Argentina. Luego de investigaciones, hace siete meses se confirmaba que los restos eran de Alberto "Pocho" Mechoso.

El 28 de Diciembre le entregaron los restos a la familia y se realizó un sepelio público en el Ateneo del Cerro. Cientos de personas acompañaron los restos del compañero recorriendo las calles de un barrio que vio desde hace muchos años a los Mechoso organizarse y luchar, el Cerro. Cerca de las 14hs. una columna de dos cuadras marchó hasta el Cementerio del Cerro a depositar los restos del compañero.

Nuestra memoria no olvida, nuestra dignidad no perdona.


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Alberto “Pocho” Mechoso – Fragmento tomado del libro “Acción Directa Anarquista: Una historia de FAU”:

ALBERTO “POCHO” MECHOSO, ANARQUISTA Y EXPROPIADOR.

Nació en Trinidad departamento de Flores. Ahí hizo sus dos primeros años de escuela la que continuaría después en Montevideo. No alcanzó a terminar la primaria. De familia de trabajadores que tenían un ingreso insuficiente, aprendió a compartir dificultades con sus cuatro hermanos.

La familia cansada de una situación que no ofrecía posibilidad de mejora alguna, emigró hacia Montevideo. Era cuestión de probar suerte, como tantos vecinos que ya se habían largado a la aventura. La calle Ansina, barrio Palermo, fue donde hizo sus primeras amistades montevideanas, enseguida formó barra. El alero de la Escuela de la calle Gaboto fue testigo de algunos plantones que sufriera por responder a los maestros. Era rápido y agudo para la protesta sobre cosas que consideraba estaban mal.

La Teja y el Cerro fueron los barrios que lo vieron crecer. Tres hermanos se hicieron anarquistas y en su casa lo libertario pasó a ser tema de todos los días. Preguntaba, sentía simpatía, su espíritu rebelde lo acerca a esa ideología que reclamaba justicia para los pobres y que no la pedía de rodillas.

Más adelante trabajó en la Industria de la carne, durante una larga huelga quedó despedido. Fue, entonces, por un tiempo feriante junto con algunos de sus hermanos. No existía la FAU aún, había sí una Agrupación Anarquista Cerro-La Teja y el Ateneo Libre también Cerro-La Teja. Comenzó a militar en la Juventud del Ateneo.

Corría ya más de la mitad de la década de 1950, en ese momento escaseaba el trabajo. La crisis económica ya empezaba a golpear fuerte a los hogares obreros. Con un grupo de jóvenes como él, amigos entre sí y casi todos simpatizantes libertarios, comenzaron a hablar de finanzas para montar una cooperativa de trabajo y donar una parte a la flamante FAU. Finalmente decidieron expropiar un Banco del Paso del Molino: La Caja Obrera.

Fue un trabajo prolijo, estudiado en sus detalles. Encontraron una cantidad de dinero mayor a la esperada. Hicieron la donación y dejaron el resto para el objetivo acordado. Fue este, casualmente, el primer Banco expropiado en Uruguay.

Un año después cayó preso vinculado a tal episodio.

Estuvo seis años detenido: en Miguelete y Punta Carretas. Leía mucho en prisión, por ejemplo: Nacionalismo y Cultura de Rocker, Vida y pensamiento de Malatesta de Luis Fabbri, La revolución de Landeur, novelas. En el paquete, semanalmente iba por lo menos un libro para él.

-¿Cómo son esos guerrilleros, la llevan a fondo?, preguntaba en una visita de mediados del año 59. Seguía con gran interés el proceso cubano.

Salió de prisión con más formación política, tomó enseguida contacto con la FAU. Se iniciaron conversaciones para ver su puesto de militancia. Mauricio (Gatti) fue el primero en plantear que había que incorporarlo a actividades de tipo armado.

Pocho era de reflejos rápidos, de buen visteo para ubicar a la gente, jovial, rebelde y de mucha decisión, todo ello lo hacía una persona singular. La gustaban las bromas, desolemnizaba cuestiones serias, hacía chistes sobre sí mismo y la militancia jugada. Pero esto, acompañado de un fondo de fe en lo que hacía y de respeto de verdad por la tarea. Era bueno operando pero no subestimaba nada. Siempre quería ver bien los detalles.


Fue finalmente en la formación de la OPR una pieza fundamental en todo el trabajo organizativo, también en insultar confianza a los compañeros que empezaban. Aquí volcó su experiencia y su decisión. Integró como encargado el primer equipo operativo cuando se resolvió encarar la actividad armada en forma específica y continuada. Realizó en los comienzos, con su equipo precursor, expropiaciones bancarias resueltas por la Organización y que resultaban vitales para el desarrollo de los proyectos en curso. Después actuó en diversos operativos, entre ellos retención de burgueses.

Formó parte de Aguilar, su experiencia y firmeza fueron invalorable aporte en este organismo que tenía la responsabilidad de la acción armada de la Organización.

Cayó preso, fue salvajemente torturado, resistió con entereza poco común y solo protagonizó una fuga espectacular desde un cuartel. Se repuso de cortaduras en las manos, costillas fisuradas y por acuerdo de FAU, se trasladó a la Argentina. Allí se reintegró de inmediato a las actividades.

Capturado sufrió nuevamente torturas en el pozo de Orletti. Hoy es uno de los compañeros que figura como desaparecido. Pocho era el sobrenombre público, o Martín que era el nombre de batalla, mantuvo siempre sus costumbres, su cultura de hombre bien del pueblo. Muchacho de barrio, con la calle de la buena, autodidacta, lector, modesto y con un profundo sentido de pertenencia a los de abajo dejó una marca imborrable.

Lo sabemos, él lo compartió totalmente, no son personas solas las que producen el desarrollo y permanencia de una Organización. Son una cantidad de esfuerzos de mucha gente lo que resulta fecundo. En tal contexto es que ubicamos este aporte militante. Pero, cierto es, que en el marco de este conjunto imprescindible hay compañeros con aportes excepcionales. Pocho y el Santa Romero sin duda, fueron ejemplo de ello. —










2 comentarios:

  1. Mi comprometido saludo a la familia de Alberto Mechoso, un personaje entero -política, moral e intelectualmente- y de enorme influencia en nuestra generación, a la par de mi también siempre recordado Gerardo Gatti.
    ¡Salud, Alberto!
    W.S.

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  2. Mi comprometido saludo a la familia de Alberto Mechoso, un personaje entero -política, moral e intelectualmente- y de enorme influencia en nuestra generación, a la par de mi también siempre recordado Gerardo Gatti.
    ¡Salud, Alberto!
    W.S.

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