Fracasó negociación colectiva PIT-CNT
Miércoles 06 de marzo de 2013.
“Pelea y lucha”
PIT-CNT anuncia conflicto en rechazo al proyecto de negociación colectiva
Desde el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT se anuncia ya que habrá “pelea y lucha” para enfrentar el nuevo proyecto de negociación colectiva planteado por el Gobierno nacional. El dirigente Fernando Pereyra confirmó en tal sentido que no debe haber “ninguna duda que va ser motivo de conflicto” la decisión, aunque se hablará previamente con las autoridades a nivel del Poder Ejecutivo, en el entendido que el tema puede tener aún solución.
P ara la central sindical lo decidido por el Gobierno, significa un “retroceso” en las conquistas alcanzadas por los trabajadores, y el tema ya está en la mesa de los abogados del PIT-CNT quienes evalúan las consideraciones pertinentes.
Pereyra explicó que las nuevas normas implican que empresarios y trabajadores deban sentarse a negociar de cero -“como si nada hubiera pasado”-, cada dos años, lo que significa una pérdida importante para el sector del trabajo.
Al Ejecutivo, al Parlamento y a las calles
Para el dirigente, la posibilidad de que el movimiento sindical tenga que salir a las calles está latente, aunque se optará primero por llevar la negociación a manos del Poder Ejecutivo y del Parlamento, procurando encontrar una salida al problema.La controversia está centrada en la vigencia de los acuerdos laborales: el nuevo proyecto de Ley que envió el Gobierno al Poder Legislativo, entienden que la vigencia de esos acuerdos debe establecerse durante la misma negociación y no tienen porqué estar vigentes hasta que se firme el próximo acuerdo. Paralelamente establece el régimen de “confidencialidad” para los procesos de negociación; los sindicatos deberán asumir personería jurídica, y establece criterios ante los reclamos de más de un sector sobre la representación legítima de determinado gremio.
05.03.2013
PIT-CNT advierte posibles conflictos Punto y coma
El PIT-CNT hablará con representantes del gobierno para manifestar su rechazo al nuevo proyecto de negociación colectiva. “Vamos a dar pelea y lucha, no tengan ninguna duda que va a ser un motivo de conflicto”, señaló el dirigente Fernando Pereyra a Montevideo Portal. El proyecto
El integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, Fernando Pereyra aseguró a Montevideo Portal que aceptar esta normativa implicaría que cada dos años, trabajadores y empresarios se sentaran a negociar de cero, “como si nada hubiera pasado” y agregó que acoplarse a los requerimientos de la OIT no puede significar perder derechos.
El trabajador señaló que el tema fue puesto a consideración de los abogados de la central sindical, pero adelantó que califican como “muy negativo” el proyecto, debido a que implica “un retroceso” en conquistas que se habían alcanzado años atrás.
En ese sentido, Pereyra señaló que los trabajadores van a ir a plantear su posición al Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo, pero no descartó un período de conflictividad. “Si se aprueba, vamos a dar pelea y lucha, no tengan ninguna duda que va a ser un motivo de conflicto”, agregó.
Al ser consultado sobre la pertinencia de adaptar la legislación a las pautas de la Organización Internacional del Trabajo, Pereyra respondió que en reiteradas oportunidades los trabajadores han concurrido o presentado documentos escritos ante ese organismos internacional, por lo que hay voluntad de diálogo, agregando que la OIT tiene como ejemplo a Uruguay en muchos aspectos.
El proyecto de Ley que fue remitido desde el Ejecutivo al Legislativo plantea, entre otras cosas, que la vigencia de un acuerde se establezcan durante la negociación y que no permanezcan vigentes hasta que se firme un nuevo acuerdo, tal como ocurre hoy.
Además establece criterios para determinar las partes habilitadas para la negociación, en caso de que más de una reclame la representación legítima de un colectivo, promueve la creación de personerías jurídicas para los sindicatos y enfatiza sobre el carácter confidencial de los procesos de negociación.
Montevideo Portal
Pit-Cnt rechaza cambios a la negociación colectiva
Ultraactividad. Gobierno limita vencimiento de convenios
PABLO MELGAR
El secretariado ejecutivo del Pit-Cnt rechazó por unanimidad el proyecto de modificación de la ley de negociación colectiva que anula la ultraactividad de los convenios. Diputado blanco citará al ministro Brenta para que ofrezca explicaciones.
El Poder Ejecutivo presentó el lunes 4 al Poder Legislativo un proyecto de ley de modificación de la ley de negociación colectiva. Por primera vez desde que fue aprobada la norma las autoridades del Ministerio de Trabajo (MTSS) resolvieron introducirle modificaciones.
Con estos cambios el Poder Ejecutivo pretende superar en parte las recomendaciones del Comité de Libertad Sindical de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) surgidas tras la denuncia presentada por las cámaras empresariales.
La ley de negociación establece que una vez expirado el plazo de los convenios se mantenga el acuerdo anterior con todas las condiciones hasta que se apruebe uno nuevo. A eso se le denomina en la jerga jurídica "ultraactividad", según indica la exposición de motivos del proyecto que presentó el gobierno.
Desde la creación de la ley de negociación colectiva el concepto de ultraactividad fue defendido por los sindicalistas, en particular por los del sector privado, y fue criticado con dureza por parte de las cámaras empresariales vinculadas al comercio, los servicios y la industria. El Pit-Cnt pedirá una entrevista al ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, para conocer la razones de la modificación.
Por estos días Brenta se encuentra en el exterior, en una mezcla de licencia anual y viajes vinculados con actividades de la OIT, según confirmaron fuentes del MTSS.
Mientras Brenta esté en el exterior quien queda a cargo del Ministerio es el subsecretario, Nelson Loustanau, un experiente abogado del MTSS con amplios conocimientos en legislación laboral.
La dirección de la central sindical evaluó que la aprobación de este proyecto de ley es una "pérdida de derechos".
Consultado por El País, el dirigente del sindicato del comercio (Fuecys) Ismael Fuentes confirmó que ayer el Secretariado Ejecutivo del Pit-Cnt rechazó "por unanimidad" el proyecto del Poder Ejecutivo.
Al respecto, Fuentes agregó que en este año se negocia más de la mitad de los convenios colectivos y la central se apresta a definir un cronograma de movilizaciones. Sin embargo, las acciones sindicales se definirán en la próxima reunión de la Mesa Representativa Nacional, la cual se concretará en dos semanas.
Por su parte, el dirigente de la bebida, Richard Read, advirtió que la modificación en la normativa terminará generando más conflictividad. "Ese proyecto atenta contra los trabajadores. Tenemos un problema con el gobierno", afirmó.
El diputado nacionalista Pablo Abdala señaló ayer a El País que una vez que se enteró del ingreso del proyecto del Poder Ejecutivo solicitó a la comisión de legislación del trabajo que convoque a Brenta para conocer detalles del planteo. Abdala manifestó que el total de las observaciones que hizo la OIT "no se levantan con estas modificaciones y derogaciones".
Agregó que está de acuerdo con la salida que encontró el gobierno para el tema de la ultraactividad.
"Parece sensato que el criterio debe ser el acuerdo de voluntades en relación a la vigencia de los convenios. Eso está alineado con el reclamo de OIT. De la otra forma se torcía la balanza en favor de las organizaciones sindicales ya que tenían la llave para no pactar ningún acuerdo y simplemente mantener el anterior", aseveró.
LÍDERES. En tanto, ayer en la tarde se produjo la reunión promovida por Read de por lo menos 50 dirigentes de distintas tendencias sindicales y políticas. Faltaron varios de los integrantes del secretariado del Pit-Cnt y se pudo ver a referentes de los sindicatos estatales que están enfrentados al Ejecutivo.
La primera parte estuvo a cargo del propio Read y del dirigente comunista Jorge Bermúdez. Ambos centraron sus alocuciones en la defensa de la "independencia de clase" pero reconocieron que esperan un triunfo del Frente Amplio en las próximas elecciones.
Read subrayó que el gobierno es "policlasista" y que el programa es "parecido al de los trabajadores". "Pero nuestro programa es nuestro programa", insistió. Antes de empezar la reunión, Read afirmó que convocó a dirigentes "que militan en el Frente Amplio, en el Partido Nacional o son independientes" para "oxigenar" la discusión en la interna del Pit-Cnt.
A minutos de iniciada la reunió llegó la noticia del fallecimiento del presidente venezolano Hugo Chávez. Hubo un minuto de silencio.
LEY CLAVE PARA NEGOCIAR
La ley de negociación colectiva, que regula los pactos salariales entre empresas y sindicatos, establece que una vez expirado el plazo de los convenios se mantenga el acuerdo anterior con todas las condiciones hasta que se apruebe uno nuevo. A eso se le llama "ultraactividad", según indica la exposición de motivos del proyecto que presentó el gobierno.La única forma que se anule la ultraactividad es si las partes fijan en el convenio las condiciones para ello. En caso que el asunto no sea mencionado en el convenio se da por hecho que rige ese principio.
"La vigencia de los convenios colectivos será establecida por las partes de común acuerdo, las que también podrán determinar su prórroga expresa o tácita", dice el proyecto modificativo que fue divulgado ayer.
En cambio, el proyecto presentado el lunes 4 por el ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, indica que el concepto de ultraactividad sea incluido en los convenios colectivos a expreso pedido de las partes.
Otro aspecto que es atendido por el proyecto de ley es la confidencialidad de la información que se maneje en las negociaciones. La norma le da potestades a la Inspección del Trabajo del Ministerio de Trabajo para fiscalizar el cumplimiento de la obligación.
El País Digital
Dirigentes sindicales de todas las corrientes se reunieron ayer para participar de un debate convocado por la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB) e impulsado por su presidente, Richard Read, con el objetivo de analizar el rol del movimiento sindical en un gobierno izquierda. Read explicó a En Perspectiva que la idea de "dar un debate a nivel sindical sin la responsabilidad de representación del sindicato" surgió a fines del año pasado en el conflicto entre dirigentes de la bebida y el Poder Ejecutivo. En ese momento "hubo una clara definición de independencia del poder político por parte de la FOEB" que "marcó un pasar a la práctica cuando se habla de independencia de clase". Para Read instancias como esta son "un oxígeno para el movimiento sindical que contribuye a la unidad" y que también ayudan "a mejorar la relación y el debate político en el Frente Amplio". El dirigente adelantó que se va a organizar una segunda instancia para tratar temas específicos.
EMILIANO COTELO:
La noticia había generado expectativa y curiosidad.
El portal Uypress la presentaba de esta manera: “Este martes se reúnen dirigentes sindicales de todas las corrientes convocados por la Federación y de la Bebida (FOEB) y su máximo dirigente Richard Read, para analizar el rol del movimiento sindical con un gobierno progresista. La participación”, se aclaraba, era “a título personal”.
La convocatoria era para ayer a las 19 horas, en el Club Cervecerías en Abayubá y Asencio. Según los organizadores, se trataba “de un debate político e ideológico y no sobre reivindicaciones o temas coyunturales”, como había mencionado algún medio de prensa. Se enfatizaba que la participación de los dirigentes sería a título personal y que estarían presentes allí representantes o integrantes de todas las corrientes: Articulación, Partido Comunista, Socialista, MPP [Movimiento de Participación Popular], PVP [Partido por la Victoria del Pueblo], blancos, anarquistas e independientes.
¿Qué fue lo que ocurrió efectivamente y qué resultado dejó? Vamos a conversarlo en los próximos minutos con quien estuvo en el armado de este encuentro, Richard Read, presidente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida.
En primer lugar, ¿por qué este debate?
RICHARD READ:
Esta idea nace en el conflicto de la bebida de fin de año, donde estuvimos rodeados de mucha gente y de todas las corrientes de opinión. Nos pareció importante a partir de ese conflicto donde hubo una clara definición de independencia del poder político por parte de la FOEB, con esta realidad que vivimos en el movimiento sindical, con tanta gente militando y con tanta cantidad de militantes nuevos principalmente, dar un debate a nivel sindical sin la responsabilidad de representación del sindicato, por eso fue a título personal.
EC – Recordemos qué fue lo que pasó en aquel conflicto de la bebida, ¿por qué tuvo que darse esa actitud que usted marcaba como de total independencia del movimiento sindical frente al poder político, dónde estuvo el nudo del enfrentamiento?
RR – El nudo estuvo en que nosotros teníamos un convenio ya firmado con las empresas del sector con un incremento salarial a tres años y desde el Gobierno se resistían a darle laudo. Eso nos generó un jaque mate muy complicado, del que no había antecedentes: habían llegado a un acuerdo dos partes en un convenio y la tercer parte, que era el Gobierno, nos estaba bochando un incremento salarial con una expectativa de crecimiento importante.
EC – La preocupación en el Gobierno era el impacto de un convenio como ese, y otros que pudieran venir a su ejemplo, en la inflación.
RR – Sí, eso fue lo que dijeron, la verdad que la razón estaba en la FOEB, si nosotros aplicábamos siete puntos del centro de la banda y hoy estamos a casi nueve no nos equivocamos mucho, esa fue la realidad.
EC – Lo cierto es que en aquel momento desde el Poder Ejecutivo se llegó a advertir que si el convenio seguía hacia adelante podía, por ejemplo, tomarse alguna medida con respecto a subsidios que recibe el sector empresarial.
RR – No son subsidios, pero sí hay una situación de apoyo a la industria que trabaje con envase nacional. Hubo una serie de amenazas, ahí la definición nuestra fue que el convenio se firmó para que sea cumplido, que se cumpla, y nos jugábamos lo que nos tuviéramos que jugar. Me parece que de alguna manera eso marcó una situación de pasar a la práctica cuando uno habla de una independencia de clase y se demostró.
EC – Bueno, pero hubo una renegociación, el convenio no terminó siendo exactamente el mismo.
RR – No, terminó siendo mejor desde el punto de vista económico.
EC – ¿Mejor?
RR – Porque los dos puntos que se variaron en el centro de la banda de siete a cinco fueron compensados con tres partidas fijas de ocho, nueve y diez mil pesos, que en el medio es mucho más que el 2%, y nos dan todo junto en la mano. Económicamente fue mejor, el tema no pasaba por ahí, pasaba por no violentar una ley que establece el ámbito tripartito y que las partes pueden resolver por mayoría.
EC – Pero de hecho terminó existiendo esa incidencia del Poder Ejecutivo en el acuerdo que ya se había firmado.
RR – Por supuesto, que fue compensado económicamente, pero sí, por supuesto.
EC – Eso es en los antecedentes, y entonces ustedes a partir de ese hecho, ¿qué les parecía que había que reflexionar entre dirigentes sindicales?
RR – Eso motivó por parte de varios compañeros realizar una reunión, donde la mayoría son veteranos del movimiento sindical que ya tienen varias líneas a su favor. Era bueno discutir en un marco distendido todas las corrientes de opinión, tomar un tema como referencia que podía ser ese, y ver cuál es el rol del movimiento sindical con un gobierno progresista. Anoche se dio eso.
De los 55 compañeros invitados fueron 52, es un número importante, estaban todas las corrientes representadas, tres horas y media en un debate muy franco, muy frontal, muy respetuoso, que quedó con entusiasmo porque se va a armar una segunda instancia para tratar ya temas específicos, como es el del Fondo Nacional de Salud, que se va a discutir de punta a rabo, porque es un tema muy preocupante para nosotros en las condiciones que está.
No sustituye a nada, es un ámbito de discusión política para mucha gente, además había también muchos independientes que no tienen ámbito para discutir. Nos parece que es un oxígeno para el movimiento sindical que contribuye a la unidad y va a contribuir también a mejorar la relación y el debate político en el Frente Amplio.
Se especuló en lo previo con un montón de cosas, pero la realidad fue esa, 52 en 55, todas las corrientes representadas y se generó un buen ámbito para discutir política.
EC – Hay algo que usted mencionó pero que no termino de entender. ¿Cuál es la consecuencia de una reunión como la de ayer?, ¿en qué se traduce en términos prácticos lo que se discute allí? Porque usted lo enfatizaba, y la convocatoria también, quienes estaban invitados iban a título personal, entonces, ¿qué correa de transmisión puede haber entre lo que allí se acuerde, se consensue, con lo que haga de ahora en adelante el movimiento sindical en relación con el Gobierno?
RR – Eso es impredecible, pero que haya 52 personas que tienen responsabilidad de condición y de gestión en los sindicatos y que además militan en fuerzas políticas de todos los colores, y mucha representatividad –habían siete compañeros del secretariado del PIT-CNT–, por lo tanto me parece que es una polea de transmisión importante. Pero además transmite que es posible discutir entre todas las corrientes de opinión temas tan álgidos como pueden ser el rol del movimiento sindical en un gobierno progresista.
Ese es el aporte, la expectativa nuestra era esa, si luego se generó una expectativa exógena o por fuera, eso no corre por mi cuenta. Creo que ahí estaba la cuestión: dirigentes sindicales hablando de sindicalismo y sin ningún prurito. Vuelvo a repetir, creo que es la primera vez en 30 años que tengo de esto que se juntan todas las corrientes de opinión a discutir un tema puntual. Eso es lo importante en un Uruguay donde nadie discute, donde las usinas ideológicas están cada vez más apagadas, generar un ámbito de debate para mí es muy saludable. Por lo menos me parece.
EC – Es que ustedes estaban abordando ayer un asunto que en realidad está en la agenda desde el primer día que asumió el Frente Amplio el gobierno, un tema que ha dado pie a todo tipo de análisis tanto en el sistema político como en el movimiento sindical como en la academia, qué estaba pasando, cómo se estaba comportando el PIT-CNT y los distintos sindicatos ante la llegada al gobierno de un partido político con el que tiene una gran afinidad.
RR – Exacto, porque en Uruguay las experiencias estaban pero en el sector empleador. Por ejemplo, ese vínculo que puede existir entre dirigentes y militantes sindicales con el Frente Amplio, existe a nivel de las empresas. El 28 de febrero de 2005 el ministro de Trabajo era [Santiago] Pérez del Castillo, un buen ministro de Trabajo, hizo una buena gestión, el 3 de marzo estaba representando a un sector empleador en una negociación colectiva. El director nacional de Trabajo hasta el 28 de febrero a los tres días pasó a ser asesor de la Cámara de Industrias. Los vínculos existen en todos lados, el tema es cómo sincerar esa realidad, darle mucho contenido de honestidad además, pero no esconder que uno tiene su camiseta. El tema está en que cuando uno representa una institución, y yo lo demostré el año pasado con el gremio de la bebida, no hay dos lecturas, hay que representar a quien lo promueve a uno, a quien le da los votos para que sea el representante. Creo que eso es honestidad también.
EC – Usted dice que lo demostró usted mismo, supongo que está aludiendo al hecho de que en materia política usted ha militado en el Frente Liber Seregni por lo tanto ha estado apoyando a figuras como las que encabezan el equipo económico, a Danilo Astori, al ministro [de Economía] Fernando Lorenzo y en la discusión sobre el convenio usted se plantó frente a ellos y en términos muy severos.
RR – Si, claro, y lo volvería a hacer, ellos hacen su trabajo y yo tengo que hacer el mejor mío, que para eso me pusieron los compañeros. Cada uno hace su laburo, ellos hacen las cosas a partir de una visión general del país y de la economía, lo quieren hacer de la mejor manera posible, ese es mi punto de vista. Pero ahí yo tenía una opinión distinta y no tuve duda, defendí lo que yo represento, que son los trabajadores, y si estábamos encontrados, estábamos encontrados, ¿qué va a hacer? Es la vida.
Pero bueno, lo de anoche fue eso, algo muy saludable.
EC – Pero fue un punto de partida, conclusiones definitivas no hubo.
RR – ¿Anoche?
EC – Sí.
RR – No, fue un punto de partida, va a haber una segunda instancia que la convocamos para ir a la Federación Uruguaya de la Salud, vamos a discutir un tema puntual, ahí va a estar mejor, ahí vamos a rascar los temas y van a aparecer seguramente diferencias, que está bien que aparezcan. Lo que está muy bien es que se empiece a debatir en el ámbito sindical los temas sindicales, me parece que es muy bueno.
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Cónclave de 50 sindicalistas evalúa su relación con gobierno progresista
Unos 50 líderes sindicales de todas las corrientes de opinión se reunirán esta tarde para analizar cuál debe ser el rol del movimiento sindical ante un gobierno progresista. El encuentro, que será a las 19 horas en el club Cervecería, surgió a instancia de Richard Read, líder de la Federación de la Bebida (FOEB), después del duro conflicto del mes de diciembre ."El conflicto de la bebida me pareció que marcó un antes y un después porque dejó claro lo que significaba para nosotros la independencia de clase; teníamos un convenio firmado con la patronal al cual el gobierno le puso un obstáculo y eso creó una disyuntiva sobre a quién respondía cada uno", recordó.
Read dijo que el tema "sindicatos frente a un gobierno progresista" está instalado en la región. "Si no se tiene un equilibrio justo puede caerse en desvíos que compliquen. Brasil es un ejemplo claro de error. Cuando Luiz Inácio Lula da Silva asume había cuatro centrales sindicales y cuando entregó el mandato había ocho, no queremos eso", dijo.
Los sindicalistas que participarán del encuentro lo harán a título personal, aclaró. Es la primera movida sindical que hace Read tras el conflicto con el gobierno de diciembre. En aquel momento la FOEB había acordado con las empresas un acuerdo que incluía un piso inflacionario de 7% cuando el gobierno pretendía que fuera del 5%.
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