Gran número de personas en la entrada a la Carrera de San Jerónimo donde la Policía ha colocado un doble vallado para evitar que los congregados esta tarde en la plaza de Neptuno de Madrid, convocados por la Coordinadora 25S dentro de la iniciativa "Rodea el Congreso", lleguen a la Cámara Baja. EFE/ANGEL DIAZ
Convocados bajo el lema "si no sales a la calle estás de acuerdo con los recortes", los manifestantes españoles se movilizan en Madrid en las cercanías del Congreso de los Diputados para 'rodearlo' y para pedir la dimisión del Gobierno y el inicio de un proceso constituyente. Esta es la tercera protesta que se lleva acabo en la capital española. La jornada del 25S degeneró en violentos choques entre la policía y los activistas, dejando como resultado 35 detenidos y más de 60 heridos. Mientras, durante la protesta del 26S se registraron episodios aislados de brutalidad policial, se practicaron tres detenciones y tres personas sufrieron heridas leves.
Impresionante vista aérea .
La brutalidad policial
¡Que se vayan! ¡Que se vayan!” y “¡Roban, pegan y no nos representan!” Éste fue el clamor de las decenas de miles de personas que de nuevo, por tercera vez esta semana, llenaron anoche la madrileña plaza de Cánovas del Castillo (Neptuno), para pedir la dimisión del Gobierno de Rajoy, la apertura de un proceso constituyente y que la democracia que sienten les ha sido arrebatada les sea devuelta.
A las seis de la tarde, pocas horas después de que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, presentara los presupuestos con el mayor recorte del gasto social en la democracia en el Congreso, miles de personas se congregaban ya en Neptuno. La Policía no permitió a los medios de comunicación instalar plataformas para transmitir la protesta, alegando que ésta no estaba autorizada.
Los antidisturbios volvieron a cortar el acceso a la Plaza de las Cortes con vallas, furgonetas y decenas de agentes. Como en las dos ocasiones anteriores, el 25S y el 26 S, este fuerte dispositivo policial impidió que los manifestantes se acercaran al Congreso.
A los cánticos que ya se corearon el martes y miércoles, se sumó anoche la petición por parte de los manifestantes de que los detenidos en las protestas de esta semana sean exonerados de las acusaciones que pesan contra ellos. De los 35 detenidos, 34 han quedado en libertad con cargos, aunque sus abogados aseguran que aún no saben de qué se acusa en concreto a sus defendidos ya que el juez ha dictado un auto colectivo.
Como en las otras dos manifestaciones, el colorido lo pusieron las banderas, muchas republicanas, y las pancartas. Se vieron carteles pidiendo un referéndum; otros, más irónicos rezaban “Si me queréis, irse” (recordando la famosa frase de Lola Flores) , y los ya clásicos, con los argumentos de los movimientos sociales que nacieron con el 15-M. Las frases “No, no, no nos representan”, y “No es una crisis, es una estafa” se volvieron a elevar anoche al cielo de Madrid.
La indignación entre los manifestantes marcó de nuevo el ambiente, aunque en esta ocasión no se produjeron cargas policiales tan violentas como las que el martes causaron 64 heridos.
Sin embargo, a ultima hora, cuando faltaban veinte minutos para las doce de la noche, y la Coordinadora 25S ya había instado a los manifestantes a que se marcharan ante el temor a un desalojo violento, los antidisturbios llevaron a cabo un amago de carga y propinaron un porrazo a un joven que quedó tendido inconsciente en el suelo con el labio partido. Este herido, y al menos otra persona, tuvieron que ser atendidos por los servicios de Emergencias aunque al final sus heridas no revistieron gravedad.
¡Libertad!¡Libertad!
Poco antes, otro manifestante había sido detenido, en medio de los gritos de centenares de jóvenes que clamaban “¡Libertad!¡Libertad!” mientras trataban de rodear el furgón policial en el que se lo llevaron. Cuando ya se había superado la medianoche, en la plaza apenas si quedaban un centenar de manifestantes y varias decenas de periodistas, rodeados por un número mucho mayor de antidisturbios y furgones policiales.
Finalmente, la mediación de un hombre, que llegó a un acuerdo con los antidisturbios, propició que los pocos manifestantes que quedaban se fueran marchando de la plaza, evitando así el desalojo.
Lo que ha quedado claro es que el 25 S no fue una manifestación aislada, sino el principio de una oleada de protestas populares, que parece no sólo no diluirse, sino cobrar fuerza. En otras ciudades españolas, como Barcelona, Murcia y Oviedo hubo también concentraciones de apoyo a los manifestantes de Madrid.
La Coordinadora 25S celebró además una asamblea en plena plaza de Neptuno, que seguirá este domingo en el parque del Retiro. En esta nueva reunión se debatirá cómo se va a dar continuidad a las protestas. El objetivo sigue siendo claro: la dimisión de Mariano Rajoy y de sus ministros, pero también la lucha contra los presupuestos plagados de recortes de su Ejecutivo.
La Delegación del Gobierno en Madrid cifró en 4.500 personas la asistencia a la manifestación de este sábado. Sin embargo, las imágenes aéreas mostraban la plaza de Cánovas del Castillo totalmente abarrotada. Medios internacionales, como la BBC, elevaron el número de manifestantes a 60.000 personas.
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