El Frente Amplio ahora y mañana

por Jorge Notaro




25 de enero de 2014

El Frente Amplio está perdiendo sus raíces y transformándose en un partido electoral, con un programa que no convoca a la lucha y una práctica de gobierno que no redujo el poder del capital, con una progresiva desaparición de su componente de movimiento y el deterioro de los vínculos con las organizaciones populares.
Pero la mejora en las condiciones materiales de vida de los sectores populares como resultado de las políticas de los dos gobiernos del FA está fuera de discusión.

Es una condición necesaria pero no suficiente en la lucha por la emancipación, que signfica luchar contra el imperialismo, el capitalismo y cualquier forma de que explotación, dominación o discriminación.
Es probable que el FA gane la próxima elección sin mayoría parlamentaria y que pierda la siguiente.
Los frenteamplistas que luchamos por la emancipación encontramos en la precandidatura de Constanza Moreira una posibilidad de coordinación de la reflexión y la acción que fortalecerá la identidad del FA como organización que expresa las luchas de las organizaciones populares en el plano político.

Hasta 2006 el FA tenía en cada elección más votos que en la anterior, a nivel nacional, departamental o en las internas, así como una mayor participación en las discusiones previas al Congreso.
Ese año la tendencia se invirtió, en las nacionales de 2009 el FA tuvo 100.000 votos menos que en la anterior, en las internas 50.000 votos menos, y de los que votaron el 20% lo hizo en blanco, y en la discusión de las bases programáticas para el reciente Congreso participaron 5.000 adherentes y cinco años antes, 8.000.

La presidencia del compañero Mujica, luego de derrotar al candidato de la continuidad en el Congreso y en las elecciones internas, sumado al peso de la bancada del MPP surgida de las elecciones de octubre de 2009, crearon condiciones para la profundización de los cambios que no se repetirán en el futuro inmediato.
Sin embargo, esta posibilidad las frustró el Frente Liber Seregni agitando fantasmas como la posible fuga del capital o los impactos de la crisis mundial.

En la próxima Elección se puede esperar una pérdida del caudal electoral del MPP, la consolidación de la hegemonía de la alianza Frente Liber Seregni - Partido Socialista y como consecuencia no se adoptará ninguna medida que afecte los intereses del capital o del imperialismo durante el período 2015 - 2019.
En este contexto es imprescindible fortalecer al FA creando un espacio político que coordine la reflexión y la lucha para la construcción de un camino al socialismo que no está trazado, contribuyendo al mejor resultado electoral posible, conviviendo en la discrepancia pero exigiendo que se tengan en cuenta estos puntos de vista, fortaleciendo la expresión y el apoyo a las las organizaciones populares.
No es lo mismo que gane el FA o que ganen los partidos históricos. El primero mantendrá la situación actual y los otros dos obligarán a profundizar las luchas de la organizaciones populares para mantener sus conquistas; como resultado mínimo, el triunfo del FA permite ganar tiempo. Cambiará la correlación de fuerzas internas, la lucha de las organizaciones populares hará caer muchas caretas, lo yuppies que se subieron al carro del FA a buscar un trabajo bien remunerado se irán, y el FA recuperará su capacidad transformadora.

Como toda opinión política, puedo estar totalmente equivocado; pero si estamos de acuerdo en que el FA está en un período de retroceso ético, político y organizativo, podemos buscar una explicación y concluir que no tiene arreglo, o que puede cambiar la tendencia.
Me parece más probable lo segundo, el deterioro empezó con la conquista del gobierno que tuvo entre otras consecuencias la desmovilización de los comités de base, que dejaron de pesar en las decisiones, el alejamiento del gobierno de las bases, los buenos resultados en la mejora de las condiciones materiales de vida de los sectores populares, el comienzo de una etapa de fortalecimiento del movimiento sindical con perspectivas de aumentar su capacidad de lucha y el surgimiento de un aparato de funcionarios que con el FA accedieron a mayores niveles de ingresos y de estatus.

El destino previsible es el mismo que el de la Concertación en Chile, la derrota electoral dentro de dos o tres elecciones. Ese resultado obligará al FA y a las organizaciones populares a luchar, en esa lucha se fortalecerán y se recuperará el gobierno con mayor poder popular y un programa de cambios profundos.